Cracovia

Viaje a Cracovia, de 4 días, aunque es una ciudad pequeña que se podría visitar en dos días perfectamente. También visitamos el campo de exterminio nazi de Auschwitz, situado a unos 60 kms. de la ciudad, visita, de un día. Al realizar el viaje a finales de diciembre, hay que tener en cuenta el frío, siempre cerca de los 0 grados y que a las 15:00 empieza a oscurecer con mucha rapidez.
La visita de la ciudad se puede estructurar a partir de la vista de la Plaza del Mercado, el Castillo de Wewel, el barrio judío y el barrio de Podgorze.
La plaza del mercado es una enorme plaza de 40.000 m2 a la que accedemos por la Barbacana, antigua fortaleza defensiva, situada al lado de la puerta Florianska, la única que queda de las que hubo en su momento, con un tramo de la muralla que un día rodeó el casco antiguo de la ciudad. En el centro de la plaza se encuentra el mercado o Lonja de Paños, hoy repleto de tiendas de souvenirs para turistas. En la plaza encontramos la iglesia de Santa María, preciosa tanto en su exterior como en su interior, con colores suaves y acogedores, la iglesia de San Adalberto, pequeña capilla situada en uno de los extremos, y la torre del antiguo Ayuntamiento, actualmente, museo. Saliendo de la plaza en dirección suroeste, pasaremos por una de las zonas universitarias de la ciudad, de edificios notables, con recuerdo de dos de los estudiantes mas famosos de la ciudad, Nicolás Copérnico y el Papa Juan Pablo II. Del resto del casco antiguo, callejear por sus calles, siendo Florianska y Grodzka las mas comerciales, el resto, mas tranquilas.
Saliendo del casco antiguo, llegamos al castillo de Wewel, sede del gobierno cuando Cracovia era la capital de Polonia. En el castillo, se encuentra la catedral de Wewel, centro espiritual de Polonia y el Palacio Real como elementos mas interesantes. Me gustó especialmente el patio interior del castillo, de estilo renacentista, aunque estaba en obras en el momento de la vista, en dos de sus caras. Las vistas sobre el río Wisla son otro de los atractivos del castillo. La visita a la cueva del dragón, en estas fechas está cerrada...
Desde el castillo, podemos acercarnos al barrio judío de Cracovia, Kazimierz, barrio repleto de historia y recuerdos. De entrada llama la atención ver muchos edificios por rehabilitar. También se pueden visitar varios escenarios donde se rodó la pelicula "La lista de Schindler", en la calle Jozefa. Varias plazas, Wolnica, Novy, Bawol y Szeroka, cada una de ellas con sus peculiaridades. Las diferentes sinagogas, de las que visitamos la sinagoga de Itzak, la sinagoga vieja con su librería y murales con fotos de diferentes familias judías que vivían en el barrio durante la segunda guerra mundial, y la sinagoga Remuh, en la que se encuentra el antiguo cementerio judio, medio destruido por los nazis durante la segunda guerra mundial; en todas ellas, nos llama la atención la poca ostentación, la sencillez. Al lado del barrio judío, encontramos el nuevo cementerio, aunque es nuevo respecto del que hemos visitado antes, pero en él hay tumbas a partir de 1800. Las tumbas se amontonan unas sobre otras, sin demasiado orden, con una vegetación exuberante debido a la humedad y con las lápidas envejecidas y de color verde vegetal...En la entrada, a la derecha, los recuerdos de la segunda guerra mundial, se acumulan, lápidas, nombres, memoriales..... personas de toda condición y edad son recordadas allí.
La continuación lógica de la visita, nos lleva al barrio de Podgorze, barrio convertido por los nazis en el Gueto de Cracovia. Allí hacinaron a los judíos durante la invasión nazi y desde allí dispusieron de sus vidas, con especial protagonismo para el campo de exterminio de Auschwitz. Para acceder al mismo hay dos puentes, el mas popular es el de Father Bernatek, conocido por sus esculturas en equilibrio y, en menor medida, por los numerosos candados dejados allí por parejas de enamorados. En Podgorze, nos acercamos hasta la antigua fabrica Schindler, convertida actualmente en un museo en el que se recoge como era la vida durante la ocupación nazi. Desde allí nos desplazamos hasta la plaza Bohaterow Getta, en la que los nazis agrupaban a los judíos antes de decidir sobre sus vidas...... En la plaza se instalaron como recordatorio de lo allí sucedido, unas sillas, perfectamente alineadas, en memoria. En la esquina de la plaza se encuentra la farmacia Pankiewicz, la única que dejaron en funcionamiento los nazis durante la ocupacion en la zona del Guetto. A pesar de las amenazas y restricciones impuestas por los nazis, el farmaceútico ayudó a los judíos hacinados en el barrio, siendo reconocido como hombre justo entre las naciones por la autoridad judía. Hoy está abierta como museo.
Antes de cruzar el río nuevamente, visitamos la iglesia Jozefa, a mi modo de ver la mas bonita de las visitadas
Visita obligada es el campo de exterminio de Auschwitz, a 60 kms. de Cracovia. Fue el mayor de los campos creados por los nazis, y en el se contabilizaron hasta 1.300.000 personas, de las cuales 1.100.000, murieron. Aparte, en la etapa final, se dejó de registrar, por lo que esas son las cifras que constan en los registros que llevaba la Gestapo. Auschwitz, en realidad son dos campos, el inicial y un segundo campo, mucho mayor, situado muy cerca, Birkenau. Es aconsejable contratar un guía de habla hispana para poder llegar a hacerse una idea de lo que allí sucedió. La visita nos lleva por diversos bloques, donde se nos muestran los restos del horror: la habitación donde se juzgaba....y se condenaba inexorablemente a muerte, la paja sobre la que dormían, los lavabos, las salas de castigo, pasillos repletos de fotos de prisioneros con su fecha de nacimiento...y la de su muerte, salas donde vemos los bienes robados a los prisioneros: montañas de zapatos, maletas, gafas, accesorios de aseo, ....cabello humano. Visitamos la cámara de gas y los hornos, al lado de la casa en que residía R. Hess con su familia...y al lado también del patíbulo donde le colgaron tras su juicio y posterior condena a muerte. Es una visita estremecedora, en silencio y de mucha emoción, difícil articular palabra. Después visitamos Birkenau, con su fachada tan conocida bajo la que los trenes accedían al interior del campo. Los primeros bloques eran de obra, pero mas adelante eran de madera, tomando como modelo las cuadras de caballo alemanas. Pueden verse los restos de los bloques de madera quemados por los alemanes en su huida, y los restos, asimismo de la cámara de gas, destruida por los alemanes, pero no consiguieron ocultar lo que allí sucedió. Es un enorme campo, sin fin, para la construcción del cual, los alemanes destruyeron 7 pueblos polacos allí ubicados.
A tener en cuenta el frío y que anochece a partir de las 15:00. A destacar el civismo que se ve por toda la ciudad, calles limpias, gente caminando sin prisas ni agobios, sin gritos ni estridencias, no se escuchó un solo bocinazo en los días de la visita, ...y en cualquier lugar público gente joven del pais trabajando, la mayoría de ellos con un nivel de ingles mas que correcto.