Sierra de Aloña desde Oñati (Gorgomendi-Buetraitz-Arkaitz-Arriurdin-Artzanburu)

Recorrido de la carrera "Aloñako Igoera", que hicimos para conocerlo antes de participar en ella.

Nos pareció muy duro, físicamente muy exigente y además con tramos técnicos donde no es fácil ir corriendo.
Aunque intentamos mantener un ritmo alto (con paradas para mirar el GPS, alguna equivocación y algunos pequeños descansos), tardamos 4 horas; nuestro objetivo de bajar de las 3 horas en carrera queda un poco lejos...

La sierra de Aloña es la prolongación de la de Aizkorri hacia el noroeste. Se considera que el collado de Biozkorna separa ambas sierras.

Las cumbres que componen Aloña son: Belar (897m), Gorgomendi o Aloñamendi o Gurutze (1.244m), Kurtzezar (1.287m), Buetraitz (1.320m), Arkaitz (1.312m), Urrabiatza (1.265m) y Biozkorna o Arriurdin (1.274m). Aunque nosotros también subimos a Artzanburu (1.365m) que pertenece a la sierra de Aizkorri.

Comenzamos el recorrido en Oñati, que por cierto, es un pueblo que merece una visita por sí mismo.
En la primera parte, pasando por el barrio de Garagaltza, alcanzamos una pista forestal que llega hasta la carretera que sube a Arantzazu, justo en la curva cerrada debajo de Urteagain. Hasta aquí se puede hacer todo el recorrido corriendo.

Tras cruzar la carretera, en el parking de Urteagain continuamos subiendo por un sendero al principio y pista forestal unos metros más arriba; ahora ya con terreno más vertical; pero la verdadera ascensión comienza con un giro a la izquierda, donde se abandona la pista y se sube por terreno herboso, prácticamente en línea recta, hasta Gorgomendi o Aloñamendi.
A medio camino pasamos por la cima de Belar (897m), tras la cual hay unos metros de descanso, para luego continuar con otro tramo duro hasta arriba.

En Aloñamendi (1.244m), una cima herbosa y suave, nos encontramos con una gran cruz que es visible desde Oñati. Se trata de la cima que da nombre a la sierra, pero ni la más alta de la misma ni la más atractiva.
Ya hemos subido 1.000 metros, pero lo más duro está por llegar.

Bajamos unos cuantos metros por terreno herboso y atacamos la cumbre más alta de la sierra de Aloña: Buetraitz (1.320m). Una corta subida, pero ya por terreno rocoso.
El descenso de Buetraitz es lo más delicado del recorrido: terreno muy abrupto y vertical y además con alguna zona expuesta.
Al alcanzar el collado (herboso), hay que volver a subir hasta la cima de Arkaitz (1.312m) y continuar por terreno rocoso y técnico durante unos cuantos cientos de metros. Al iniciar el descenso nosotros nos desviamos hacia la derecha, pero el camino bueno es prácticamente por la misma cresta.
Cuando alcanzamos el terreno herboso nos encontramos con un tramo cómodo, que ya era hora...

La verdad es que lo más abrupto se ha quedado atrás, pero todavía quedan las ascensiones a las dos últimas cimas del recorrido: Biozkorna o Arriurdin y Artzanburu; la primera de ellas sencilla, pero la segunda tiene un desnivel a salvar superior a los 200 metros.
Entre ambas cumbres se encuentra el collado de Biozkorna; en todo caso, la subida a Artzanburu no se hace directamente desde el collado, sino dando un rodeo hasta Eskista y alcanzando la cima por sus rampas herbosas occidentales.

Ahora queda la vuelta, donde apenas hay algún pequeño repecho, pero muy poca cosa. Lo que sí hay son zonas técnicas y descensos con pendientes fuertes donde no es fácil correr rápido.
La bajada comienza con una rampa hasta el collado de Biozkorna, un pequeño descanso y otro fuerte descenso por el GR-34.1 hasta llegar a un desvío a la izquierda, donde entramos en un sendero llano.
Dicho sendero, que comienza por terreno despejado, más adelante entra en el bosque, donde tiene tramos más o menos llanos y otros incómodos con fuerte pendiente en terreno irregular.

Antes de llegar a la carretera final, hay que recorrer una pista forestal con el piso muy irregular y erosionado por el agua, lo que dificulta mucho el recorrido.

En resumen, se trata de una ruta muy dura, pero preciosa.
Sería espectacular para hacerla andando, sin prisas; aunque sería necesaria toda la jornada para recorrerla con cierta tranquilidad. Aún así, el fuerte desnivel y la distancia obligan a estar en forma para afrontarla y poder disfrutarla.