Trail caminos tradicionales Barjacoba-Pías

El corredor llevaba un tiempo pensando en esta ruta. De hecho, la había intentado en una ocasión sin éxito, pues los caminos de esta sierra a veces son confusos porque se los traga el monte. Además, apenas queda ganado que los limpie. El corredor no quería apuntarse un nuevo fracaso, asi que realizó un estudio previo. Bajo un día por la carretera hasta el cruce para buscar donde salia el camino de la xirga, subir por él hasta el curro dos lobos y descender despues al pueblo. El camino de fervenza que también lleva hasta pías, el corredor lo tenía más claro porqué estaba balizado en todo su recorrido. Aún así, después no lo vió tan claro, pues las señales llevaban mas allá del barrio del cabeiqueiro y tuvo que rectificar para bajar directamente a pías la primera vez que hizo el recorrido. Consiguió completar la ruta, y campeón le acompañó durante todo el recorrido. Catorce o quince km con las rectificaciones y no sacaba ni la lengua, un verdadero skyrunner.

El corredor no pudo grabar la ruta porque no pilló bien la señal del gps. Estas tierras están alejadas, hasta de los satélites. Jota venía por aqui el viernes y el corredor pensó que seria una gran idea repetirla con él. Además ya conocía el camino y saldría un trazado muy chulo sin correcciones. El sabado la mañana era fría y la niebla enganchada en la ladeira comenzaría pronto a engullir los prados del valle. Caía una fina lluvia parecida al orbayu. Una mañana perfecta para correr por la montaña. Serían las nueve de la mañana cuando los corredores tomaban el camino de fervenza. Esta vez el campeón no les acompañaba. Cuando llegaron a la lagoa las zapatillas ya estaban encharcadas. Con la yerba alta de principios de verano los corredores pronto llevarían calados hasta los gayumbos y tras cruzar un par de revolcaderos, el barro casi les llegaba a las orejas. Ya no tenían frío y corrían en relevos intuyendo el sendero entre la niebla y la yerba, vadeando los arroyos y saltando los cables de los pastores eléctricos. Cuando más cerrada era la niebla y las xestas quemadas hacían el paisaje mas desolador, aparecieron entre la bruma los restos de los corrales de xaneiro, que el monte todavía no se había tragado. Ni cien historias de bruxas e meigas contadas en las noches mas oscuras del invierno podrían hacer sentir un estremecimiento igual al que sintieron los corredores al pasar por aquel lugar. Ni en sus mejores sueños o sus peores pesadillas los corredores hubiesen encontrado un camino como aquel para correr. En el primer desvío importante dejaron las flechas amarillas para descender al valle entre el espeso robledal y entrar en pías por el cementerio, por si el camino no era suficientemente lóbrego.

Continuaron por la carretera hacia porto y en la primera curva tras el cruce de barjacoba tomaron un camino a la derecha. En el primer km la pendiente es fuerte y aunque el robledal es bonito los corredores no estan para mirar paisajes. Después la pendiente se suaviza y el robledal se despeja permitiendo a los corredores observar el embalse de pias desde la altura. De nuevo, vuelve el robledal, el suelo se cubre de helechos y vuelven las fuertes pendientes. La lluvia y la niebla hacen que el paisaje parezca irreal. Un último esfuerzo lleva a los corredores hasta el curro dos lobos. Tras unas fotos, descienden por el camino de la Xirga hasta barjacoba.


Al bajar la ruta de jota para colgarla de nuevo se debe producir algun error porque suma un desnivel de más de mil metros, cuando el desnivel real es de unos quinientos metros.