Ferrata Canal del Grau, Canillo. Andorra.

Bonita y entretenida vía ferrata que la realizamos el día 15 de agosto de 2016
Ferrata situada en la localidad de Canillo en Andorra. El acceso a la vía está situado 100 metros antes de llegar a la localidad de Canillo, yendo desde Andorra la Bella a Canillo. Está bien señalizada junto a la carretera a mano izquierda con un cartel indicativo para acceder a las ferratas de Canal del Grau, Racóns y zonas de escalada.
El vehículo lo dejamos aparcado nada más entrar en Canillo. Nos ponemos en marcha recorriendo hacia el punto de inicio de la ferrata unos centenares de metros por la carretera y nos tenemos que acercar a las escaleras que hay entre las redes protectoras para los desprendimientos. Vanos subiendo por senda rebasando dichas redes, nada más rebasar la última red tenemos a mano derecha el desvío para acceder a la ferrata de Racóns, y unos metros más adelante nos encontramos con tramos de escalada equipados con cable.
Para llegar a la ferrata del Canal del Grau, debemos seguir por el sendero que a partir de este punto se hace tortuoso, dejándonos dentro del canal y finalmente nos lleva al inicio de la vía.
Llegados al comienzo de la ferrata, nos equipamos con arneses y demás elementos de seguridad. El primer tramo es una zona horizontal equipada con cadenas y pequeños resaltes que se superan sin dificultad alguna. Este tramo nos lleva directamente al puente colgante, al que se accede destrepando un pequeño resalte.
Una vez cruzado el puente la vía se va haciendo más exigente en donde habrá que ir superando algún resalte con el hierro justo para salir sin grandes apuros.
Superada esta parte alcanzamos una cresta que nos conduce a un nuevo resalte que como el anterior tiene su pequeña dificultad para superarlo pensando en buscar los mejores apoyos para superarlo con éxito.
Superado esta zona llegamos al tramo final de la vía, conformado por un paso lateral que nos lleva hasta el puente tibetano. Este paso está equipado con cadenas y peldaños para las manos y la pared es muy vertical y lisa, por este motivo cuesta encontrar puntos de apoyo para superarlo.
Pasamos el pequeño puente tibetano y hacemos una última ascensión que nos lleva al punto y final de la vía.
Regresamos por una pequeña senda que nos lleva por la ladera de la montaña de nuevo a la senda de subida que hemos utilizado antes. Como pasamos por el desvío a la de Racóns, vamos a por ella para completar la tarde.
Entretenida vía ferrata de dificultad K3 con unas vistas pirenaicas muy bonitas.