Pineda de la Sierra San Millan y Trigaza

Tenía que madrugar bastante, hay casi hora y media de coche desde Milagros a Pineda de la Sierra. Eligió el camino de Caleruega y Silos para ver de cerca la meseta del Carazo, futuro proyecto del corredor. La mañana estaba fresquita cuando enfiló el camino herboso que asciende hacia el San Millán. El camino sale al principio del pueblo, a mano derecha bajando por la carretera desde el puerto del Manquillo. Son unos nueve km de subida hasta la cumbre del San Millán sin perdida posible. Se ve la cima desde el inicio y el camino es muy claro y despejado. En la cima abuelo, padre y nietas almorzaban al abrigo del mojón cimero. No perdió, el corredor, la oportunidad de echar un buen trago de vino de la bota que le ofrecieron. -Esto es gasolina- indicó el abuelo, al acercársela. Alucinante, habían subido en coche desde Barbadillo. Las vistas desde la cumbre son flipantes. Toda la Sierra de la Demanda y Urbión (San Lorenzo, cumbre de Urbión...) hasta creo que se podiá distinguir el Moncayo, casi en tierras Aragonesas. Un espectáculo. El camino del corredor continuaba por el cordal cimero hacia el Trigaza, la segunda cumbre de la ruta. Desde el collado Flecho, entre ambas montañas, podía verse el lado norte del San Millán esculpido por el glaciarismo, mucho más agreste y vertical que las suaves lomas meridionales. Desde la cumbre del Trigaza, varias lomas descienden hacia el sur. Aunque al principio no hay un camino claro no le fue dificil al corredor dar con la que le dejaría de nuevo en Pineda. Una ruta para disfrutar muchísimo. Rápida, facil de seguir y con paisajes superchulos. Hay un meson junto a la carretera, en el mismo pueblo, cuyo nombre no recuerda el corredor que tiene una terraza con buena sombra y vistas al Mencilla. Allí supo dar cuenta de una buena jarra fria de cerveza. Maravillosa la iglesia parroquial de Pineda.