Camino del Cid con niños: Etapa 26 Fuentes de Rubielos - Rubielos de Mora

+++ ETAPA 26: FUENTES DE RUBIELOS - RUBIELOS DE MORA +++

Comenzamos Ruta en Fuentes de Rubielos, donde podremos dejar el coche en las afueras del pueblo. La conexión entre Fuentes de Rubielos y Rubielos de Mora no es sencilla, por lo que el sendero nos va a hacer subir una montaña para después bajarla. Físicamente supone una pequeña tortura, pero las vistas que tendremos una vez arriba bien merecen el esfuerzo.

El camino empieza por senda sencilla en subida sin interrupción, buscando el pico Peñarrolla (1.241m) Merece la pena hacer una pausa en la ermita de la Magdalena, en el primer tramo del sendero. A medida que vayamos ganando altura las vistas irán mejorando, siendo realmente impresionantes cuando nos encontremos en la zona superior. La zona es muy solitaria, por lo que podremos ver alguna rapaz y conejos con cierta facilidad.

Una vez coronada la cima llanearemos por sendero, buscando la vertiente opuesta de la montaña. La bajada comienza con sendero, que se unirá a una pista forestal. En la intersección tenemos la opción de desviarnos hacia Santa Isabel, una antigua ermita y poblado íbero (ambos en ruinas), ubicados en un sobreelevado de la montaña y con unas vistas de todo el valle sin parangón. No hemos pasado el track por ahí porque las niñas iban cansadas y, realmente, subimos en coche a visitarlo al día siguiente.

A partir de aquí ya es todo bajada hasta Rubielos. Pasaremos por el camino por la única fuente que hay en toda la ruta.

Merece la pena dar una vuelta por Rubielos, pueblo de origen medieval y con casas que casi parecen palacios en todas las calles del pueblo.

Por nuestra parte, queremos hacer una mención especial a las gentes de Rubielos que nos trataron genial:
- A Carlos, de la oficina de turismo, por su paciencia y muy completa atención en los días previos para preparar el viaje.
- Al bar que hay nada más entrar al caso antiguo cruzando el Portal de San Antonio, por su excelente atención y trato. Recomendable para cenar su delicioso bocadillo de albóndigas. Atención porque es fácil no verlo, es una pequeña puerta pegada al portal, que comparte con una vivienda. El local parece pequeño, pero en la parte trasera tiene una terraza de envidia.
- Al Horno de Rubielos, por su excelente trato y su delicioso género. A destacar las Chicutas (galletas de chocolate), aunque la empanada de pisto tampoco estaba nada mal (uno, que es de buen comer...).