Caminata de plaza en plaza por Sevilla

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jaca57

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Trail stats

Distance: 6.32 mi
Elevation gain: 167 ft
Technical difficulty: Easy
Elevation loss: 171 ft
Max elevation: 186 ft
TrailRank: 51
Min elevation: -14 ft
Trail type: One Way

Moving time: 2 hours 9 minutes
Time: 3 hours 5 minutes
Coordinates: 1741
Uploaded: September 10, 2023
Recorded: September 2023

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near El Prado-Parque Maria Luisa, Andalucía (España)

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Itinerary description

El diccionario de la Academia de la Lengua define el término plaza como "lugar ancho y espacioso dentro de una población, al que suelen afluir varias calles". Pero son mucho más que eso. Y en Sevilla, la definición debería incluir la presencia en las mismas de fuentes, estatuas, fachadas espectaculares, establecimientos de toda índole y, sobre todo, muchísima historia y leyendas. Muchas de ellas han reflejado, en sus frecuentes cambios de denominación, los avatares políticos, sociales, religiosos… de la ciudad y del país.
Este itinerario de 10 kms. y de entre dos horas y media a tres, se inicia en el parque de María Luisa, continua en el casco histórico (gran parte la parte más monumental y por el barrio de Santa Cruz) y termina al otro lado del Guadalquivir en Triana; siempre buscando las plazas más emblemáticas y/o bellas de la ciudad. He elegido 32 de ellas, aunque podrían ser muchísimas más, que de haberlas incluido, hubieran eternizado esta caminata.

Pinchando en las fotos os dejo algunos apuntes y comentarios de cada una de estas plazas. Espero que os guste.

Pasaremos por las siguientes plazas en este orden.

1. PLAZA DE AMÉRICA.
2. PLAZA DE ESPAÑA.
3. PLAZA DE LA PUERTA DE JEREZ.
4. PLAZA DEL CABILDO.
5. PLAZA VIRGEN DE LOS REYES.
6. PLAZA DE SANTA MARTA.
7. PLAZA DEL TRIUNFO.
8. PLAZA DEL PATIO DE BANDERAS.
9. PLAZA DE DOÑA ELVIRA.
10. PLAZA DE LA ALIANZA.
11. PLAZA DE LOS VENERABLES.
12. PLAZA DE ALFARO.
13. PLAZA DE SANTA CRUZ.
14. PLAZA DE LOS REFINADORES.
15. PLAZA (CALLE) DE LAS TRES CRUCES.
16. PLAZA DE LAS MERCEDARIAS.
17. PLAZA DE PILATOS.
18. PLAZA DE SAN LEANDRO.
19. PLAZA DEL CRISTO DE BURGOS.
20. PLAZA DE LA ENCARNACIÓN.
21. PLAZA DE SAN ANDRÉS.
22. PLAZA DE LA CAMPANA.
23. PLAZA DEL DUQUE DE LA VICTORIA.
24. PLAZA DE LA CONCORDIA.
25. PLAZA DE LA GAVIDIA.
26. PLAZA DE SAN LORENZO.
27. PLAZA DEL MUSEO.
28. PLAZA DE LA MAGDALENA.
29. PLAZA DEL SALVADOR.
30. PLAZA DE SAN FRANCISCO.
31. PLAZA NUEVA.
32. PLAZA DEL ALTOZANO.

AVISO A TENER EN CUENTA: En los callejones del barrio de Santa Cruz y en las calles estrechas del centro histórico, la señal del GPS no es lo precisa que nos gustaría. Por esta razón, en estas ocasiones, el track “atraviesa” edificios y se pasa a las calles contiguas.

Waypoints

1. PLAZA DE AMÉRICA.

Situada en el parque de María Luisa, es una amplia zona ajardinada flanqueada por 16 columnas coronadas por diferentes Victorias aladas, con un estanque central y tres fascinantes edificios que dan vida y color a la plaza: el antiguo Pabellón de las Bella Artes (Neoplateresco, 1911-1919), hoy transformado en Museo Arqueológico, el Pabellón Mudéjar (Neomudéjar, 1911-1916), actualmente es el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Pabellón Real (Neogótico, 1911-1019). Todo ello bajo diseño, proyecto y ejecución del afamado arquitecto regionalista sevillano Aníbal González.

2. PLAZA DE ESPAÑA.

Constituye el legado monumental de la Exposición Iberoamericana de 1929 más significativo en la memoria de los sevillanos y del resto del mundo. Realizada en ladrillo visto y azulejería típica trianera, con artesonados en madera y todo ello con marcado estilo regionalista (Aníbal González). Si las dimensiones colosales (50.000 metros cuadrados) asombra aún hoy en día, que no sería para el año 1929. Tardó en construirse la friolera de 15 años (1914-1929), llegando incluso a estar trabajando en su construcción hasta 1000 obreros al mismo tiempo. Su curiosa planta semielíptica de 200 metros de diámetro, con unas edificaciones como brazos, rematados en las torres norte y sur y su orientación suroeste representan el abrazo de todas las provincias de España a todos los países iberoamericanos. Actualmente, además de ser uno de los focos principales de atracción turística de la ciudad, es sede de la Capitanía General de la Región Militar y la Delegación del Gobierno en Andalucía.

3. PLAZA DE PUERTA DE JEREZ.

Su nombre procede de uno de los antiguos accesos de las murallas de la ciudad. Concretamente la situada al sureste y era la que se tomaba cuando se iba en dirección a Jerez de la Frontera/Cádiz. Desembocan en ella la avenida de la Constitución, la calle San Fernando, los Jardines de Cristina, la avenida de Roma, la calle San Gregorio, la calle Almirante Lobo y la calle Maese Rodrigo. La plaza está casi en su totalidad cerrada al tráfico de vehículos. Se peatonalizó de forma progresiva a partir de la entrada en funcionamiento del tranvía en 2007 y el consiguiente cese del tráfico en la avenida de la Constitución y San Fernando y se amplió en 2009 con la inauguración de la estación del metro y la construcción del andén peatonal del palacio de San Telmo. Solo es atravesada por el tranvía que la comunica con la Plaza Nueva, el Prado de San Sebastián y San Bernardo. La configuración actual parte de 1837, en ese año se derribaron los torreones de la puerta existente y algunas casas conexas a la muralla. La fuente central data de 1928. Representa a una mujer y a unos niños sobre unas tortugas y se la tituló como la Fuente de Híspalis. En este mismo año también se inauguró al sureste de la plaza el hotel Alfonso XIII (obra de Espiau), como lugar de alojamiento de los mandatarios que visitaron la Exposición Iberoamericana de 1929. Durante la Segunda República se rotuló como plaza de Andalucía y con el franquismo la plaza pasó a denominarse de Calvo Sotelo. A pesar del cambio en el nomenclátor, los ciudadanos la siguieron llamando Puerta de Jerez y muchos, incluso, desconocían que se hubiera producido ese cambio de nombre. En 1980 se recuperó legalmente el nombre tradicional de Puerta de Jerez. Esta emblemática plaza está rodeada, además del hotel Alfonso XIII, por el palacio Yanduri, la casa Guardiola, la capilla de Santa María de Jesús… entre otros

4. PLAZA DEL CABILDO.

Esta preciosa y “escondida” plaza se encuentra ubicada en el barrio del Arenal, siendo construida a mediados del pasado siglo en un solar que pertenecía al Cabildo de la Catedral. Se accede a ella a través de tres pasajes que dan, el primero a la Avenida de la Constitución, otro la calle Almirantazgo y el último por la calle Arfe. Está dispuesta sobre una planta semicircular compuesta por una serie de arcadas, decoradas al fresco, que se apoyan en columnas de mármol. Sobre las arcadas hay edificadas hasta tres plantas. En el interior de la plaza se encuentra una fuente, diversos comercios (sobre todo filatélicos y numismáticos) y un paño de la muralla de Sevilla de unos 50 m. Se caracteriza por ser una plaza muy tranquila y silenciosa en contraste con su situación, con excepción de las mañanas de los domingos en los que en la plaza se celebra el mercadillo de los coleccionistas, donde poder adquirir y/o cambiar sellos, billetes, monedas, medallas, minerales, insignias militares, estampas y otros productos relacionados al coleccionismo.

5. PLAZA VIRGEN DE LOS REYES.

Esta Plaza, llamada así en honor a la patrona de la ciudad, es un punto neurálgico de la zona monumental de la ciudad: Rodeada por la Catedral, el palacio Arzobispal y el convento de la Encarnación es el lugar de paso obligado durante la Semana Santa de todas las hermandades que hacen estación de penitencia a la Catedral; Aparte, también es testigo de las tradicionales procesiones del Corpus Christi y de la Virgen de los Reyes y el “fotocall” perfecto para fotografiarse ante la Giralda. En el centro de la misma se encuentra una fuente rematada con cinco faroles que es utilizado por muchos visitantes como el banco perfecto para el descanso y/o la contemplación.

6. PLAZA DE SANTA MARTA.

Esta es una de las plazas más pequeñas de la ciudad. Situada junto a la Catedral sólo se puede acceder a través de una discreta callejuela desde la plaza Virgen de los Reyes. Es un rincón muy atractivo, tanto por su belleza como por su desconocimiento, además de un remanso de paz en pleno centro. La preside un pequeño crucero que procede del Hospital de San Lázaro. El callejón y la plazuela reciben el nombre del antiguo hospital, ya desaparecido, de Santa Marta (hoy convento de la Encarnación).

7. PLAZA DEL TRIUNFO.

Difícilmente podremos encontrar en el mundo una plaza rodeada por tres monumentos declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: los Reales Alcázares, el Archivo de Indias y la Catedral. Eso es lo que ocurre en la Plaza del Triunfo. Para finalizar esta inigualable estampa, en el centro de la plaza se erige una escultura de la Inmaculada Concepción, rodeada por cuatro personajes relevantes del siglo XVII sevillano: Bartolomé Esteban Murillo, Miguel Cid, Juan Martínez Montañés y Juan de Pineda. Otro protagonista de la Plaza del Triunfo es un templete más modesto que la Inmaculada y que se encuentra junto a la fachada trasera del Archivo de Indias. Esta obra contiene una Virgen con el Niño, llamada Virgen del Triunfo o Virgen del Patrocinio y alude a la “protección virginal” que tuvo Sevilla en el terremoto de Lisboa de 1755, cuando la ciudad no sufrió graves daños.

8. PLAZA DEL PATIO DE BANDERAS.

El Patio de Banderas, inserto en la muralla del Alcázar y al que se accede desde la Plaza del Triunfo, fue construido por Abderramán III en el siglo X. Comenzó siendo conocido como la”Dar Al-Imara” o casa del Príncipe y se accedía a él por una puerta ahora cegada que está en la calle Joaquín Romero Murube. En los siglos XIX y XX el Patio de Banderas sufrió varias reformas urbanísticas que han dado como resultado el aspecto actual: un espacio rectangular rodeado de casas con una acera pavimentada con losas de Tarifa de gran tamaño (material utilizado en la ciudad hasta el agotamiento de sus canteras). El centro hay zona de arbolado con una doble hilera de naranjos, enlazados entre sí por canalillos, al igual que el Patio de los Naranjos de la Catedral. Su gran extensión (1.441 m2), permite, no solo adentrarse en el barrio de Santa Cruz, sino que también sirve de puerta para el Alcázar. Un pequeño e intrincado pasaje lo conecta con la bella calle Judería. La ubicación de esta plaza, entre la Catedral y el Alcázar, también la convierte en un mirador a ras de suelo de la Giralda.

9. PLAZA DE DOÑA ELVIRA.

“Encantadora plaza a pocos pasos cerca del Real Alcázar: una fuente, unos naranjos, pájaros, restaurantes y la hermosa luz del sol, ¡qué más!”. Así la describió en redes sociales un turista parisino. La internacionalización de este punto del barrio de Santa Cruz es una evidencia diaria: todas las rutas turísticas pasan por esta plaza, que permite sentarse y disfrutar de la atmósfera muy especial y salpicada de mucha historia: en este lugar estaba un famoso corral de comedias donde en el siglo XVII estrenaba sus obras Miguel de Cervantes; aquí estaba la casa de Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Elvira (de ahí su nombre) personajes del Don Juan Tenorio de José Zorrilla. Una placa cerámica deja constancia de ello en una de las paredes. La reurbanización que se hizo del barrio de Santa Cruz entre 1911 y 1918, permitió crear esta histórica plaza, que ahora mezcla casas particulares con alojamientos turísticos. En las plantas bajas, restaurantes y tiendas de souvenirs y el centro queda reservado para bancos de azulejos azules, naranjos y una bella fuente central. El trasiego del día, con cientos de paseantes y veladores llenos, se torna tranquilidad y silencio por las noches. Momento en que muchos sevillanos aprovechan para disfrutar de uno de sus tesoros, ya sea llegando a ella por la calle Rodrigo Caro, desde la también preciosa Plaza de la Alianza, o por la estrecha calle Vida.

10. PLAZA DE LA ALIANZA.

La plaza, a lo largo de la historia, ha sufrido diversas transformaciones y su aspecto actual tiene origen en la reurbanización del barrio de Santa Cruz efectuada en las primeras décadas del siglo XX. La toponimia de la plaza también ha sufrido cambios a lo largo del tiempo, siendo conocida en el siglo XV como Plaza del Consuelo; en el siglo XVI se le llamaba Plaza del Pozo Seco y en 1830 toma el nombre de Plaza de la Alianza por la fábrica de tejidos que se ubicaba en el lugar. Según la obra "Don Juan Tenorio" de José Zorrilla, en esta plaza estuvo la residencia de Doña Ana de Pantoja, prometida de Don Luis Mejía, el que fue rival de Don Juan. El centro de la plaza está adornado con una fuente del siglo XVIII que se trasladó en 1965 desde los Jardines de las Delicias del Parque de María Luisa. A destacar, además de la fuente, el lienzo de la muralla del Alcázar (la que rodea al Patio de Banderas), una barruela (calle sin salida) llena de naranjos y macetones con flores que te trasladan, por un momento, a cualquiera de los rincones que podemos encontrar en los pueblos serranos de esta provincia y otras limítrofes. En este bello y relajante lugar, se encuentra el estudio del conocido pintor británico John Fulton, un hotel con encanto y viviendas de afortunados particulares.

11. PLAZA DE LOS VENERABLES.

Ubicada en el Barrio de Santa Cruz, esta plaza, aunque ya existía cuatro siglos antes, es a inicios del siglo XVIII cuando adquiere el nombre actual. Lo toma del Hospital de San Fernando, conocido como Hospital de los Venerables Sacerdotes, cuya fachada principal da a un lateral de la plaza. Es de estilo barroco y dejó de funcionar como centro hospitalario hace muchas décadas. Posteriormente ha sido sede del Museo de las Cofradías, de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y, actualmente, es la sede de una Fundación y espacio museístico. El otro punto importante de la plaza es la Hostería del Laurel. En ella, según la pluma de José de Zorrilla, se desarrolló parte de la vida y devaneos de Don Juan Tenorio.

12. PLAZA DE ALFARO.

La plaza Alfaro, denominada así desde el siglo XVIII en honor al ilustre vecino D. Fco. de Alfaro (jurista que sobresalió por su defensa del derecho natural de los nativos de América) es muy conocida por un balcón, por una reja de forja y una muerte. Empecemos por el balcón. Se cuenta que el balcón de la Rosina (ubicado en una casa en una de las esquina en la Plaza) fue el lugar del amorío de la joven Rosina con el Conde de Almaviva, en la famosa ópera cómica de Rossini, “El barbero de Sevilla”. Ahora le toca a la reja, la conocida como “la reja del diablo” situada a media altura en una de las fachadas de la plaza. Todos los que la ven no se explican cómo ha sido posible hacerla. Sus barrotes no están soldados, ni pegados, ni atornillados. Están entrelazados, como si estuvieran hechos de un material muy flexible diferente al hierro. El misterio de su fabricación, es la que dio paso a la leyenda de que había sido realizada por el mismísimo Lucifer. Y por último, la muerte. Se dice que en la parte más estrecha de esta plaza, en una humilde casita, murió el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, que fue enterrado muy cerca (en la iglesia de Santa Cruz) como se hace constar una lápida en la contigua plaza de Santa Cruz.

13. PLAZA DE SANTA CRUZ.

En Sevilla hay miles de cruces; unas talladas, otras labradas o pintadas, pero ninguna es tan icónica como la Cruz de la Sierpes, también conocida como de la Cerrajería. Esta cruz de forja, flanqueada por cuatro faroles, realizada por un rejero almonteño en 1692, estuvo ubicada en varias zonas del casco antiguo de la ciudad, hasta que en 1921 se colocó en su actual ubicación: la Plaza de Santa Cruz. La plaza, por su parte, también guarda una interesante historia, ya que ocupa un espacio en el que había una iglesia. Dicho templo, construido en el sigo XIV sobre una antigua sinagoga, fue el lugar elegido para enterrar al pintor Bartolomé Esteban Murillo en 1682. Posteriormente durante la invasión francesa en 1810 se derribó el templo y hace un siglo, el arquitecto sevillano Juan Talavera proyectó este enclave teniendo como protagonista esta cruz.

14. PLAZA DE LOS REFINADORES.

Esta plaza recibe su nombre de los refinadores de cuero que había hace siglos en la zona, pero ahora su popularidad se debe, además de a su belleza y su localización entre los Jardines de Murillo y el barrio de Santa Cruz, a una obra de teatro y a su protagonista: Don Juan Tenorio. La obra dramática de José Zorrilla, que está ambientada en Sevilla, está representada por su personaje principal en un monumento en el centro de la plaza desde 1975. Don Juan Tenorio, personaje arquetípico de la literatura española (creado por Tirso de Molina) es el protagonista de la plaza. El monumento a Don Juan no es lo único reseñable de esta plaza. Un edificio llama la atención por encima del resto. Se trata de la Casa para Luis Prieto, construida entre 1915 y 1919 por el arquitecto Aníbal González. El espectacular balcón esquinero bajo un hueco achaflanado sujeto por dos columnas es elemento más sorprendente de esta vivienda de estilo regionalista. Su abundante vegetación y su cercanía con los Jardines de Murillo hacen de este espacio un lugar donde el verde predomina. La sombra hace de él un sitio agradable para hacer un alto en el camino antes o después de visitar el barrio de Santa Cruz, que en la Plaza de los Refinadores tiene una de sus múltiples y estrechas entradas.

15. PLAZA (CALLE) DE LAS TRES CRUCES.

La palabra cruz viene del latín “crux”, que se refería a cualquier instrumento de tortura hecho con palos cruzados. De todos ellos, el más famoso fue en el que fue clavado Jesucristo en el monte Calvario. Precisamente, en la calle Cruces se representa ese calvario. Tres cruces de hierro sobre tres pilares evocan la crucifixión de Jesucristo y los dos ladrones. A su alrededor, un cuadrilátero enrejado con faroles y escalones que las elevan. En una de las fachadas hay dos cruces más. De madera, empotradas en la pared y similares a las que portan los penitentes en la Semana Santa. Sobre ellas, el nombre de la calle, pues la plaza de las tres cruces es el nombre popular de la calle Cruces. El ensanche de esta vía, que llega a formar un triángulo, es la razón de esta confusión habitual entre los visitantes de este lugar. Estas cinco cruces son las protagonistas de esta bella plazoleta salpicada de fachadas señoriales llenas de balcones. Está escondida en uno de los callejones del barrio de Santa Cruz. Tiene ese encanto típico de las plazas de los pueblos. Su simpleza estética hace de ella una maravilla que merece la pena no perderse y figurar en este itinerario.

16. PLAZA DE LAS MERCEDARIAS.

Situada en el antiguo Barrio de la Judería, hoy barrio de San Bartolomé, tuvo en tiempos como edificio más importante la iglesia que dio nombre al barrio. Una vez trasladada la parroquia, en el solar que quedó vacante, establecieron sus casas los Marqueses de Villanueva del Fresno; los cuales, en el siglo XIX, dejaron su lugar al Convento de las Salesas, convento que se mantiene en la actualidad. Pero su nombre viene de otro convento situado frente al mencionado, el convento de las Mercedarias. A parte de estos dos conventos, otro elemento destacado de la plaza es una cruz de forja (habitualmente, estas cruces suelen recordar que en ese lugar había habido un cementerio).

17. PLAZA DE PILATOS.

En esta plaza se inicia el Vía Crucis hasta el templete de la Cruz del Campo. A lo largo de todo el recorrido se encuentran los murales cerámicos que representan cada una de las estaciones. En uno de los muros de la Casa de Pilatos se encuentra el de la primera y segunda estación. Una estatua de Francisco de Zurbarán sobre un pedestal pétreo y rodeada de setos preside la plaza. Frente a ella, el lugar que da nombre y popularidad a este punto de Sevilla: la Casa de Pilatos. Al igual que ocurre en otras plazas de la ciudad, su nomenclatura ha cambiado dependiendo de diversas causas. En el XV se llamaba plaza del Adelantado. Años más tarde, pasó a llamarse plaza del Marqués de Tarifa. El mismo que tras volver de un viaje de Jerusalén, impulsó un vía crucis desde su palacio hasta templete antes mencionado, ya que la distancia que separa ambos puntos pensaban que era similar a la existente entre el Palacio de Poncio Pilatos y el Gólgota. Por ello, el palacio es conocido como Casa de Pilatos. Décadas después, la plaza, se llamaría Plaza del Duque de Alcalá en honor, morador del palacio. Actualmente el palacio está en manos de la Casa de Medinaceli y la plaza tiene el nombre del perfecto de la provincia romana de Judea entre los años 26 y 36 d. C.

18. PLAZA DE SAN LEANDRO.

Es posible que muchos de los que pasan a diario por este lugar no sepan su nombre oficial y sí el oficioso. La Plaza de San Leandro es la Pila del Pato para casi todos. La fama de su fuente invade este punto del centro de Sevilla. El convento de monjas agustinas de San Leandro (que ocupa una de las tres fachadas que la rodean), también muy popular por sus dulces yemas, es el que le da nombre “oficial” a la plaza. La Pila del Pato es una bicentenaria y renacentista fuente de mármol que antes tuvo otras ubicaciones. Su historia comienza en 1833, cuando se decidió realizar una fuente que sustituyera a la de Mercurio, que estaba delante del actual Banco de España en la Plaza de San Francisco. Medio siglo más tarde, en 1885, se trasladaría a las inmediaciones de la calle Relator. Con el inicio del siglo XX se trasladó a una explanada junto a la estación del Prado de San Sebastián. Su proximidad con el recinto ferial de aquella época multiplica su popularidad y la hace protagonista de numerosas sevillanas. Pero la ampliación de los juzgados obliga a moverla de nuevo de sitio, llegado a su actual ubicación en 1965. La plaza, mientras tanto, se reformó periódicamente, resaltando las nuevas especies que se plantaron en ella. Principalmente, un frondoso laurel de Indias que preside la plaza junto a la fuente y está rodeado por naranjos. Esto hace que la Plaza de San Leandro sea una de las más sombrías de la ciudad y sirva de pulmón para esta zona de la ciudad.

19. PLAZA DEL CRISTO DE BURGOS.

Esta plaza, creada en el siglo XVI fue hogar de la comunidad judía, posteriormente de la musulmana y, finalmente, con marcada presencia cristiana. El convento de los Descalzos, situado en la esquina con la actual calle con ese nombre, dio a la plaza su primer nombre conocido. Más tarde y con motivo del nacimiento de Alfonso XII, recibe el de Príncipe Don Alfonso. Con la primera República fue de Argüelles, en 1938 pasó a Plaza de la Virgen del Pilar y en 1951 recibe el nombre actual. El Colegio de Arquitectos y la iglesia de San Pedro son los edificios más reconocibles de esta plaza, que también cuenta con numerosas casas señoriales. Las pequeñas glorietas que forman la plaza son otra estampa reconocible, así como los bancos de hierro forjado salpicados en los laterales. Pero lo que más llama la atención es su vegetación: plátanos de sombra, las palmeras, los naranjos, los jazmines… y sobre todo los cuatro espectaculares árboles (ficus retusa) situados en sus esquinas.

20. PLAZA DE LA ENCARNACIÓN.

Situada junto a la iglesia de la Anunciación, es cruce de calles como Imagen, Laraña, Puente y Pellón, Regina, y Feria. Esta plaza de grandes dimensiones, tiene dos partes bien diferenciadas: una, cubierta parcialmente por un enorme Ficus de 36 metros de diámetro y 27 de altura y, la otra, totalmennte transformada entre los años 2005 y 2011 con la construcción de El Metropol Parasol, una estructura de madera de moderno diseño que sobrevuela por gran parte de la plaza. Tiene 150 x 70 metros de longitud y una altura de 26 metros, estando sustentadas por seis grandes columnas de hormigón. Dos de ellas albergan los ascensores de acceso al mirador. Se ha convertido en un reclamo turístico más del centro histórico de Sevilla. Su forma de hongos hace que se le conozca popularmente como “las Setas de la Encarnación”. En la planta baja, a ras de calle, hay un mercado de abastos y mútiples locales de restauración. En sus sótanos se encuentra el Antiquarium en los que se pueden visitar un doble yacimiento arqueológico: uno de época romana (S. I-IV) y de otra andalusí. (S. XII-XIII).

21. PLAZA DE SAN ANDRÉS.

Esta plaza, situada en pleno centro histórico y comercial de la ciudad, entre naranjos y casas-palacios (la mayoría reconvertidos en hoteles con encanto y edificios públicos) tiene como peculiaridad que su edificio más emblemático, la Iglesia gótico-mudéjar de San Andrés, no cierra la plaza, sino que mediante dos callejones muy estrechos (uno de llama Angostura) se puede rodear el templo, ya que la plaza sigue por detrás.

22. PLAZA DE LA CAMPANA.

Es una de las plazas más conocidas por ser el corazón del centro histórico y km. 0 de Sevilla (la numeración de todas las calles de la ciudad toman este punto como referencia). En ella confluyen calles tan conocidas como Sierpes, Martín Villa, Odonell, San Eloy y la plaza del Duque. Adquiere un gran protagonismo en la Semana Santa, ya que marcan el comienzo de la carrera oficial.

Photo of23. PLAZA DEL DUQUE DE LA VICTORIA.

23. PLAZA DEL DUQUE DE LA VICTORIA.

Contigua a la anterior y punto de unión con calles tan conocidas como Alfonso XII, Trajano, Jesús del Gran Poder y Tarifa. Está dotada de jardines y presidida por el monumento a Diego de Silva Velázquez (Obra de Antonio Susillo). A su alrededor es habitual encontrar numerosos puestos y tenderetes. Se encuentra rodeada de centros comerciales, locales de restauración y hoteles.

24. PLAZA DE LA CONCORDIA.

Se trata de una plaza entre dos plazas (plaza del Duque y la plaza de la Gavidia) en el corazón del centro histórico y comercial de la ciudad. Se trata de una plaza de planta prácticamente rectangular cuyo interior aparece organizada en distintos espacios. Así, al sur existe una zona con grandes árboles de sombra y bancos para el descanso, mientras que a sus lados aparecen otras zonas más abiertas y despejadas, con árboles de menor tamaño como el naranjo, un estanque y pequeños paseos interiores. En el ángulo noreste se levanta la única edificación histórica de esta plaza, la iglesia del antiguo convento de San Hermenegildo. En cuanto al resto de edificaciones, un conocido centro comercial y lo que fue la comisaría central de la policía (actualmente en obras).

25. PLAZA DE LA GAVIDIA.

Este bello enclave del centro histórico está fuertemente ligado con la historia militar de la ciudad y de España. En un rincón de esta plaza nació el capitán Luis Daoíz y Torres, que participó de manera decisiva en la Guerra de la Independencia y que fue protagonista del levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses el 2 de mayo de 1808. Para recordar esta gesta y homenajear a este hijo ilustre de la ciudad, el monumento que preside la plaza, obra Antonio Susillo, está dedicado a su figura. El urbanismo de la plaza se articula en torno al monumento rodeado de naranjos, plátanos y otras especies arbóreas que dan sombra a unos bancos de fundición. Hasta 1937, la plaza albergó la antigua Capitanía General de la Segunda Región Militar. En la actualidad está en la plaza de España.

26. PLAZA DE SAN LORENZO.

El hecho de estar algo alejada del bullicio turístico y comercial la hacen una plaza apacible, tranquila y acogedora. En ella confluyen las calles Conde de Barajas, Cardenal Spínola, Eslava y Juan de Rabadán, conformando un espacio urbano muy atractivo, de centenaria tradición sevillana (en general) y cofradiera en particular. En ella encontramos la parroquia de San Lorenzo y la basílica del Gran Poder, sedes de varias hermandades de penitencia: “El Gran Poder”, Dulce Nombre y La Soledad.

27. PLAZA DEL MUSEO.

Esta plaza es, como su nombre indica, la plaza donde está el Museo de El Bellas Artes (segunda pinacoteca nacional) y, junto a ella, la iglesia de la Hermandad del Museo. Ambos espacios pertenecían al convento de la Merced, convertido en museo en 1835. En esa época nace la plaza como la podemos disfrutar ahora. Su inauguraron tuvo lugar en 1846, con motivo de la boda de Isabel II. Inicialmente, la plaza se encontraba en alto, rodeada por verjas, plagada de estatuas sobre pedestales y con una fuente con una estatua de Baco sobre un delfín en el centro. La remodelación del edificio conventual en 1860 se aprovechó para rebajar la altura de la plaza, quitar las rejas, trasladar las estatuas a los Jardines de las Delicias y colocar en lugar de la fuente un monumento al pintor Bartolomé Esteban Murillo. La fachada del Museo de Bellas Artes, principal atractivo de la plaza, es de estilo barroco y se instaló como portada la que antes era la principal de la iglesia, que estaba situada en la calle Bailén. La presencia pictórica en la plaza, de planta rectangular y repleta de jacarandas, naranjos y en las cuatro esquinas. sendos ficus similares al de la plaza Cristo de Burgos, no sólo se limita al Museo. Cada domingo por la mañana se celebra en la plaza un mercadillo de arte. En él los artistas exponen y venden sus pinturas, esculturas, fotografías, cerámicas, forjas…etc.

28. PLAZA DE LA MAGDALENA.

Hasta 1811, en este lugar estaba la iglesia de Santa María Magdalena, que se derribó durante la ocupación francesa y se trasladó al cercano convento de San Pablo. Esa destrucción permitió crear la plaza actual y sepultó la tumba de un ciudadano ilustre de la época: el escultor Juan Martínez Montañés. Una lápida, ubicada en una fachada de la plaza, recuerda que allí se enterró al artista jiennense. La nomenclatura de la plaza también refleja la historia de la ciudad. Desde su inauguración, a mediados del siglo XIX, ha recibido varios nombres. Primero fue Plaza de la Libertad, luego Plaza del Pacífico y Plaza del Cristo del Calvario. En 1936, la Guerra Civil hizo que se rebautizará como Plaza del General Franco, nombre que se mantuvo hasta los años 80, en que recuperó su nombre original. La plaza, que se ha modificado en varias ocasiones a lo largo de los siglos XIX y XX. Muy recientemente ha sido reformada, manteniendo en el centro una fuente dodecagonal de mármol datada en 1844, pasa a ser peatonal, se ha ampliado su perímetro y se ha cambiado el arbolado y la iluminación.

29. PLAZA DEL SALVADOR.

Esta señera plaza (que antes fue el cementerio de la mezquita de Ibn Adabbas derribada en el siglo XVII) tiene como uno de sus protagonistas principales al escultor barroco del siglo de oro Martínez Montañés. Su estatua, en la plaza, además de dar la bienvenida al visitante, lo invita a pasar a la iglesia, donde el Señor de Pasión (una de sus obras cumbre) espera que sea jueves santo por la noche. Otra gran protagonista es la iglesia colegial del Divino Salvador. Barroca con influencia manierista, ocupa casi toda un lateral de la plaza. Su fachada rojiza y sus escalones son una de las postales de Sevilla en la actualidad. Y, en su interior, cuenta con catorce valiosos retablos que justifican que sea uno de los monumentos más visitados de Sevilla. Durante la Semana Santa es lugar de salida y/o de paso de numerosas hermandades de penitencia. El resto del año es un lugar de encuentro y ocio gastronómico de sevillanos y visitantes.

30. PLAZA DE SAN FRANCISCO.

El convento de San Francisco, que ocupó hasta el siglo XIX la actual Plaza Nueva, da nombre al que ha sido hasta precisamente esa época el indiscutible corazón de Sevilla: la Plaza de San Francisco. En ella han ocurrido y ocurren las principales tradiciones del centro de la ciudad. Desde los autos de fe en tiempos de la Inquisición a los palcos de la carrera oficial de la Semana Santa, que cada primavera cruza esta plaza desde la calle Sierpes hacia la Avenida de la Constitución, sin olvidar la procesión del Corpus Cristi. Esta plaza ha sido testigo de los diferentes regímenes políticos que España ha tenido y que han supuesto el continuo cambio de su nombre: en 1812 le cambiaron el nombre por el de Plaza de la Constitución y dos años después por el de Plaza Real de Fernando VII; poco después, en 1820, volvió a ser constitucional y Plaza del Rey en cuestión de meses; ya en el siglo XX, durante la II República, se rebautizó como Plaza de la Libertad y de nuevo como Plaza de la Constitución; de 1936 a 1980 como Plaza de la Falange, recuperando hace cuatro décadas su nombre original. Evidentemente, la apropiación nominal de este punto da buena cuenta de la importancia que siempre ha tenido. En ella se encuentran la fachada trasera del Ayuntamiento, el Banco de España, la antigua Audiencia (hoy seda central de un banco) y varios edificios de gran valor arquitectónico (como el regionalista Edificio Laredo)

31. PLAZA NUEVA.

Un poquito de historia. Por los terrenos donde se asienta la plaza Nueva pasaba un brazo del río Guadalquivir y se conocían como la laguna de la Pajería. Más tarde, en el siglo XIII, la orden franciscana levantaría aquí un imponente convento, que estaría en pie hasta 1848. De este edificio religioso se conserva, en un lateral de la plaza, la capilla de San Onofre. Los siglos XIX y XX sirvieron para acondicionar la plaza y darle el aspecto actual. Este proceso vino acompañado de numerosos cambios nominales. Comenzó como Plaza de la Infanta Isabel, en honor a la hija de los Duques de Montpensier. Pero en 1873 comenzó a ser reflejo del sistema político imperante de cada momento. Con la I República se llamó Plaza de la República y Plaza de la República Federal. Con la Restauración, en 1875, fue Plaza de San Fernando. En 1931, la II República la bautiza por primera vez como Plaza Nueva, pero en 1936 vuelve a ser de Plaza de San Fernando, aunque nunca se cambiaron las placas. Finalmente, con la democracia recuperó su nombre actual. Además de la capilla de San Onofre y el Ayuntamiento de Sevilla, en la plaza resaltan otros elementos. El más visible y central es el monumento al rey San Fernando. A la estatua ecuestre de San Fernando, le acompañan otras cuatro de personajes relacionados con la conquista de Sevilla: el rey Alfonso X El Sabio, el caballero Garci Pérez de Vargas, el almirante Ramón Bonifaz y el obispo Don Remondo. También el rojizo Edificio Telefónica, con decoración neobarroca inspirada en detalles de las iglesias de San Luis de los Franceses, San Pablo y del Palacio de San Telmo.

32. PLAZA DEL ALTOZANO.

Está situada en la otra orilla del río Guadalquivir y es considerada como puerta de entrada y corazón del barrio de Triana. En ella confluyen el puente de Isabel II, las calles Betis, Pureza, San Jacinto, San Jorge y el paseo de Nuestra Señora de la O. En la plaza encontramos la capilla del Carmen, el Faro de Triana, el Mercado de abastos, el edificio de la farmacia Murillo, preciosas fachadas regionalistas, los monumentos a Juan Belmonte y al Arte Flamenco, así como un gran ejemplar de árbol de las lianas (Ficus macrophylla).

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