BARXA - O MONDON
near Barja, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta realizada en otoño de 2013 con los amigos de la Dinámica.
El otoño en A Rúa es una conjunción de maravillas: árboles de hoja caduca que van cambiando de color dando las diferentes tonalidades de la estación, castaños con sus frutos tan preciados listos para ser recogidos y vendimia ya realizada (buen tiempo para la cata).
Gracías a nuestros magníficos guías de la tierra (Merelles y familia) nos fuimos parte de los amigos a pasar dos días magníficos a la tierra del vino Valdeorras, segunda denominación de origen más antigua de España.
Y no podía ser de otra forma, que había que hacer una ruta de senderismo. Nos fuimos en coches hasta Barxa, por pistas asfaltadas estrechas, poco transitadas. El viaje hasta allí ya merece la pena por los paisajes que vamos observando.
En Barxa tomamos una pista de tierra que va subiendo lentamente, rodeados de castaños. Subiremos por la margen derecha del río Xares, remontando por encima de la presa de Badia.
Por supuesto, en este tiempo otoñal, hicimos un alto en los castaños de Suso y Tina para ayudarles en la recogida de la castaña. Aunque vista la habilidad de Suso para recogerlas y trasportarlas, no se si les servimos de mucho.
Una vez repuestas las fuerzas y, por indicación de Merelles, nos acercamos hasta el Balneario de O Mondón. Merece la pena llegar por las vistas que tendremos del embalse de Badia y porque aquí el camino se transforma en senda, lo que hace a este sitio más mágico.
Este pequeño núcleo de O Mondón, no nació como un balneario, sino como una pequeña explotación metalúrgica, A Ferrería, existente antiguamente en las cercanías (en el siglo XIX). Sobre este enclave, D. Emilio López López fue el fundador en el año 1903 de "Aguas medicinales de Santo Tomás de Beto (Móndón)". Era D. Emilio un hombre trabajador y mañoso, de carácter independiente y autónomo. Conocedor de todo tipo de disciplinas artesanales dominaba especialmente la del cobre. Construía todo tipo de recipientes, calderos, potes y alambiques con los que luego comerciaba en la feria de S. Martiño, siendo a su vez este pueblo la principal vía de aprovisionamiento y suministro para el balneario.
La fuente, denominada Fonte do Ferro estaba a 700 metros de la casa y había un paseo con anchura de carro por el que los agüistas iban con su vaso a beber las aguas medicinales; lo recorrían durante 9 días 2 veces al día, a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde. Algunas iban tejiendo en la rueca. Existe un análisis de la época en donde se describen las propiedades de las aguas indicadas para el aparato digestivo.
Como los grandes Pazos, también Mondón tenía su capilla particular, tenía tribuna y retablo presidido por la imagen de San Francisco Javier. Todas las habitaciones tenía luz de carburo, había una instalación completa de alumbrado en el interior de las casas y en la plaza principal. Existía una tienda con todos los servicios y venían el panadero y el carnicero. Este bello lugar estuvo siempre incomunido, no se ejecutó la carretera prometida desde Madrid, ni se colocó un puente cuando se hizo el embalse en los años 50. Tampoco llegó nunca la luz.
Fue habitado por Maruja López y su esposo Modesto hasta los años 70 en que se trasladaron al vecino pueblo de San Martín.
El otoño en A Rúa es una conjunción de maravillas: árboles de hoja caduca que van cambiando de color dando las diferentes tonalidades de la estación, castaños con sus frutos tan preciados listos para ser recogidos y vendimia ya realizada (buen tiempo para la cata).
Gracías a nuestros magníficos guías de la tierra (Merelles y familia) nos fuimos parte de los amigos a pasar dos días magníficos a la tierra del vino Valdeorras, segunda denominación de origen más antigua de España.
Y no podía ser de otra forma, que había que hacer una ruta de senderismo. Nos fuimos en coches hasta Barxa, por pistas asfaltadas estrechas, poco transitadas. El viaje hasta allí ya merece la pena por los paisajes que vamos observando.
En Barxa tomamos una pista de tierra que va subiendo lentamente, rodeados de castaños. Subiremos por la margen derecha del río Xares, remontando por encima de la presa de Badia.
Por supuesto, en este tiempo otoñal, hicimos un alto en los castaños de Suso y Tina para ayudarles en la recogida de la castaña. Aunque vista la habilidad de Suso para recogerlas y trasportarlas, no se si les servimos de mucho.
Una vez repuestas las fuerzas y, por indicación de Merelles, nos acercamos hasta el Balneario de O Mondón. Merece la pena llegar por las vistas que tendremos del embalse de Badia y porque aquí el camino se transforma en senda, lo que hace a este sitio más mágico.
Este pequeño núcleo de O Mondón, no nació como un balneario, sino como una pequeña explotación metalúrgica, A Ferrería, existente antiguamente en las cercanías (en el siglo XIX). Sobre este enclave, D. Emilio López López fue el fundador en el año 1903 de "Aguas medicinales de Santo Tomás de Beto (Móndón)". Era D. Emilio un hombre trabajador y mañoso, de carácter independiente y autónomo. Conocedor de todo tipo de disciplinas artesanales dominaba especialmente la del cobre. Construía todo tipo de recipientes, calderos, potes y alambiques con los que luego comerciaba en la feria de S. Martiño, siendo a su vez este pueblo la principal vía de aprovisionamiento y suministro para el balneario.
La fuente, denominada Fonte do Ferro estaba a 700 metros de la casa y había un paseo con anchura de carro por el que los agüistas iban con su vaso a beber las aguas medicinales; lo recorrían durante 9 días 2 veces al día, a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde. Algunas iban tejiendo en la rueca. Existe un análisis de la época en donde se describen las propiedades de las aguas indicadas para el aparato digestivo.
Como los grandes Pazos, también Mondón tenía su capilla particular, tenía tribuna y retablo presidido por la imagen de San Francisco Javier. Todas las habitaciones tenía luz de carburo, había una instalación completa de alumbrado en el interior de las casas y en la plaza principal. Existía una tienda con todos los servicios y venían el panadero y el carnicero. Este bello lugar estuvo siempre incomunido, no se ejecutó la carretera prometida desde Madrid, ni se colocó un puente cuando se hizo el embalse en los años 50. Tampoco llegó nunca la luz.
Fue habitado por Maruja López y su esposo Modesto hasta los años 70 en que se trasladaron al vecino pueblo de San Martín.
Comments (3)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Perfecta en época de Castañas
En esa epoca la realizamos para poder recoger las castañas de una finca de un amigo
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Una pena el estado de abandono del entorno del balneario, no hemos podido acceder al mirador por estar el camino lleno de zarzas.