Bosque pintado de Oma. 02-11-17

En esta ruta podremos disfrutar de una de las mejores obras del artista Vasco Agustín Ibarrola, en ella mezcla arte y naturaleza, el visitante dispone de todo su tiempo para buscar las figuras.
La ruta da comienzo en el aparcamiento habilitado para visitar el bosque pintado y la cueva de Santimamiñe. Tomando el camino señalado nos adentramos en un bosque de pinos y de eucaliptus en ascenso durante 2.800 metros. Llegaremos al final de la pista y nos encontramos con los indicadores de entrada al bosque pintado, un descenso preparado con barandilla, nos sitúa en su inicio. A partir de aquí nuestros pasos irán de un lado para otro para observar los diferentes colores y formas que tienen cada árbol (en este caso pinos en su totalidad), buscaremos los indicadores del suelo y nos posicionaremos en la dirección indicada, donde las formas comienzan a aparecer ante nosotros. Ibarrola ha utilizado de lienzo la corteza de los pinos, para dar forma a diversas figuras, los colores vivos nos animan a seguir buscando dichas formas. El tiempo pasa rápidamente, mientras caminamos y nos recreamos en este precioso bosque, gracias al artista. Descendemos hasta el barrio de Oma, este perteneciente al municipio de Kortezubi. El camino de vuelta nos guía por un camino preparado para vehículos y paseantes. Oma está enclavado en un precioso valle, donde los grandes caseríos ganan espacio en el. Resalta la pequeña ermita de San Pedro. Construida hacia el siglo XVI, con muros de mampostería y plasmando un estilo renacentista. En su interior nos llama la atención la ubicación dada a San Pedro. Un tronco posicionado en una de las esquinas, sirve de pedestal para el santo. Salimos del barrio y vamos ganando altura hasta llegar al estacionamiento de donde partimos. Esta ruta se puede completar con dos opciones más que nos ofrece el lugar. Una visitar la cueva de Santimamiñe y la segunda, degustar la cocina del restaurante Lezika.