CL ZA SA Gáname Puente del Cura Riberina

CL ZA Gáname Puente del Cura Riberina

Un pequeño recorrido para disfrutar del paisaje primaveral, que, desde el centro del pueblo, se dirige a la rivera de Valdelamora y por el arroyo Lavar retorna a la plaza.

Iniciamos el recorrido en la calle Santa Bárbara, que en este tramo coincide con la carretera que se dirige hacia Abelón, y una vez en el cementerio, tomamos el camino que surge a la derecha del crucero. Este camino nos lleva directos hasta el paraje conocido como Valdelamora. El arroyo conserva algo de agua y se mantienen algunas charcas con numerosas flores (Ranunculus aquatilis). Nos entretenemos sacando algunas fotos y disfrutando de este bello paisaje.

Cruzamos la rivera por un puente rústico de lajas de granito y la bordeamos para cruzar por el Puente del Cura. Según parece, este puente se construyo sobre otro anterior y servía para comunicar con la dehesa de la Albañeza a través de la portilla del valle de Rodilla el Cazo. Era utilizado, entre otros, por el administrador de la dehesa, el cura Cañete.

Nos encaminamos hacia la zona de los molinos de la rivera de la Mora. Hoy no quedan más que escasos restos de las edificaciones y se distingue con claridad uno de los canales que abastecía de agua al molino. El lugar tiene un encanto especial, a pesar de que la rivera lleva poco agua.

Volvemos al camino principal y pronto nos desviamos para acercarnos al arroyo Lavar y en especial al paraje conocido como “La Riberina”. El agua encharcada con los Ranculus, las peñas, las encinas y el campo cubierto de flores que rodea el conjunto, crea una preciosa imagen.

Por distintos caminos llegamos a la entrada del pueblo y por la calle la Fragua y luego Santa Barbara, desembocamos cerca de la plaza.

En la plaza nos detenemos a observar la casa fue el escenario de la película titulada “Sombras en una batalla”, dirigida por Mario Camus en 1993 y que contó con la participación de Carmen Maura como actriz principal.

En frente tenemos la imponerte iglesia de San Miguel, de una sola nave, datada en el siglo XVIII y que construida en piedra granítica, mantiene una esbelta espadaña barroca de tres vanos con el tradicional balcón. El templo conserva algunos restos de otros anteriores, como la portada sur, del siglo XVI y la parte inferior de la espadaña que es de origen románico.

Completan la imagen un bonito crucero situado frente a la puerta, decorada con un gran arco.

Tras la visita a la iglesia damos por terminada la ruta.