De Benatae a Peñalta (circular)
near Benatae, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
A los habitantes de Benatae, el pequeño pueblo de Jaén, se les dice "naveros"; al menos el gentilicio suena así, aunque nunca he sabido si era con V o con B, lo que quiere debe de querer decir que alguna de las dos letras sobra en castellano. Si navero es con V mejor, porque hará referencia a que el pueblo está en una nava o lugar llano entre montañas, ya que si fuera con B tendríamos que sacar más punta al asunto, puesto que significaría (digo yo) que los tales habitantes tendrían su atributo viril de tamaño prominente, y empezaríamos a meternos en honduras no aptas para los píos visitantes de Wikiloc, que no van buscando, por lo general, connotaciones sexuales en las rutas.
Sea como fuere, hay que tener cierta dosis de valor para subirse de una tacada los 5 km desde el pueblo a la cumbre de Peñalta (según otros, Penorta, porque por allí sale el Sol). Como es diciembre, lo hice para entrar en calor, pero si hubiese iniciado esta misma excursión en julio a la misma hora (mediodía), la calificación de la ruta podría haber sido de difícil o muy difícil, por lo penoso de la ascensión continua con 600 m de desnivel acumulado y un 13 por ciento de pendiente media.
En fin, he puesto la ruta como moderada y para todos los públicos, pero eso quiere decir que subirán bien sobre todo adolescentes y jóvenes. Los más talluditos quizá tengan que ir parando de tanto en tanto para descansar del esfuerzo. No obstante, no hay ningún peligro. Como casi siempre en el monte, el mayor riesgo viene representado por la presencia humana, cuyo desenlace puede ser imprevisible, porque otros mamíferos superiores como los jabalíes o las cabras monteses, aunque estén o se les adivine, no suelen dar la cara cuando hay humanos rondando.
El comienzo está en el camino que sale del costado de la biblioteca municipal, que lleva el honroso nombre de Manuel Vázquez Montalbán (un novelista "polaco", clarividente y cínico, que nos enseño a ser escépticos y descreídos, a quemar los libros --ya leídos--para calentarnos en la chimenea y a entender lo que comíamos o bebíamos) y se adentra, tras una corta excursión por los olivos y los almendros, en el bosque de pinos, utilizando un viejo camino de herradura que sube a la pista forestal.
Los pinos repoblados de antiguo, que aquí lo invaden todo, dejan crecer solo hierbas aromáticas (¡oledlas a gusto¡) y arbustos. Entre estos últimos, merece la pena fijarse en los pinchosos enebros que ahora en invierno tienen bayas secas de color rojo, cuyo sabor recuerda a la ginebra, que se aroma precisamente con estos frutos o algún pariente próximo de los mismos.
La ruta deja un rato la pista para tomar un atajo, en el que se pueden ver casi siempre rastros de gorrinos-jabalíses (como se les dice aquí), que por la noche han estado hozando para buscar raíces que comer. El atajo no es obligatorio, porque va a dar a la misma pista, un km más allá, pero evitando un par de curvas.
Al llegar al km 4 se puede uno parar un rato y ver el magnífico paisaje que se divisa al sur: al frente la villa de Segura de la Sierra con su castillo y al fondo El Yelmo, el monte más alto de Jaén. Y un poco más a la derecha los montes que conforman la Sierra de Cazorla. Como se puede ver en las fotos, hoy había niebla por la mañana y ahora está despejándose, dejando un ambiente teñido de neblina que hace parecer a las montañas más alejadas y misteriosas.
Aquí hay que tomar el sendero de la izquierda, que llegará hasta la caseta de los fogueros un km más allá. Si es verano y están de vigía, hablad con ellos y que os cuenten cómo se llaman los montes que se divisan desde su atalaya (Navalperal, Piedra del Agujero, Bucentaina... y así en sentido opuesto a las agujas del reloj hasta El Yelmo). Si están los fogueros y es temprano, quizá puedan enseñaros alguna cabra que ande por estos parajes, donde les ponen de beber y de comer. Si vais en temporada de invierno, será más difícil verlas por vuestra cuenta.
La bajada es, en principio, por el mismo sitio, pero una vez que se recorre medio km hay que desviarse a la derecha, tomando un sendero que baja mucho más derecho al pueblo que la pista por la que hemos subido. No tiene pérdida, pero en la duda hay que seguir los indicadores que pongan "Fuente de San Miguel". El sendero en algunos trozos está hecho con piedras pequeñas (grava): resbalar está dentro de las posibilidades, así que es bueno apoyarse en un bastón, o en un palo cortado en las ramas de pino caídas.
La tal Fuente de San Miguel es un lugar de solaz y merienda a solo un km del pueblo. Sí vais con niños, aunque hayan subido a Peñalta seguirán allí trepando a los columpios y jugando, mientras vosotros os servís del caño para abrevar y de las mesas para descansar.
Desde la Fuente de San Miguel al pueblo hay escasos diez minutos, bajando por la carretera que llega hasta allí y está asfaltada. Se entra en el lugar por la rambla y la primera construcción, a la derecha, son las casas rurales.
Seguramente la decena de km recorridos os habrán dado hambre y sed. Pues si es así id a los bares del pueblo y entre cerveza y tapa decid, señalando la caseta de Peñalta, que venís de allí.
Algunos de los naveros os dirán que ellos también fueron alguna vez cuando eran jóvenes, pero que ahora no están las edades para tanta aventura.
Otros, sin embargo, os dirán que la excursión no es para tanto, y que ellos suelen subir a menudo.
Después de oírles me escribís y me decís si, en vuestra opinión, el gentilicio debe ser "navero" o más bien "nabero". Sea lo que fuere, habrá merecido la pena el viaje, el reventón y la vista del soberbio paisaje desde el calar de Peñalta.
P.D. ¡Anda! Ahora me entero de que nabero también puede describir a uno que cultiva o vende nabos, que resulta que es una hortaliza... ¡qué caprichoso este lenguaje nuestro! ¿Os imagináis a los lugareños de Benatae tirándose nabos y haciendo batallas "nabales" a 200 km de la costa más cercana?
Sea como fuere, hay que tener cierta dosis de valor para subirse de una tacada los 5 km desde el pueblo a la cumbre de Peñalta (según otros, Penorta, porque por allí sale el Sol). Como es diciembre, lo hice para entrar en calor, pero si hubiese iniciado esta misma excursión en julio a la misma hora (mediodía), la calificación de la ruta podría haber sido de difícil o muy difícil, por lo penoso de la ascensión continua con 600 m de desnivel acumulado y un 13 por ciento de pendiente media.
En fin, he puesto la ruta como moderada y para todos los públicos, pero eso quiere decir que subirán bien sobre todo adolescentes y jóvenes. Los más talluditos quizá tengan que ir parando de tanto en tanto para descansar del esfuerzo. No obstante, no hay ningún peligro. Como casi siempre en el monte, el mayor riesgo viene representado por la presencia humana, cuyo desenlace puede ser imprevisible, porque otros mamíferos superiores como los jabalíes o las cabras monteses, aunque estén o se les adivine, no suelen dar la cara cuando hay humanos rondando.
El comienzo está en el camino que sale del costado de la biblioteca municipal, que lleva el honroso nombre de Manuel Vázquez Montalbán (un novelista "polaco", clarividente y cínico, que nos enseño a ser escépticos y descreídos, a quemar los libros --ya leídos--para calentarnos en la chimenea y a entender lo que comíamos o bebíamos) y se adentra, tras una corta excursión por los olivos y los almendros, en el bosque de pinos, utilizando un viejo camino de herradura que sube a la pista forestal.
Los pinos repoblados de antiguo, que aquí lo invaden todo, dejan crecer solo hierbas aromáticas (¡oledlas a gusto¡) y arbustos. Entre estos últimos, merece la pena fijarse en los pinchosos enebros que ahora en invierno tienen bayas secas de color rojo, cuyo sabor recuerda a la ginebra, que se aroma precisamente con estos frutos o algún pariente próximo de los mismos.
La ruta deja un rato la pista para tomar un atajo, en el que se pueden ver casi siempre rastros de gorrinos-jabalíses (como se les dice aquí), que por la noche han estado hozando para buscar raíces que comer. El atajo no es obligatorio, porque va a dar a la misma pista, un km más allá, pero evitando un par de curvas.
Al llegar al km 4 se puede uno parar un rato y ver el magnífico paisaje que se divisa al sur: al frente la villa de Segura de la Sierra con su castillo y al fondo El Yelmo, el monte más alto de Jaén. Y un poco más a la derecha los montes que conforman la Sierra de Cazorla. Como se puede ver en las fotos, hoy había niebla por la mañana y ahora está despejándose, dejando un ambiente teñido de neblina que hace parecer a las montañas más alejadas y misteriosas.
Aquí hay que tomar el sendero de la izquierda, que llegará hasta la caseta de los fogueros un km más allá. Si es verano y están de vigía, hablad con ellos y que os cuenten cómo se llaman los montes que se divisan desde su atalaya (Navalperal, Piedra del Agujero, Bucentaina... y así en sentido opuesto a las agujas del reloj hasta El Yelmo). Si están los fogueros y es temprano, quizá puedan enseñaros alguna cabra que ande por estos parajes, donde les ponen de beber y de comer. Si vais en temporada de invierno, será más difícil verlas por vuestra cuenta.
La bajada es, en principio, por el mismo sitio, pero una vez que se recorre medio km hay que desviarse a la derecha, tomando un sendero que baja mucho más derecho al pueblo que la pista por la que hemos subido. No tiene pérdida, pero en la duda hay que seguir los indicadores que pongan "Fuente de San Miguel". El sendero en algunos trozos está hecho con piedras pequeñas (grava): resbalar está dentro de las posibilidades, así que es bueno apoyarse en un bastón, o en un palo cortado en las ramas de pino caídas.
La tal Fuente de San Miguel es un lugar de solaz y merienda a solo un km del pueblo. Sí vais con niños, aunque hayan subido a Peñalta seguirán allí trepando a los columpios y jugando, mientras vosotros os servís del caño para abrevar y de las mesas para descansar.
Desde la Fuente de San Miguel al pueblo hay escasos diez minutos, bajando por la carretera que llega hasta allí y está asfaltada. Se entra en el lugar por la rambla y la primera construcción, a la derecha, son las casas rurales.
Seguramente la decena de km recorridos os habrán dado hambre y sed. Pues si es así id a los bares del pueblo y entre cerveza y tapa decid, señalando la caseta de Peñalta, que venís de allí.
Algunos de los naveros os dirán que ellos también fueron alguna vez cuando eran jóvenes, pero que ahora no están las edades para tanta aventura.
Otros, sin embargo, os dirán que la excursión no es para tanto, y que ellos suelen subir a menudo.
Después de oírles me escribís y me decís si, en vuestra opinión, el gentilicio debe ser "navero" o más bien "nabero". Sea lo que fuere, habrá merecido la pena el viaje, el reventón y la vista del soberbio paisaje desde el calar de Peñalta.
P.D. ¡Anda! Ahora me entero de que nabero también puede describir a uno que cultiva o vende nabos, que resulta que es una hortaliza... ¡qué caprichoso este lenguaje nuestro! ¿Os imagináis a los lugareños de Benatae tirándose nabos y haciendo batallas "nabales" a 200 km de la costa más cercana?
Waypoints
Panorama
4,767 ft
05 Bajando Peñalta
Algunas vistas de la bajada desde Peñalta a la Fuente de San Miguel
Fountain
3,533 ft
06 Fuente S Miguel
La fuente de San Miguel, un poco antes de llegar al pueblo, cuando se acaba la pista y comienza el asfalto. Para abrevar si vas sediento.
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El camino de subida: olivos, almendros, pinos y enebros https://es.wikiloc.com/rutas-outdoor/de-benatae-a-penalta-circular-15935789#wp-15935790/photo-9964399