Ferrata de Sorrosal en Broto (Huesca)

Esta fantástica Vía ferrata está situada al lado mismo del pueblo aragonés de Broto (Huesca).

(Mapa del lugar)

La ferrata del barranco del Sorrosal es tan conocida y atrae a tanta gente que ha dado vida por sí misma a este pequeño pueblo de poco más de 500 habitantes. Existe un parking libre y cercano a la ferrata, donde cómodamente dejamos nuestro vehículo. Está situado junto al río y siguiendo a éste nos introducimos directamente en el Barranco del Sorrosal.

(Acceso a la ferrata)

Antes de llegar vemos otro cartel informativo de una Vía Ferrata de iniciación para niños, llamada "Los duendes del Sorrosal" y clasificada como de dificultad K1.

(Cartel de otra ferrata K1)

Continuamos caminando un poco por el márgen derecho del río y enseguida accedemos a un pequeño puente metálico. Atravesándolo nos encontramos a una persona encargada de cobrar una pequeña cantidad (2-3 euros) a cada visitante. Junto a él otro cartel informativo (ya gastado) de la Vía Ferrata de Sorrosal.

(Cartel informativo de la Ferrata de Sorrosal K3)

Ésta es una vía ferrata de nivel K3 (dificultad media). Dicha gradación se basa en la escala de Hüsler de 2007:
-- K1 (fácil)
-- K2 (poco difícil)
-- K3 (algo difícil)
-- K4 (difícil)
-- K5 (muy difícil)
-- K6 (extremadamente difícil)
Para mayor detalle sobre estos niveles y su significado se puede consultar la página de DEANDAR.COM

En el cartel se nos informa que la ferrata supera un desnivel de 200 metros, en un recorrido de 600 metros. En cuanto a los tiempos requeridos para recorrerla, nos dicen que bastan 5 minutos de aproximación, 1h 55' de ascenso y 20' de descenso.

Tras pagar la tasa correspondiente andamos unas decenas de metros y accedemos al punto de inicio de la ferrata. Está señalado con una placa conmemorativa y además ya vemos el cable de vida al que asegurarnos y la cadena de ayuda para trepar.

(Inicio de la ferrata)

En la primera parte el objetivo está muy claro y desde abajo se divisa claramente. Hay que alcanzar un agujero situado en lo alto de la pared vertical, algo por encima y a la izquierda del chorro de la cascada.

(Primer objetivo)

Atravesamos al inicio un paraje bastante terroso y suelto. Hay una cadena que nos ayuda a tener un agarre sólido en la progresión. Y también contamos con grapas robustas y alguna que otra clavija de hierro.

(Progresión por terreno terroso)

Seguidamente alcanzamos una cornisa rocosa. Nos desplazamos por ella hacia la derecha hasta una escalera vertical fijada a la pared. Hay que subir varias largas y verticales escaleras sucesivamente.

(Escaleras en pared vertical)

Nos hacen ganar altura progresivamente y con cada cambio de escalera nos desplazamos un poco lateralmente. Así al término de la última escalera, alcanzamos directamente la abertura del túnel que constituye nuestro primer objetivo.

(Escaleras. Llegando al túnel)

Una vez en el túnel recorremos unos metros y salimos a la zona de la cascada. Si el día es luminoso puede no ser necesario el uso de frontal. Pero conviene contar con él para evitar algún golpe innecesario. A la salida del túnel nos aguarda una cornisa algo resbaladiza por la cual habremos de progresar y trepar un poco.

(Salida del túnel)

A continuación viene un pequeño puente tibetano de tres cables. Hemos de atravesarlo para acceder a la pared contraria.

(Puente tibetano)

Y finalmente habremos de trepar la pared de la cascada, unas veces ayudados por grapas y otras utilizando los apoyos de la propia pared.

(Trepando la pared de la cascada)

Abandonamos la zona de la cascada y subimos ahora por una pared vertical bien surtida de grapas.

(Pared vertical con grapas)

Pasamos por una estrecha cornisa y comenzamos a trepar por otra pared vertical. En ésta hay menos grapas, pero contamos con apoyos de escalada convenientemente distribuidos a lo largo del recorrido.

(Pared vertical con apoyos)

Al salir de esta zona de trepada atravesamos un bosquecillo y nos situamos en una cornisa rocosa.

(Salida a cornisa)

Las vistas desde esta posición son espectaculares, tanto hacia el pueblo de Broto como a la cascada de Sorrosal.

(Vista a la cascada. Si nos fijamos podemos ver un grupo en las escaleras)

Terminamos de recorrer la cornisa y hay que hacer una pequeña trepada para subir a otra cornisa más estrecha.

(Trepada a otra cornisa)

Recorremos esta última cornisa acompañados de unas vistas increiblemente bellas.

(Última cornisa)

Tras una pequeña trepada final terminamos la vía ferrata, no sin antes echar un último vistazo a la espectacular imágen de la cascada y su cautivador entorno.

(Última mirada a la cascada)

Seguimos un sendero muy bien definido que atraviesa bosque y campos, para desembocar de nuevo en el pueblo de Broto y su aparcamiento.

Una ruta para no olvidar, tanto por el interés de la vía ferrata como por lo asombroso de sus paisajes.
"La meta es el camino"