Circular Zurita-Cuevas de Cristal-Pozos de hielo-Zurita. Baélls. La Litera. Huesca

Siempre he pensado que las comunidades monásticas han tenido, a lo largo de los siglos, un criterio exquisito a la hora de escoger los lugares de construcción de sus monasterios, conventos, iglesias, ermitas, etc. Esta corta ruta es un buen ejemplo de ello. Durante el recorrido visitaremos una serie de rincones, recónditos y de gran belleza, aprovechados por la orden de los Escolapios, entre los siglos XVII y XIX, para proveer de hielo a las localidades cercanas, hecho que constituía, al parecer, su principal fuente de ingresos.

Iniciaremos la ruta en la localidad de Zurita, perteneciente al municipio de Baélls. Accederemos al pueblo por la carretera N-230. Unos 17km después de Alfarràs, tomaremos un desvío a la izquierda en dirección Baélls. Atravesaremos esta población y seguiremos indicaciones de "Zurita". Tras un recorrido de 8,5km la estrecha carretera asfaltada termina en una buena área de aparcamiento, justo a la entrada del pueblo.

El itinerario sigue siempre un buen sendero, con indicaciones precisas en las sucesivas encrucijadas. Desde Zurita entraremos enseguida en el Barranco de Getsemaní. Al poco rato pasaremos una fuente y el sendero quedará algo colgado encima del vacío. Seguidamente el barranco se abre y vamos a disfrutar de una panorámica de gran belleza (y más en primavera), que mezcla los verdes del bosque y los cultivos con los ocres i grises de las rocas que cierran el barranco. En esta zona estaba establecido el antiguo Monasterio de Jesús del Huerto de Getsemaní, hoy en ruina absoluta. Parecería que un nombre más adecuado para el lugar podría ser Shangri-La.

Seguiremos el sendero, atentos a la bifurcación a la derecha que nos llevará a las Cuevas de Cristal, en el fondo del barranco. Una vez visitadas, volveremos sobre nuestros pasos hasta el cruce.

Seguiremos un corto recorrido y encontraremos un nuevo cruce a la derecha que nos dejará en los Pozos de hielo. El primero es visitable, los dos siguientes están cerrados.

Volveremos nuevamente atrás hasta la encrucijada. Aquí podremos optar por regresar a Zurita deshaciendo el camino de ida, o bien efectuar una pequeña circular, tomando una pista que bordea algunos campos cultivados, que nos va a retornar rápidamente al aparcamiento. En este recorrido podremos disfrutar de algunos árboles monumentales: primero un gran roble a la derecha y, casi al final, un grupito de olivos centenarios de gran belleza.

En resumen una ruta muy corta, un paseo, pero de alto valor estético e histórico, vale la pena.