Camino del Cid con niños: Etapa 35 Fuente Carrasco - Teruel

+++ ETAPA 35: FUENTE CARRASCO - TERUEL +++

Hoy una etapa súper-motivadora, llegamos a Teruel y, más concretamente, a Dinópolis. Llegaremos por la tarde y no da tiempo a entrar, pero nos quedamos a dormir por la zona y al día siguiente la visita al museo es obligada. Spoiler: es una pasada.

Realmente la ruta no la iniciamos en Fuente Carrasco, sino un poco antes, en el puente por el que cruza la vía verde (donde finalizamos la ruta anterior). El trazado es muy sencillo, pues discurre por la pista forestal en dirección a Fuente Cerrada, sin ningún posible desvío. Este tramo no está muy concurrido y puede hacerse con comodidad (salvo en días señalados, en que mucha gente suba a Fuente Carrasco). El avance es fácil y rápido, los árboles del borde del camino nos proporcionan una sombra escasa a mediodía, pero suficiente si evitamos las horas centrales.

Tras un trecho llegaremos a Fuente Cerrada y esto, amigos, es otro cantar; parece el lugar de retiro de medio Teruel los fines de semana. Parking enorme, "cientos" de mesas, bar, barbacoas, fuente, adolescentes en plena "efervescencia"... La parte buena de todo esto es la tercera: el bar (sobre todo en días calurosos). Curiosamente ostenta varios premios a la mejor Paella, lo cuál a unos valencianos como nosotros nos ha sonado a chiste ¡Un bar turolense con premio a la mejor paella!; pero sí, firmado en Sueca y enmarcado en la pared. Nos pilló de sorpresa y no pudimos probarla, pero queda pendiente. Informaremos de nuestro veredicto.

Tras disfrutar un buen rato de Fuente Cerrada, seguimos camino hacia Diópo... digo, Teruel. Las niñas van animadísimas, pensando en el premio al final del camino. Ojo, porque ahora la pista sí lleva bastante más tráfico de coches y, llegado cierto punto, incluso se convierte en carretera asfaltada. La suerte es que hay una senda que va en paralelo, es el camino que hemos cogido. Se agradece porque evitas los coches y, además, tiene muchísima sombra: totalmente recomendable.

Cuando se nos acabe la senda cruzaremos en perpendicular la carretera y seguimos por pista (sin apenas tráfico) ya hasta los primeros edificios de Teruel y de repente... ¿eso es un dinosaurio? ¡Sí! Llegamos a Dinópolos, curioseamos a través de la valla y descansamos en el aparcamiento mientras un adulto vuelve a por el coche.

La visita del día siguiente a Dinópolis fue genial. Es una mezcla de museo y parque de atracciones. Las atracciones a los niños les gustan, tienen algo de cola (según el día puede ser mucho) y son un poco "flojas", pero entretenidas. A nosotros lo que nos encantó fue el museo, GENIAL, IMPRESIONANTE. Están los huesos que han encontrado en distintas zonas de Teruel y, acompañándolos, réplicas completas de esqueletos. Estas réplicas, sin ser reales, sí son realmente impresionantes y, personalmente, me encantó el formato. Lo que nos dio un poco de vergüenza (ajena) es ver cola en las atracciones y las salas del museo vacías.

En cuanto a la comida, no se puede entrar de fuera, pero la cafetería tiene un precio razonable en los menús con bocadillo. La entrada es un poco cara, pero si la combinas con la entrada a los demás mini-museos de territorio Dinópolis (son 2€ más solamente) sale genial.

Y aquí, con un sabor de boca estupendo, hacemos una pequeña parada hasta que pase el calor intenso, antes de seguir lo poquísimo que nos queda ya hasta Gea de Albarracín, nuestro objetivo inicial. ¡Casi lo tenemos ya!

Reflexión: personalmente estamos alucinados, en poco más de un año, saliendo sólo algunos fines de semana hemos llegado a Teruel desde Valencia. Han sido 35 etapas, 300km, que las niñas mayores (5 y 7 años cuando empezamos) se han andado en su totalidad, y que la peque (2 años cuando empezamos) ha andado en más del 50%. Estamos muy orgullosos de lo que han conseguido y esperamos que sea esta una experiencia que las marque de por vida. En el camino hemos paseado por parajes muy distintos, todos conocidos pero al mismo tiempo mucho más ricos de lo que pensábamos (tan cerca de casa y tan inexplorado). Han sido muchas las gentes con las que nos hemos cruzado, siempre amables, siempre un placer el intercambiar algunas palabras con todo el mundo.

Pero... todavía no hemos llegado al final, cuando pase el calor fuerte volveremos, tenemos un destino, un objetivo... ¡y lo vamos a conseguir!