Da Seca - Combarro (paseo turístico)
near Poio, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
El conjunto histórico-artístico y pintoresco de Combarro, está construido directamente sobre el granito al lado del mar y representa la esencia de la arquitectura popular gallega. Se encuentra escondido al borde de la ría de Pontevedra, y mantiene intactos una estructura urbanística y un estilo arquitectónico propios de los siglos XVIII o XIX.
Se caracteriza por tres elementos fundamentales: los hórreos, los cruceiros y las casas marineras.
La existencia de los hórreos denota una gran convivencia de la vida agrícola y ganadera con la actividad pesquera en la antigüedad. Destacan sus más de 30 hórreos, la mayor parte de ellos situados a orillas del mar.
Waypoints
Hórreos
La primera función de los hórreos es servir de almacén para guardar y conservar el maíz, pero también otros productos agrícolas como las patatas y otros cereales. Se construyen sobre postes o pies de piedra con una cierta altura para apartarlos del suelo y evitar que entren la humedad y los roedores. Aunque la madera y la piedra son los materiales más frecuentes en estas construcciones, originariamente tenían sus paredes cubiertas de mimbres entretejidos y el tejado de paja; de ahí el nombre de "palleiras" que reciben en Combarro. En los remates del tejado son comunes elementos ornamentales como cruces, que tenían una función protectora y sacralizadora, y pináculos, símbolos asociados a la abundancia y a la riqueza. Al estar en primera línea de playa, si la marea está alta no se podrá cruzar a su lado hasta el Peirao pero, como contrapartida, se obtiene una magnífica vista de estos hórreos que parecen flotar sobre el agua.
Plaza de Rialeira
Casas marineras: siglo XVII-XVIII Cruces: siglo XVIII-XIX Hórreos: siglo XVIII Combarro fue declarado Conjunto de Interés Artistico y Pintoresco el 30 de noviembre de 1972. Beiramar de hórreos podría ser el significado actual de Combarro. Lo cierto es que el mar tiene una calle propia en este litoral del municipio de Poio. Entre la Rúa que por excelencia delimita la costa con una linea de hórreos y la calle de San Roque, se encuentra toda una disposición espacial que en su resultado final es casi un simbolo de galleguidad popular. Sobre el propio afloramiento granítico se levantan las pequeñas casas marineras con delicados trabajos de cantería. Agradan las solainas balconadas de piedra muy del gusto de un tiempo barroco inspirado si cabe, en la arquitectura de los pazos. Los interiores se revelaban humildes, con el suelo del piso inferior de tierra y apenas sin divisiones entre estancias. Cara al mar, se reserva un espacio para los trabajos presidido por los hórreos. Se cuentan unos treinta, formando el mayor conjunto de Galicia con la singularidad además de su situación costera. También son de piedra, aunque su nombre local de palleiras nos remonta a la antigüedad con cubiertas de paja y otros materiales de este tipo. Lo importante es que con su función de almacenamiento revelan la necesaria simbiosis entre lo agrícola y lo marinero propiciado por las rias. Por último los cruceros, elementos de una religiosidad popular que no podía faltar en las encrucijadas. En varios de ellos se representa una victoria sobre el mal. Algunos de ellos tienen además un mesado a modo de altar con función sobre todo ornamental para la procesión del Corpus
Rúa do Mar
Calle del Mar Hoy en día la rúa do Mar es la más comercial junto con su paralela la calle de San Roque. Avanzando por ella se pueden observar aún numerosos hórreos alineados sobre el muro costero con sus singulares callejones terminados en rampas que se utilizaban para subir y bajar las barcas y para echar los aparejos y las redes al mar. Este espacio tan característico de Combarro servía de conexión entre la vida de la tierra con la vida que surgia del mar. Al finalizar el recorrido, una gran roca granítica ("A Ghurita") sobre la que se construyó una escalera de madera, permite acceder a la plaza de Chousa, punto de encuentro de los vecinos y vecinas de Combarro y donde se celebran verbenas, ferias y un gran número de actividades. Esta plaza pública fue construida sobre la antigua playa d
Plaza de San Roque
El cruceiro do Campo, también conocido como de San Roque, data de 1802 y está situado en el centro de la plaza, directamente encima de la roca granítica sobre la que se asienta Combarro. De esta forma se empleaba un terreno que no era útil para ninguna otra cosa y no se desperdiciaban así las tierras fértiles. Esta roca era aprovechada como base de los cruceiros o en la construcción de escaleras de acceso a las viviendas, como veremos en otros puntos del recorrido. En los cruceiros de Combarro, la imagen más repetida en el reverso de la cruz es la de la virgen del Socorro enfrentándose al mal, con el demonio a los pies de la virgen, y en su anverso la figura de Cristo. En esta plaza también destaca una de las casas más singulares de todo el Conjunto Histórico. Se caracteriza por el balcón de piedra de inspiración barroca orientado al sol al cual se accede mediante unas escaleras formando lo que se denomina "solaina".
Iglesia parroquial de San Roque
La iglesia de San Roque, construida a mediados del siglo XVIII, se sitúa en el centro del pueblo. Tiene una sola nave, rasgo propio de la arquitectura religiosa de los pueblos marineros. Su retablo, síntesis de barroco tardio con elementos neoclásicos, tiene labrado en su parte central un escudo de la Corona de Castilla. Esto se debe a la vinculación de Combarro con el Monasterio de San Xoán de Poio, al carácter benedictino de sus monjes, y a que estos estaban ligados en Galicia a la Congregación de Castilla, con sede en Valladolid. En el cruceiro situado en el atrio de la iglesia destaca la figura en el fuste del patrón de la parroquia de Combarro, San Roque, protector contra toda clase de epidemias. Está representado como peregrino y va acompañado de su perro, que lleva un pan en la boca.
Casas Marineras
La tradición marinera de Combarro dio lugar a una de las construcciones más destacadas del pueblo: las "casas mariñeiras". Estas son pequeñas viviendas adosadas, con elaborados trabajos de cantería y en las que destacan sus balconadas. Todas están orientadas al mar y poseen un bajo dedicado a almacén de aparejos de pesca y útiles de labranza. A veces encontramos también un pequeño lagar para el prensado de la uva. El balcón es un elemento relevante en la casa combarresa desde donde se domina visualmente el mar. Las balaustradas se construían tradicionalmente en madera, en hierro e incluso en piedra. Las de hierro y madera se pintaban de colores muy vivos con la pintura que les sobraba de pintar las barcas. Estos coloridos balcones con sus soportales dotan a Combarro de un particular tipismo. Sus estrechos soportales representan otra expresión más de las limitaciones espaciales del pueblo. Funcionan más como lugares de cobijo y protección de las entradas de las casas que omo espacios habituales de tránsito.
Plaza de la Fuente
Considerados una de las manifestaciones más características de la arquitectura popular gallega, los cruceiros poseen un carácter simbólico sagrado y una función protectora. Situados con frecuencia en las encrucijadas, se cree que su función inicial era cristianizar lugares de cultos paganos. De hecho, la cultura popular vincula los cruceiros con espacios mágicos en los que se celebraban reuniones de brujas y ánimas. Combarro no es ajena a la magia de estos símbolos y en su Conjunto Histórico se yerguen siete cruceiros. Otra de las peculiaridades de los cruceiros de Combarro es la mesa-altar de piedra que encontramos delante de alguno de ellos, que las vecinas adornan con primor cada año para la procesión del Corpus, una de las celebraciones más genuinas del pueblo.
Rúa Cega
La Rúa Cega (Calle Ciega) debe su nombre a que es la única zona del Combarro antiguo en el que las casas no están orientadas al mar y, por lo tanto, están privadas de su vista. La orientación hacia el interior no es caprichosa ni casual, sino que posiblemente obedezca a que sus habitantes no se dedicaban a las labores del mar sino a la labranza. Estas viviendas se caracterizan por la amplitud de las puertas para la entrada de carros de vacas, de los que aún quedan marcas de su paso en las rocas, tal y como se puede ver en las inmediaciones de la iglesia de San Roque. Esta disposición de las casas es un fiel reflejo de construcción ajustada a las necesidades y a los recursos disponibles, adaptándose al modo de vida tradicional de sus pobladores ligado a la agricultura y al mar. De este modo, las casas del Conjunto Histórico se levantaron sobre el borde litoral granítico y detrás quedaban, sin edificaciones, las tierras de labranza, aprovechando así al máximo el espacio cultivable.
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Muy buena ruta