El tranvía de Sóller. Anthercas

Algunas ciudades del mundo, como Lisboa, San Francisco o Melbourne, son famosas por sus tranvías históricos todavía en circulación, como el de Sóller; inaugurado en 1913, además de transportar pasajeros fue utilizado para el tráfico de mercancías hacia el puerto. En un pequeño vagón isotermo se transportaba el pescado fresco del Port a Sóller y en remolques se llevaba carbón a la antigua base militar de submarinos del Port de Sóller, a la fábrica de «el Gas»; así como minas y torpedos transportados desde el polvorín de Caubet.

Los tres automotores de tranvía numerados del 1 al 3 y sus remolques 5 y 6 son los originales de 1913, fueron encargados a la casa zaragozana Carde & Escoriaza. Las jardineras (abiertas en sus flancos, permiten disfrutar del paisaje con buen tiempo), se adquirieron de los tranvías de Palma en 1954; dispone de cinco automotores de tranvías provenientes de Lisboa; el recorrido hasta el puerto es de 25 minutos, cuesta 8 € ida que se pagan en su interior.

Parte de la estación donde se enganchan vagones a demanda, deja la Plaza de España para bajar por el arbolado paseo de Es Born, entra en la Plaza Constitución, centro neurálgico de la localidad, ajetreada y bulliciosa los sábados de mercado. Por la izquierda veremos el edificio consistorial y a la derecha el conjunto arquitectónico de estilo modernista formado por las fachadas de la iglesia de Sant Bartolomé y el antiguo Banco de Sóller (Ahora Santander).

Se adentra en un territorio más rural, compuesto por los jardines traseros de las casas y los huertos de naranjos y limoneros. Va cogiendo algo de velocidad y traqueteo mientras observamos el Torrent Major, sorteado por el tranvía sobre un pequeño puente de acero.

El/la maquinista frena el convoy a su paso por el barrio de L’Horta, si el viajero le avisa haciendo sonar la campanilla, tirando de una correa que cuelga del techo del vagón; los rieles atraviesan la carretera que une Sóller con su Puerto, camino hacia el mar entre la carretera y el cauce del Torrent Major

A la altura de Sa Roca Rotja hay un desdoble de vías, para dejar pasar al convoy gemelo en su trayecto de retorno a Sóller. Finalmente se desliza por el paseo peatonal de Es Través con la panorámica de la bahía a la izquierda al puerto de Sóller; además de la actividad pesquera es un animado centro vacacional.