Monteatraves run Megeces. Santilute

Esta vez toca al vecino pueblo de Cogeces de Iscar, Megeces. Y es que , los alrededores de estos dos municipios que han visto crecer sus historias en ambos lados del rio Cega, han mantenido los aires de un entorno con esencia propia. Una esencia pinariega, castellana y aislada en parte de los quehaceres cotidianos de otros más grandes como Iscar, Mojados,...
Es otro recoveco donde dar reposo, paseo o carrera desbocada para descubrir, para encaramarse a veces a aquellos cortados de viejas calizas que precipitan su inconsistencia sobre un valle labrado de hortalizas y pastado por los pocos rebaños bovinos que quedan por la provincia. Y ya que hablamos de ganado, vieron antaño estos lares, trasiego de La Mesta por su Cañada Real Oriental Leonesa, pasando por el Llano de San Marugan, (al que dedicaré apartados especiales en próximos itinerarios).
El patrimonio más destacable del municipio consta de un puente medieval de un solo ojo del s XVI y la iglesia de apóstol Santiago del románico mudejar del sXII.
Actualmente el municipio cuenta con una feria de productos ecológicos, que se viene celebrando a mediados del mes de julio. Aquí, un grupo de gente emprendedora germinó en forma de granja con productos y derivados lácteos de vacuno, la simiente del mercado natural y tradicional. Hablo de CRICA, a cuyos miembros conozco en persona y lejos de hacer publicidad gratuita, creo que merecen este pequeñísimo reconocimiento. Ellos han extendido por estas tierras, las ganas de cuidar y consumir de otras formas, contagiando a otros como TABLARES, dedicado a la producción de huevos también ecológicos o algún pequeño productor de patata y zanahoria.
Después de este paréntesis, decir que la reseña aquí detallada, nos lleva al sur del pueblo, donde las laderas frescas del monte son una de las dos partes que aparecerán por separado. Con la segunda aún en el horno,... bien podremos elegir una u otra o hacer un bucle que una ambas.
La de hoy, corta propuesta que no llega a los 7km, nos mostrará lo cercano y accesible de un monte que se adivina mezclado. Y en efecto, en este breve trayecto, hallaremos ambientes bien distintos; pinar, encinar, quejigar, paramo y valle, labrantíos, huertas y viñedos con atisbos de civilización puntualmente nada deseables. Y es que a veces, la ignorancia del hombre hace que hallemos aún residuos en escondrijos tan acogedores como el que aquí sugerimos mostrar. Pero como ya he dicho, es puntual e instamos a quien competa no sólo a recoger estos pequeños vertidos, sino a tratar de concienciar al que pasea o visita, de no dejar huella.
No obstante, reitero que no os perdáis esta zona y os dejéis llevar una mañana, un día o un fin de semana, para comprobar que a menudo estos pedacitos de campiña tranquila, tienen un corazón imantado al que nos mantendremos pegados por tiempo indefinido.
Solo decir que, nunca mis fotos han hecho honor a lo que la realidad retiene,... ¡que más quisiera!. Y si cabe, en esta ocasión aún menos. Esta vez casi únicamente son identificativas de los lugares con cambios de dirección... ¡disculpas por la calidad!
Acercaros y descubrir que os curareis de estas imágenes...
¿Monte atreves?...