De Cala Advocat a La Caleta de Calpe, por el Paseo Ecológico de Benissa, con niños.

Las calas de Benisa son una de las zonas más bonitas de la costa alicantina. En ese entorno se ha construido una ruta de fácil acceso (aunque con limitadas posibilidades de aparcamiento) que permite recorrer la costa del municipio siguiendo un trazado muy frecuentado, al menos en días como hoy, despejados y con un mar en calma que sigue atrayendo a bañistas en el corazón del invierno.
La ruta de hoy comienza en el aparcamiento de la Cala Advocat (para una veintena de coches), aunque se puede prolongar siguiendo la costa hasta la vecina Cala Baladrar. Aquí la progresión es impedida por las construcciones, cuyos muros alcanzan el acantilado, impidiendo una progresión cómoda hacia las siguientes calas (desde las cuales hay escasos obstáculos para llegar hasta Moraira siguiendo la linea de costa, lo que abre la posibilidad de realizar una ruta más agresiva por la costa desde Moraira a Calpe, con algunos tramos en los que habría que pasar por el agua, lo que sin duda parecerá muy atractivo a algunos senderistas que conozco).
Llegamos a la Cala Advocat, desde Moraira, por la CV-746, saliendo a la izquierda por una estrecha calle asfaltada (calle Gavilán, no señalizada) que baja hacia la Cala y el restaurante La Paillote. El aparcamiento está ahora medio vacío, pero en verano suele estar totalmente lleno, salvo que se llegue muy temprano.
Comenzamos a caminar por la arena de la cala, que cruzamos hacia una escalera que sube por la ladera de la cala, cotinuando al borde del mar, con excelentes vistas, en dirección a Cala Llobella. El camino gira más adelante hacia la derecha para llegar a la calle del Cerezo (o Cirer), por donde se puede acceder a la Cala, aunque ahora continuaremos por el interior hacia el Carrer dels Pinets y la Cala Pinets, para continuar después hacia Cala Fustera, la más amplia y urbanizada del conjunto, pero también la que acoge las mayores aglomeraciones y dificultades para aparcar.
Al salir de Cala Fustera subimos hacia la parte alta del acantilado, donde está situado el Centro de Información y ya podemos ver a cierta distancia el puerto de Les Bassetes, con el Peñón de Ifach de impresionante telón de fondo.
Pronto llegaremos al Puerto, donde nos hemos detenido en otras ocasiones, aunque en esta continuaremos por el sendero litoral, para subir poco después hacia la parte alta del acantilado, por la que seguiremos hacia la Partida Calalga, para luego continuar por el Paseo Marítimo de La Caleta, donde daremos la vuelta para regresar hacia la Bassetes.
Lo mejor es hacerlo por el mismo camino que hemos seguido para llegar aquí, pero una alternativa (más fea, pero que es la que hemos seguido) es hacerlo por el interior, pasando por las calles de la Calalga; ninguna permite salir de nuevo hacia el sendero cosstero, por lo que no hay más remedio, si se escoge la ruta que hemos seguido y que nos parece peor, que salir hacia la carretera CV-746, a cuyo lado (con un arcén bastante amplio en la mayoría del trayecto) se recorren unos 200 metroa antes de girar a la derecha, para continuar por una calle interior que nos llevará al Paseo Ecológico, ya bastante cerca del Puerto Bassetes.
Es hora de parar un rato, lo que hacemos en la amplia terraza de uno de los bares del puerto, y comer y beber algo. Tras acabar volvemos al Paseo y giramos hacia la derecha, para deshacer el camino hasta Cala Pinets. Aquí dejamos el Paseo y continuamos por un sendero costero, con alguna zona de cierta exigencia, sin ningún problema para los niños a los que encanta la pequeña aventura, aunque los mayores mantenían un férreo control para impedir desviaciones o aceleraciones. La Cala Llobella es una de las más salvajes y poco frecuentadas, aunque el acantilado tiene evidencias de ocasionales caidas de piedra que pueden ser muy peligrosas, y no es adecuada para personas con problemas de movilidad, aunque tras ver pasar a los niños sin ningún problema, sólo me parece necesario aconsejar cuidado y vigilar a los más pequeños. Poco después llegamos a la Cala Advocat, donde termina la ruta y entran unas ganas enormes de darse un baño, aunque nos tenemos que marchar de inmediato.
Calzado de montaña, bastones para los adultos, y agua suficiente son recomendables; con niños es muy aconsejable llevar algo de comida, aunque en Bassetes el remedio es fácil, y la parada deliciosa.