Casco Viejo-Paseo de la Independencia-Torrero. Zaragoza

El Paseo de la Independencia es una de las principales arterias de Zaragoza que une dos de las plazas más emblemáticas de la ciudad: la Plaza de Aragón con la Plaza de España.

De este paseo, así como del entramado de calles que tienen entrada o salida a esta arteria vital queremos hablarte hoy. Nombres de calles como, Canfranc, Agustín Simón, José Luis Albareda, Cinco de Marzo, San Miguel…; junto con plazas como la de Aragón, Plaza de España, Plaza de los Sitios, y las iglesias de Santa Engracia y San Miguel de los Navarros, son el corazón de la ciudad. Aquí se encuentra la principal zona económica, de ocio y administrativa de la ciudad.

Una zona ya completamente urbanizada, en la que la oferta de vivienda nueva no existe, y de quedar alguna sería a precios muy elevados. Cuenta con una actividad comercial muy variada, desde grandes superficies, franquicias, centros comerciales, y también del pequeño comercio: estancos, joyerías, agencias de viaje, bares, restaurantes… hasta un total de ciento cincuenta locales. El continuo ir y venir de personas por las calles es el síntoma de una zona dinámica y viva.

Un barrio muy consolidado en el que existe una gran variedad de servicios: tranvía, autobuses urbanos, taxis…que coexisten con otros más actuales y ecológicos, estaciones de Bizi, motos eléctricas, o los recién aparecidos patinetes eléctricos. La existencia de estos servicios hace que sea una zona preferida para que fijen la residencia aquellas personas que por motivos de trabajo tienen que desplazarse a Zaragoza.

Si queremos alejarnos del bullicio y dinamismo de esta avenida, a tan sólo unos metros nos encontramos con La Plaza de los Sitios, un remanso de tranquilidad en uno de los entornos más bellos de la ciudad. Esta plaza rectangular, con zonas ajardinadas y una arboleda exuberante, destaca en el centro el Monumento a los Sitios de Zaragoza. En él se representan a los diferentes protagonistas de la defensa de la ciudad en 1808. Coronando el monumento, una figura que de manera alegórica representa a la ciudad.

Para hacer un descanso en la visita, nada mejor que elegir uno de los bares o restaurantes que rodean la plaza. Aparte de su variada gastronomía, son locales que están de “moda”, en los que interesa ver quién viene, y también ser vistos.

Y no puede haber mejor colofón para esta visita, que asomarte a las dos iglesias de este barrio:

Basílica de Santa Engracia, una iglesia del siglo XIX, pero que conserva la extraordinaria portada renacentista. En su interior alberga dos sarcófagos romanos traídos de Italia al puerto fluvial de Caesaraugusta.

La iglesia de San Miguel de los Navarros, en la que podrás admirar la decoración mudéjar exterior, concentrada en dos partes: el Ábside parroquial y la Torre campanario..

Dedicar una jornada a conocer el Paseo de la Independencia y sus calles adyacentes, es sentir el latido del corazón de una ciudad viva, con rincones que nos hablan de sus Historia y del rico patrimonio legado por las diferentes culturas que han convivido en la ciudad.