26-4-2023 Camino equipado a la Ermita de San Martín de la Bal d'Onsera (Sierra de Guara)

Fácil excursión a la Ermita de San Martín, por camino equipado (via ferrata de nivel K1) para acercarnos a uno de los rincones más insólitos y espectaculares del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, ascendiendo por el lecho de un barranco seco y por un espeso bosque de carrascas y boj hasta el aéreo collado de San Salvador. Luego, a través de un descenso hasta el fondo del barranco de San Martín ayudados por unas sirgas, se alcanza un singular circo de roca donde se ubica la ermita rupestre de origen visigótico, junto a la cascada de más de 30 metros.



ERMITA DE SAN MARTIN DE LA VAL DE ONSERA
San Martín de la Val de Onsera fue un importante monasterio de la alta edad media que gestiona a la vida de otros monasterios de la zona como San Ginés de Isarre, San Pedro de Antefuenzo, San Urbez de Nocito y San Cosme.
Este fue un monasterio masculino hasta mediados del siglo XII, después pasó a ser utilizado por monjas hasta que en el año 1572 lo abandonaron, dejando a un ermitaño al cuidado del edificio. En 1640 se realizaron obras de mejora y el monasterio se conservó en buen estado hasta que fue saqueado durante los años de la Guerra Civil española.
Se cree que en San Martín de la Val de Onsera estuvo San Urbez dedicado a la vida eremítica, además, el enclave estuvo relacionado durante la Edad Media con el mito de la fecundidad ya que acudían a él reyes y nobles aragoneses en busca de descendencia.
Los vecinos de los pueblos cercanos aún realizan anualmente la tradicional romería a San Martín el último domingo de mayo.

¿De dónde viene el nombre de Onsera?
Cuenta la leyenda que existió un "Home Grandizo" en un lugar llamado la Val d´Onsera. Dicen de él que caminaba acompañado de un enorme oso. No sería muy descabellado imaginar que este fantástico personaje hubiera habitado junto al santuario de San Martín, pasando a llamar San Martín de la Val ´Onsera.
Otra posibilidad es que el valle se llame de la Osera, pues seguro es que no hace muchos años estos animales, los osos, que tan abundantes fueron en Aragón, eligieran este agreste y escondido paraje para habitar.

RUTA
La excursión se inicia en el lecho del barranco de San Martín, de caminar incómodo por las piedras de conglomerado y con zonas de badinas que deberemos superar, nos dará acceso al pie del collado de San Salvador donde encontraremos una bifurcación.
Lo recomendable es subir por el tramo equipado, el paso dera Biñeta, siguiendo a la izquierda y dejar para la bajada la senda de la derecha, el llamado Camino de los Burrros con menos desnivel aunque más largo, perfecto para los que sufran de vértigo y no quieran subir por el lado equipado.

El paso de la Viñeta son en realidad tres tramos diferentes con escalones tallados en la roca, pasamanos y cable de acero. Aunque el paso no es complicado la altura se merece toda nuestra atención, si queremos podemos asegurarnos con mosquetón y arnés.
Desde las últimas escaleras las vistas al barranco son amplias, y en dos pasos llegaremos al collado de San Salvador.

Casi tenemos la ermita a tiro de piedra pero ésta se esconde detrás de unos paredones, y deberemos bajar de nuevo al barranco, esta vez por inclinadas placas equipadas con cable de acero.
El ambiente es salvaje, nos rodean altas paredes y numerosas aves sobrevuelan nuestras cabezas. La ermita sólo se dejará ver una vez estemos en el interior del barranco entre la espesura de la vegetación, enclavada debajo de una gran oquedad y junto a un salto de agua, ocupa el único espacio que le deja el barranco que se cierra más arriba formando un gran patio natural.