COSTA DA MORTE-FARO VILAN

La Costa de la Muerte debe su nombre a su peligrosidad, una que la ha hecho protagonista de innumerables naufragios. El Cabo Vilán no es ajeno a estos hundimientos. De hecho, fueron estas pérdidas las que alertaron que era necesario un faro.
Pero antes del faro Vilán, existía otro guardián que, por desgracia, no era tan efectivo. Su nombre era faro Vello, y aún se conservan sus restos. Para empezar, no estaba situado en la parte más alta del cabo, por lo que algunas zonas no recibían su luz y, aunque se intentó que funcionara, dinamitando partes del cabo, nunca se logró su cometido.
Así mismo, cabe destacar que era a vapor, por lo que no contaba con la potencia suficiente. Esto dio pie a tragedias como la del HMS Serpent, en el año 1890, y la de Trinacria, en el año 1893, que aceleraron la construcción del faro Vilán, el primero en usar energía eléctrica en toda la nación, y que estaría listo el 15 de enero de 1896.
Las características del faro
A diferencia de su predecesor, el faro Vilán sí se levantó en la parte más alta del cabo: una roca de 80 metros sobre el nivel del mar. Además que cuenta con una torre octogonal de 24 metros, lo que le confiere una altura total de 104 metros.
Por otro lado, su luz cubre una distancia de 28 millas (alrededor de 45 000 metros). Esto fue parte de una reforma realizada en el año 1962, ya que originalmente alcanzaba solo 10 millas (aprox. 16 000 metros).
Así mismo, el faro está conectado, por un túnel cerrado de escaleras, a un edificio que servía como vivienda de los fareros y su familia. En la actualidad, este se ha convertido en el Centro de Interpretación de naufragios, faros y señales marítimas de la Costa de la Muerte, en el que se encuentra una sala de exposición, una tienda de suvenires y un café bar.
El faro de Vilán, un lugar majestuoso y lleno de historia
Otro dato interesante de este faro es como su luz permite ver la señal de otro gran guardián de la Costa da Morte: la Torre de Hércules. Y aunque esto es maravilloso por sí solo, no es lo único entrañable de este lugar.
Resulta que su farera, Cristina Fernández, es una de las tres mujeres que ejerció esta profesión por primera vez en España. Desde 1977, Fernández ha estado al mando del faro y cuenta su historia con la misma pasión con la que las olas golpean las rocas del cabo.
Sin duda alguna, el faro Vilán es un lugar lleno de historia y paisajes que cortan el aliento.

📝AVISO:
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