Albayzín (Granada)
near El Albaicín, Andalucía (España)
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Itinerary description
Paseo por el bello barrio granaíno del Albayzín (o Albaicín), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Fue el primer asentamiento de población en la ciudad -por los íberos-, aunque se abandonó tras la desaparición del imperio romano, hasta la fundación del reino zirí en el siglo XI. Es pues uno de los núcleos de la Granada musulmana, junto al Realejo y Bib-Rambla. De esta época es la muralla Qadima que lo rodeaba, así como su nombre, que hace referencia a un barrio en altura. Y en efecto, lo forman un entramado de calles, callejuelas y placitas de inconfundible sello árabe, que se extiende desde San Cristóbal en su parte más elevada hasta el Darro, a los pies de la Alhambra. Son también numerosos los “cármenes” (la vivienda tradicional con su huerto o jardín rodeada por un alto muro que la aísla) y los aljibes de época musulmana (hubo casi una treintena, de los que se conservan la mayoría, aunque sin uso por la rotura de las canalizaciones; el agua venía por la acequia Aynadamar, desde la Fuente de las Lágrimas, surgencia de aguas subterráneas donde las pequeñas burbujas subían a la superficie en forma de lágrimas).
Salgo desde el aparcamiento de la Facultad de Filosofía, en el barrio de la Cartuja, bajando hasta el Convento de la Merced y entrando en calle Elvira a espaldas de su puerta. Continúo por ella hasta que por la calle de la Calderería Nueva, repleta de pequeñas tiendas de sabor árabe, subo frente a la iglesia de San Gregorio, la rodeo por su derecha para bajar a Plaza Nueva, junto a la Chancillería, órgano judicial establecido aquí por Isabel la Católica en el siglo XVI (fue Audiencia y Tribunal Superior de Justicia), declarada BIC, con su fachada barroca y patio atribuído a Diego de Siloé, artífice de la vecina iglesia de San Gil y Santa Ana (con azulejos bicolor en su torre de ladrillo) y del pilar del Toro, en la plaza de Santa Ana. Caminamos junto al Darro, con sus puentes que lo cruzan ( y los restos del Puente del Cadí, parte del arco de herradura y la torre que lo protegía) y magníficas vistas de la Alhambra, destacando la mole de la Torre de Comares (que podemos ver en la soberbia portada, posiblemente también de Siloé, de la Casa de Castril, por formar parte del escudo de armas de su propietario; hoy es la sede del Museo Arqueológico Provincial). Enfrente está la iglesia de San Pedro y San Pablo, con los titulares en una hornacina de su fachada renacentista. Pero antes, me desvío por la Cuesta de Santa Inés pasando junto a la Casa-Palacio de los Ágreda (s. XVI, perteneció a Don Diego de Ágreda, regidor de la ciudad y caballero santiaguista), el Palacio de los Olvidados (Museo de la Inquisición) y el Convento de Santa Inés; por la calle Carnero llegamos al Monasterio de la Concepción (portada gótica) y bajando de vuelta a la Carrera del Darro por la calle Concepción de Zafra al Convento de Santa Catalina de Zafra (fundado por Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos). Pasamos entre el Monasterio de San Bernardo y la Casa de las Chirimías, antes del Puente de las Chirimías: aquí empieza el Paseo del Padre Manjón, más conocido popularmente como el Paseo de Los Tristes (debido a que por aquí pasaban los cortejos fúnebres camino del cementerio); al final del mismo, dejando a la derecha el Puente del Aljibillo (siglo XI), se asciende por la Cuesta del Chapiz. Al poco, a la derecha, se entra en los jardines del Palacio de Los Córdova, actual Archivo Histórico de la Ciudad. Por la acera de enfrente pasamos bajo el Arco de San Juan de los Reyes, en busca de la iglesia homónima, gótica, edificada sobre una mezquita (el alminar se convirtió en el campanario); la rodeamos subiendo por la Placeta de las Escuelas y zigzagueando un poco llegamos a la iglesia del Salvador (antigua mezquita mayor, de la que aún se conserva el patio de abluciones). Al lado está la plaza Aliatar (donde se degustan unos muy afamados caracoles). Continuando por la calle Pagés, pasada la plaza e iglesia de Fátima, está la casa de los Mascarones, y frente a ella, la calle Agua del Albayzín, por la que bajo hasta la populosa Plaza Larga. Saliendo por el Arco de las Pesas (uno de los ejemplos más tempranos de puerta en recodo de la Granada islámica),antiguo acceso en la muralla zirí (así llamado por guardarse aquí las pesas defectuosas confiscadas), por la placeta de las Minas y el callejón de las Campanas, arribamos a la iglesia de San Nicolás, mudéjar, junto a su aljibe y su famosísimo (y casi siempre concurridísimo) mirador, con excelentes vistas sobre la Alhambra y el Generalife, con el telón de fondo de Sierra Nevada.
Después de esta preceptiva visita, bajando por el Camino Nuevo de San Nicolás, llegamos al principal monumento del Albayzín: el Convento de Santa Isabel la Real, fundado por Isabel I (cómo no, sobre una mezquita), con el yugo y las flechas y el escudo de los RRCC en su portada gótica. Calle adelante, está la iglesia de San Miguel Bajo y bajando por las calles Cauchiles de San Miguel y de San José, la del último santo (precedida por el Alminar de Almorabitun). Bajo un poco más por la Cuesta de San Gregorio, para volver a subir por el callejón del Gato, la Cuesta de Marañas y la Cruz de Quirós: esta tiene un espléndido mirador (el Ojo de Granada) y luego se continúa con el mirador del Carril de la Lona. Desde aquí volvemos a la plaza de San Miguel Bajo, pasando junto a la estatua del Cristo de las Azucena,rodeado de faroles; se le conoce también como el Cristo de las Lañas o de las Grapas, porque fue destruido por los republicanos durante la Guerra Civil y sus fragmentos recogidos esa misma noche por los vecinos y guardados secretamente en sus casas hasta el final de la guerra, cuando los ensambló un gitano “lañaor“; tras acabar se cuenta que dijo: “éste ya no se escapa más”; luego se restauró y se emplazó aquí.
Por los callejones del Gallo, del Agua y Ladrón del Agua, rodeo el palacio de Dar al-Horra (que fue residencia de Aixa, madre de Boabdil el Chico, último rey nazarí de Granada). Se sale por el callejón de las Monjas del Albayzín, pasando junto al Huerto del Carlos (parque de Santa Isabel la Real) y al Aljibe del Rey, para llegar por la calle Aljibe de la Gitana nuevamente al Arco de las Pesas; se recruza por él, pero ahora girando por la Cuesta de la Alhacaba e inmediatamente tomando la Calle Larga de San Cristóbal, por la que se alcanza la Carretera de Murcia (junto a la iglesia de San Cristóbal). En el mirador homónimo hay una buena vista de las murallas ziríes y bajando por las calles Ceniceros y Veredillas de San Cristóbal también gozaremos de magníficas vistas de la ciudad. Se finaliza el recorrido por las calles Alpargatería Alta y Barrichuela de Cartuja y por la Cuesta de san Antonio, que baja hasta la calle Real de Cartuja.
Salgo desde el aparcamiento de la Facultad de Filosofía, en el barrio de la Cartuja, bajando hasta el Convento de la Merced y entrando en calle Elvira a espaldas de su puerta. Continúo por ella hasta que por la calle de la Calderería Nueva, repleta de pequeñas tiendas de sabor árabe, subo frente a la iglesia de San Gregorio, la rodeo por su derecha para bajar a Plaza Nueva, junto a la Chancillería, órgano judicial establecido aquí por Isabel la Católica en el siglo XVI (fue Audiencia y Tribunal Superior de Justicia), declarada BIC, con su fachada barroca y patio atribuído a Diego de Siloé, artífice de la vecina iglesia de San Gil y Santa Ana (con azulejos bicolor en su torre de ladrillo) y del pilar del Toro, en la plaza de Santa Ana. Caminamos junto al Darro, con sus puentes que lo cruzan ( y los restos del Puente del Cadí, parte del arco de herradura y la torre que lo protegía) y magníficas vistas de la Alhambra, destacando la mole de la Torre de Comares (que podemos ver en la soberbia portada, posiblemente también de Siloé, de la Casa de Castril, por formar parte del escudo de armas de su propietario; hoy es la sede del Museo Arqueológico Provincial). Enfrente está la iglesia de San Pedro y San Pablo, con los titulares en una hornacina de su fachada renacentista. Pero antes, me desvío por la Cuesta de Santa Inés pasando junto a la Casa-Palacio de los Ágreda (s. XVI, perteneció a Don Diego de Ágreda, regidor de la ciudad y caballero santiaguista), el Palacio de los Olvidados (Museo de la Inquisición) y el Convento de Santa Inés; por la calle Carnero llegamos al Monasterio de la Concepción (portada gótica) y bajando de vuelta a la Carrera del Darro por la calle Concepción de Zafra al Convento de Santa Catalina de Zafra (fundado por Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos). Pasamos entre el Monasterio de San Bernardo y la Casa de las Chirimías, antes del Puente de las Chirimías: aquí empieza el Paseo del Padre Manjón, más conocido popularmente como el Paseo de Los Tristes (debido a que por aquí pasaban los cortejos fúnebres camino del cementerio); al final del mismo, dejando a la derecha el Puente del Aljibillo (siglo XI), se asciende por la Cuesta del Chapiz. Al poco, a la derecha, se entra en los jardines del Palacio de Los Córdova, actual Archivo Histórico de la Ciudad. Por la acera de enfrente pasamos bajo el Arco de San Juan de los Reyes, en busca de la iglesia homónima, gótica, edificada sobre una mezquita (el alminar se convirtió en el campanario); la rodeamos subiendo por la Placeta de las Escuelas y zigzagueando un poco llegamos a la iglesia del Salvador (antigua mezquita mayor, de la que aún se conserva el patio de abluciones). Al lado está la plaza Aliatar (donde se degustan unos muy afamados caracoles). Continuando por la calle Pagés, pasada la plaza e iglesia de Fátima, está la casa de los Mascarones, y frente a ella, la calle Agua del Albayzín, por la que bajo hasta la populosa Plaza Larga. Saliendo por el Arco de las Pesas (uno de los ejemplos más tempranos de puerta en recodo de la Granada islámica),antiguo acceso en la muralla zirí (así llamado por guardarse aquí las pesas defectuosas confiscadas), por la placeta de las Minas y el callejón de las Campanas, arribamos a la iglesia de San Nicolás, mudéjar, junto a su aljibe y su famosísimo (y casi siempre concurridísimo) mirador, con excelentes vistas sobre la Alhambra y el Generalife, con el telón de fondo de Sierra Nevada.
Después de esta preceptiva visita, bajando por el Camino Nuevo de San Nicolás, llegamos al principal monumento del Albayzín: el Convento de Santa Isabel la Real, fundado por Isabel I (cómo no, sobre una mezquita), con el yugo y las flechas y el escudo de los RRCC en su portada gótica. Calle adelante, está la iglesia de San Miguel Bajo y bajando por las calles Cauchiles de San Miguel y de San José, la del último santo (precedida por el Alminar de Almorabitun). Bajo un poco más por la Cuesta de San Gregorio, para volver a subir por el callejón del Gato, la Cuesta de Marañas y la Cruz de Quirós: esta tiene un espléndido mirador (el Ojo de Granada) y luego se continúa con el mirador del Carril de la Lona. Desde aquí volvemos a la plaza de San Miguel Bajo, pasando junto a la estatua del Cristo de las Azucena,rodeado de faroles; se le conoce también como el Cristo de las Lañas o de las Grapas, porque fue destruido por los republicanos durante la Guerra Civil y sus fragmentos recogidos esa misma noche por los vecinos y guardados secretamente en sus casas hasta el final de la guerra, cuando los ensambló un gitano “lañaor“; tras acabar se cuenta que dijo: “éste ya no se escapa más”; luego se restauró y se emplazó aquí.
Por los callejones del Gallo, del Agua y Ladrón del Agua, rodeo el palacio de Dar al-Horra (que fue residencia de Aixa, madre de Boabdil el Chico, último rey nazarí de Granada). Se sale por el callejón de las Monjas del Albayzín, pasando junto al Huerto del Carlos (parque de Santa Isabel la Real) y al Aljibe del Rey, para llegar por la calle Aljibe de la Gitana nuevamente al Arco de las Pesas; se recruza por él, pero ahora girando por la Cuesta de la Alhacaba e inmediatamente tomando la Calle Larga de San Cristóbal, por la que se alcanza la Carretera de Murcia (junto a la iglesia de San Cristóbal). En el mirador homónimo hay una buena vista de las murallas ziríes y bajando por las calles Ceniceros y Veredillas de San Cristóbal también gozaremos de magníficas vistas de la ciudad. Se finaliza el recorrido por las calles Alpargatería Alta y Barrichuela de Cartuja y por la Cuesta de san Antonio, que baja hasta la calle Real de Cartuja.
Waypoints
Monument
2,277 ft
Real Audiencia y Chancillería de Granada (sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía)
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