DE VOZMEDIANO A LOS HAYEDOS DEL MONCAYO
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Trail stats
- Distance
- 9.98 mi
- Elevation gain
- 1,657 ft
- Technical difficulty
- Easy
- Elevation loss
- 1,657 ft
- Max elevation
- 3,865 ft
- TrailRank
- 42
- Min elevation
- 3,865 ft
- Trail type
- Loop
- Time
- 5 hours 11 minutes
- Coordinates
- 1606
- Uploaded
- August 7, 2012
- Recorded
- August 2012
near Vozmediano, Castilla y León (España)
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Itinerary description
DE_VOZMEDIANO_A_LOS_HAYEDOS_SORIANOS_DEL_MONCAYO
Esta es una marcha para hacerla despacio, a no importa qué edad y con qué fuerzas. Es fácil, salvo si el suelo está nevado.
La mañana de principios de agosto olía todavía a la tormenta de hace un par de días. Salimos de Vozmediano a las 8 de la mañana y nos encaramamos al camino que atraviesa los antiguos bancales hoy incultos. Solo nos recibió un corzo que huyó asustado monte arriba. Pasamos los sotos y llegamos al bosque de robles, con regatos cantarines que bajan del monte. La mañana suave, el Moncayo con boina blanca que se iría descubriendo poco a poco y el aire húmedo. La subida hasta la carretera, cerca de Agramonte, confortable porque el camino forestal está muy bien conservado.
Renunciamos a visitar las ruinas del sanatorio y tomamos la pista que va directa a La Aldehuela. Al principio los robles dominaban, pero luego empezó el dominio del haya. El bosque fresco y con tanta sombra que no crece nada debajo. Por las lindes del sendero asomaban zarzas, acebos, retamas, jaras y brezos.
El paisaje bien surtido: a la derecha los montes que bajan hasta la depresión del Ebro, y al fondo los Pirineos tras la neblina; a la izquierda los verdes de las hayas y los pinos, que se turnan como manchas hasta que la altura no deja crecer más que piornos y plantas rastreras de montaña, ya cerca del pico San Miguel. El tráfico del día, más denso que de costumbre: tres ciclistas en siete kilómetros.
Cuando tomamos el camino a La Aldehuela, tras abandonar la pista, nos encontramos con fresas silvestres, moras y chordón. Aunque las fechas tan tempranas no dan para festines, y los frutos son asaz chicos en estas alturas, invertimos casi media hora en recoger y comernos una pequeña cosecha.
Bajamos sin prisa a La Aldehuela, a ver las huertas y las fuentes. Tomamos el Camino del Agua antonino (diz que une el Duero en Soria con el Ebro en Tudela en 6 jornadas andarinas) hasta el nacedero del Queiles, cabe Vozmediano. Allí almorzamos torreznos y queso, que son productos de la zona.
En total algo más de cinco horas, despacito y viéndolo todo. En fin, una mañana recomendable para bajar estrés y malos humos.
Esta es una marcha para hacerla despacio, a no importa qué edad y con qué fuerzas. Es fácil, salvo si el suelo está nevado.
La mañana de principios de agosto olía todavía a la tormenta de hace un par de días. Salimos de Vozmediano a las 8 de la mañana y nos encaramamos al camino que atraviesa los antiguos bancales hoy incultos. Solo nos recibió un corzo que huyó asustado monte arriba. Pasamos los sotos y llegamos al bosque de robles, con regatos cantarines que bajan del monte. La mañana suave, el Moncayo con boina blanca que se iría descubriendo poco a poco y el aire húmedo. La subida hasta la carretera, cerca de Agramonte, confortable porque el camino forestal está muy bien conservado.
Renunciamos a visitar las ruinas del sanatorio y tomamos la pista que va directa a La Aldehuela. Al principio los robles dominaban, pero luego empezó el dominio del haya. El bosque fresco y con tanta sombra que no crece nada debajo. Por las lindes del sendero asomaban zarzas, acebos, retamas, jaras y brezos.
El paisaje bien surtido: a la derecha los montes que bajan hasta la depresión del Ebro, y al fondo los Pirineos tras la neblina; a la izquierda los verdes de las hayas y los pinos, que se turnan como manchas hasta que la altura no deja crecer más que piornos y plantas rastreras de montaña, ya cerca del pico San Miguel. El tráfico del día, más denso que de costumbre: tres ciclistas en siete kilómetros.
Cuando tomamos el camino a La Aldehuela, tras abandonar la pista, nos encontramos con fresas silvestres, moras y chordón. Aunque las fechas tan tempranas no dan para festines, y los frutos son asaz chicos en estas alturas, invertimos casi media hora en recoger y comernos una pequeña cosecha.
Bajamos sin prisa a La Aldehuela, a ver las huertas y las fuentes. Tomamos el Camino del Agua antonino (diz que une el Duero en Soria con el Ebro en Tudela en 6 jornadas andarinas) hasta el nacedero del Queiles, cabe Vozmediano. Allí almorzamos torreznos y queso, que son productos de la zona.
En total algo más de cinco horas, despacito y viéndolo todo. En fin, una mañana recomendable para bajar estrés y malos humos.
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