Ferrata Callejo Madero-01-MAYO-2022

El acceso al aparcamiento se realiza por la carretera que va de Ramales de la Victoria a Guardamino, llegando hasta el barrio de La Gandulina, donde tomamos el cruce a mano derecha antes de una curva pronunciada. Enseguida vemos el aparcamiento.

Catalogada con dificultad k4 ( físico) y k5( psicológico), tiene una longitud aproximada de 300 m salvando un desnivel de unos 75 m.
Es una Ferrata diferente, ubicada en una torca, en la que primero desciendes al fondo de la misma para luego recorrerla en ascenso.
Se trata de una torca de hundimiento. Un antiguo sumidero creó una gran cavidad, hoy fósil, de la que se colapsó el techo dando lugar a esta sima. Presenta una altura vertical de 75m. y una base elíptica de 75 m. en su eje mayor y 50 m. en su eje menor. Al principio vertical y luego extraplomada, tiene una forma tronco-cónica mas ancha en su base que en la apertura.

La aproximación a la torca son unos 20 minutos por pista ascendente.

Comenzamos la vía con un primer tramo bastante vertical entre árboles, que nos lleva a un muro totalmente vertical equipado con grapas por el que descendemos hasta estar a casi 40 metros del suelo, donde encontramos una instalación de rapel. El lugar es bastante incómodo, así que mejor asegurarse antes de entrar en la Ferrata de que tenemos a mano todo lo necesario y de que la cuerda no está liada ni se va a liar al soltarla.
Desde aquí al fondo de la torca hay un rappel de unos 37 metros, en su mayor parte volado.
La torca está húmeda y su suelo es algo embarrado, lo que hace que las grapas de salida estén embarradas también y el recorrido en general sea algo resbaladizo.
El recorrido de salida es independiente del de bajada, pero está en la misma pared.
Comienza con un tramo vertical de unos 25 m. de desnivel que termina en una vira lateral que nos dará acceso a un puente tibetano. En este tramo hay un par de grapas colgantes de un cable, a modo de columpio, para poner el pie, se hace un poco raro.
Al final de la vira hay un puente tibetano que cruza a la pared de enfrente. No tiene linea de vida por arriba, asi que el disipador va en los cables de las manos, con la particularidad de que hay un empalme de cable hacia la mitad que te obliga a cambiar el disipador. La pared donde termina el puente, es la que tenemos que trepar para terminar la ferrata, y cuenta con tramos algo desplomados, así que hay que tirar de brazo.
Al salir arriba enseguida enlazamos con el sendero de acceso a la torca, que nos devuelve al punto de inicio.