Alcúdia y su Muralla medieval. Anthercas

Accedemos desde Palma por la Ma-13 a Alcúdia, localidad de origen romano situada al norte de la isla y antigua capital de Mallorca. Antiguamente conocida como Pollentía, estuvo habitada por fenicios, griegos y romanos.

Aparcamos enfrente de la iglesia de Sant Jaume, de estilo neogótico y construida en las restauradas murallas medievales del municipio, que van rodeando el casco viejo por zona bien conservada, de calles estrechas y edificios antiguos.

Paseando por el Camino de Ronda intramuros, vemos en la Puerta de Mallorca una Yamaha Virago tuneada artillera y, poco mas adelante, la información histórica de La rebelión de las Germanías (hermandades gremiales), conflicto que se produjo en los reinos de Valencia y Mallorca a comienzos del reinado de Carlos I, entre 1519 y 1523. La germanía (de germà, hermano en valenciano) era el sistema de reclutamiento que intentaron instaurar, ya que los artesanos del reino de Valencia, habían adquirido durante el reinado de Fernando el Católico, el privilegio de formar unas milicias en caso de necesidad de lucha contra las flotas berberiscas; por su parte, la aristocracia cuyas riquezas e importancia adquiridas por los nobles en sus continuas expediciones militares, habían dado a esta clase tal influjo que, creyéndose poco favorecidos por los fueros, trataron de obtener una mayoría en el consejo de la ciudad, nombrando por sí los dos síndicos forales, todo ello en tiempos de acentuada crisis para los plebeyos, lo que motivó una guerra,

Otro cartel nos habla de la Muralla que el Rey Jaime II ordenó construir, con 1 km de perímetro y 6 m de altura; aún se mantienen intactas las 26 torres que servían como puntos de vigilancia y protegían a la ciudad de corsarios, piratas y malhechores; se conservan tres puertas: Porta de Moll, Porta de la Vila Roja y Porta de Mallorca.

Subo a lo alto de sus almenas a 6 m de altura, obteniendo una perspectiva diferente del entorno y las casas de la Alcúdia; cual soldado haciendo guardia por la muralla, me acerco a uno de sus grandes miradores sobre la Puerta de la Villa Roja, donde se termina el paso y he de bajar a tierra firme.

Rodeamos por la ultima puerta conservada, Portal del Moll, servía de entrada a la vieja ciudad medieval de Alcúdia, erigiéndose como su símbolo representativo; dejando la linea defensiva de la muralla, nos internamos en el casco viejo hacia la Plaza de la Constitución; cambiamos de dirección rodeando por la casa consistorial a la Plaza de las Verduras y dejamos atrás el edificio del Consorcio de la Ciudad romana de Pollentía.

Callejeamos recuperando la muralla de vuelta a la Iglesia de San Jaime, apreciando su fachada con arco ojival, rosetón y la peana con la imagen de Santiago; alberga el Museo parroquial que incluye pinturas, ornamentos, esculturas, vestimentas y objetos de culto. Solo nos resta cruzar la carretera al aparcamiento.