Trail 3D Barjacoba - Porto

El penúltimo día de marzo, serían las nueve de la mañana cuando los corredores salían de barjacoba por el camino de la sierra. El cielo estaba gris y las nubes cubrían la parte superior de la ladeira. Aún así, no parecía que fuese a llover como el día de viernes santo. El suelo estaba saturado de agua, así que los corredores sabían que se mojarían algo más que las trabuco y las cabrakan. Saltaron el cancelo del camino de los años pares y a la altura del prado del frenxoso ya sentían en los calcetines, el agua que desbordaban las caldeiras. Mas arriba, en valdefornos, olvidaban ya lo que era tener los pies secos. LLegaban ya a la cota de los 1600 m y aparecían la primeras manchas de nieve. El campeón se adelantaba para revolcarse sobre ella. Continuaban los corredores entre la niebla, pendientes de las balizas para no perderse, camino de as lagoas dos cancelos. Una pena que las fotos no hagan justicia al instante en que aparecieron ante sus ojos. Pero mayor fue la injusticia que le hicieron, unos metros más abajo, a la mítica vega de valdexirgas. Verde intenso, retazos de nieve y girones de nubes. La represa del embalse hacía las veces de laguna en el fondo del valle. Los corredores flipaban con el espectaculo. Después de las fotos, doblaron a la izquierda sin abandonar las señales. Más que sendero, era un arroyo. Mas que correr, navegaban los corredores. El camino terminaba en la carretera de porto, junto al puente donde esta salva el bibey. Los cinco km de asfalto que bordean el embalse de porto hasta la presa, castigaron las piernas montañeras de los corredores. Cuando tomaron el camino hacia las lamas andaban casi más que corrían, pero al campeón todavía le sobraban fuerzas para salir detrás de alguna corza. Sobre las suaves camperas de la devesa grande, chapoteaban de nuevo las zapatillas. Curiosamente, a lagoa das lamas a penas parecía una charca. Bajaban, los corredores, camino del pedazo tres horas más tarde con los pies mojados y las gargantas secas. El campeón flipaba con sus nuevos compañeros, nunca se encontraron con las vacas.