Carmona I
near Carmona, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta circular, con punto de salida y llegada en la Puerta de Sevilla, aunque no se recogió como tal porque olvidé parar al llegar y continuó grabando unos 800 metros más.
Comenzamos en el Alcázar de la Puerta de Sevilla, recorremos la barbacana y llegamos hasta El Postigo y Torre del Oro. Luego nos adentramos en el entorno de La Judería, por los alrededores de San Blas. Nos encontramos con callejuelas estrechas y varias Casas Palacio interesantes.
El paseo nos va llevando hacia Las Descalzas y a La Prioral de Santa María, justo en el "Cardo Máximo" coincidente con la Vía Augusta. En su entorno está el Convento de Las Clarisas y el Hospital de la Caridad.
Siguiendo el trazado del Cardo Máximo, giramos a la derecha en sentido a Córdoba y nos desviaremos por la Calle Alférez para visitar la Plaza e Iglesia de Santiago, que rodearemos para volver a Las Clarisas, pasando por el Paso de La Duquesa. En la placita donde está Curro Montoya, cruzamos para pasar por el Alcázar de la Reina y divisar desde el mirador el entorno de Las Cuevas de la Batida. Giramos luego a la izquierda por Las Descalzas y volveremos a la Prioral, que bordeamos en sentido antihorario buscando el Museo de la Ciudad, La Casa de Los Briones (sede de la Pablo de Olavide), el Juzgado, la casita azul de la Yedra y llegando al Alcázar de Arriba (Parador) y entrando por la Puerta de Marchena. A la izquierda vamos rodeando la muralla y foso de la fortaleza y visitamos el Cubete.
Desde esta zona, buscamos la Puerta de Córdoba. Tendremos que ir hacia la izquierda bajando, hasta dar con la Calle Dolores Quintanilla.
Las vistas desde la puerta y el parque aledaño son espectaculares: la Vega del Corbones, la Vía Augusta, Puente Romano de Los Cinco ojos, incluso muy a la izquierda y a lo lejos, la Torre de Martín Pérez.
Aprovechamos para tomar el sendero de la izquierda y bajar a visitar el Pilar de Mealargo y observar desde otro lado el entorno de Las Cuevas de la Batida.
Regresamos a la Puerta de Córdoba, seguimos el Cardo Máximo de vuelta, con alguna "escapada" para visitar algún rincón con encanto, y llegar a La Plaza de San Fernando (Arriba), lugar del Foro Romano. En la plaza podemos ver varios edificios de interés como el Ayuntamiento, La Casa de los Miradores, la Casa Mudéjar.
Ya para finalizar, nos desviamos a la derecha para ver la Calle Torno Madre de Dios con sus arcos y pasar por una de las calles más estrechas de Carmona. Volveremos a la Calle Prim (el Cardo Máximo), pasando por San Bartolomé y La Puerta de Sevilla.
Waypoints
Muralla Urbana de Carmona.
Parte de las Murallas Urbanas de Carmona. En la zona del Postigo.
Prioral de Santa María, Casa Palacio de Los Aguilar y Casa Palacio de Los Rueda
Casa de Las Cadenas - Casa Palacio D. Alonso Bernal Escamilla
La presencia de cadenas en la fachada de una casa o un templo puede tener varios significados: uno de ellos, muy común en Castilla, es indicar que en ese lugar se ha pagado rescate para la liberación de cristianos prisioneros de piratas berberiscos, mostrando tantas cadenas como rescates se hayan pagado. La otra es haber servido de acomodo a un monarca durante un viaje; así ocurre en esta casa-palacio que nos ocupa (en ella durmió Felipe IV y su hermano el infante don Carlos en 1.624). Finalmente, la presencia de cadenas en la fachada podía significar que el rey de turno había concedido derecho de asilo a los habitantes del inmueble (la justicia local carecía de potestad en su interior, pasando a depender directamente de la justicia del rey), como es el caso de la Casa de los Zárate, en Toledo (actual Museo de Arte Contemporáneo) o la Casa-Palacio del marqués de Vargas, en Aguilar de la Frontera. Todos estos privilegios fueron derogados en 1.812 con la entrada en vigor de la Constitución de Cádiz.
Alcázar de Arriba (Parador)
Denominado indistintamente Alcázar del rey don Pedro, Alcázar de Arriba o Puerta de Marchena, se encuentra situado al oeste del recinto amurallado y en el punto más alto de la ciudad. Se trataba de la fortificación más importante de las tres existentes en su época (ya sabemos que el Alcázar de la Reina, situado junto a la Puerta de Córdoba, fue arrasado en época medieval). Su origen es musulmán, levantado sobre los restos de una acrópolis romana durante la época del Califato de Córdoba y muy mejorado en el siglo XI por los Birzalíes, tribu bereber que instaló en Carmona la capital de su reino taifa. En el siglo XIV, Pedro I de Castilla escoge la ciudad de Carmona como residencia para sí y sus familiares. Tradicionalmente se ha sostenido que don Pedro mandó realizar grandes obras para la rehabilitación del Alcázar aunque los estudios realizados en los últimos años abren la posibilidad de que se edificara desde cero, en el estilo mudéjar que tanto gustaba al monarca. El caso es que, al fin de las obras, la fortaleza disponía de foso, doble muralla, un patio de armas, nueve torres, entre las internas y las externas, y dos puertas de acceso. Además había en su interior cuatro tahonas o molinos de trigo, aljibes, noria, salones, bóvedas de ladrillo, dos patios más el de armas, etcétera. Desgraciadamente, el terremoto de 1.504, de magnitud 6,8 y con epicentro en la mismísima Carmona, afectó muy seriamente el edificio (y otros muchos de la ciudad). Restaurado en 1.551, fue definitivamente abandonado tras el terremoto de Lisboa, en 1.755, que lo redujo prácticamente a ruinas. El año 1.967 el Ayuntamiento, propietario del edificio lo cedió al Estado para la construcción de un Parador de Turismo. Desgraciadamente, solo se obró la parte correspondiente al Patio de Armas, dejando el resto a merced de los elementos. Durante el verano de 2.012 se llevaron a cabo obras de consolidación de los restos de la fortaleza.
El Cubete
Fortificación avanzada en la esquina noroeste que comunicaba con el recinto mediante una escalera de caracol. Se encargó al ingeniero militar Francisco Ramírez de Madrid y se trata del primer fortín dedicado a la artillería que se levantó en la península Ibérica. Debe su forma ovalada, al igual que las torres levantadas a partir del siglo XV (ovaladas o redondas frente a las antiguas cuadrangulares), al continuo auge de la artillería a partir de ese siglo.
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