Pica del Canigó (2.784 m). Subida desde Vernet-les-Bains por el refugio de la Bonaigua. Pirineo Oriental.

Ascensión al Pic du Canigou desde Vernet-les-Bains.

Todos los detalles de esta ruta, en la siguiente reseña del blog Península: Pica del Canigó.

Larga ascensión para subir a la cima del Canigó desde la población francesa de Vernet-les-Bains, evitando así utilizar el todoterreno para acceder a los diferentes refugios que hay en las faldas de la montaña cerca de la cota 2000. A cambio tendremos que superar más de 2.000 metros de desnivel positivo.

Partimos de la parte baja de Vernet-les-Bains, junto al río Cadí. Subiremos a la parte alta, donde se ubica la iglesia y el castillo para tomar una carretera que se dirige a Fillols. Tras un rato por el asfalto, veremos un desvío a mano derecha. Subiremos por una pista mal asfaltada hasta la cota 850 donde veremos un nuevo desvío a mano derecha ahora ya por sendero.

Siempre siguiendo la senda, iremos subiendo por un bosque muy bonito, de manera sostenida y continua. Hay tramos de bosque muy bonitos y frescos y otros más abiertos y soleados. En general, se sube muy bien.

Alcanzaremos la cota 1150. Allí veremos un pequeño monumento/mirador al escritor Henri Barbusse. Un poco más adelante, alcanzaremos una cabaña de roca que puede venir bien ante una urgencia.

El sendero ahora es menos amable, con más roca y más abrupto. Iremos subiendo de manera continuada hasta cruzar varias pedreras. Poco después, sobre los 1550 metros de altura, nos cruzaremos con un arroyo donde se puede tomar agua.

Tras cruzar el arroyo, un fuerte zig-zag nos llevará hasta el refugio de la Bonaigua (Bonne Aigue) situado a casi 1.800 metros en una ladera que hace de balcón natural. El refugio está algo desvencijado pero puede servir para pasar la noche en sus literas de madera.

Tras coger agua en su fuente (punto clave de la ruta), seguiremos subiendo. Tras pisar unos metros de pista, un nuevo desvío (bien señalizado) nos mete de nuevo en el bosque. De nuevo, ascenderemos por fuerte zig-zag hasta salir a un claro sobre la cota 1950 donde veremos una nueva cabaña de piedra situada en un lugar espectacular.

Por buen sendero, ganaremos metros y saldremos del bosque sobre la cota 2250. Allí nos toparemos con el camino que viene del refugio de Cortalets, mucho más pisado. Ya por este sendero, coronaremos el Pic Joffre (2.362 m), que no es más que el extremo del hombro por el que subiremos a la cima del Canigó.

Por el mencionado camino, que no tiene pérdida, subiremos por el hombro de la montaña hasta dar con la Portella, una pequeña hendidura en la cresta. Desde ahí las vistas se abren a las paredes verticales de la Crête du Barbet.

Ya solamente quedará ascender el zig-zag final, rocoso e incómodo en algún punto, pero muy marcado y sin dificultades. No hay pasos aéreos ni complicados. Con bastante facilidad haremos cumbre en el Canigó. Las vistas se abren ahora al Este, donde se aprecian las costas del Mediterráneo, y al Sur donde nos podremos asomar al inicio de la chimenea Durier, una de las vías de acceso clásicas al pico.

Tras un rato en la cima, bajaremos por el mismo camino al pueblo.

Una ruta muy bonita y dura, sin dificultades (en verano) pero que exige estar en buena forma física.