Dólmenes del Monte Areo (Carreño)

Recorrido circular por el concejo de Carreño y las Necrópolis Tumulares del Monte Areo, con el paso por el vértice geodésico del alto con sus 265 metros, máxima altitud del concejo.

San Pablo (170 metros) - Dolmen Les Huelges de San Pablo (185 metros) - Alto de Areo (265 metros) - Dolmen del Cierru Los Llanos (262 metros) - Mirador de la Peña'L Carro (245 metros) - San Pablo (170 metros).

Por la antigua carretera Gijón- Avilés (AS-19) y poco antes de llegar al cruce conocido como El Empalme, seguir por un desvío a la izquierda, que se dirige a los pueblos de El Valle y Ambás por la CE-6. A unos 3 kms, seguir de nuevo a la izquierda por una estrecha carretera que nos eleva a San Pablo, pequeño núcleo rural donde comienza el recorrido. En el cruce de caminos de San Pablo, es posible dejar el vehículo, junto a unos contenedores y una mesa de madera.

Es el Monte Areo un planicie geológica de 7 kms de longitud y 600 metros de anchura en forma de meseta, que presenta una elevación media en torno a los 260 metros en su parte mas alta. Su importancia durante el periodo neolítico, queda evidenciada por las necrópolis tumulares de hace unos 7.000 años, que podemos admirar y que son de las mas importantes del norte de España. En el siglo I de nuestra era, fue además un asentamiento romano y campo de maniobras de la IV Legión Macedónica, durante el control militar de Gijón.

Por el Monte Areo discurría una calzada romana que desde Llanera (Lucus Asturum), llegaba hasta la Punta de Torres, donde existía una monumento al emperador Cesar Augusto, conocido como "Aras Sextianas", nombre que puede dar origen a la planicie: Aras /Areo. Otra versión según Marino Busto, cronista oficial de Carreño, es que el Monte Areo, viene de Iroba que según una leyenda querría decir "tierra rica, gente boba", en referencia a unos tesoros allí escondidos dentro de los numerosos enterramientos.

Por buen camino, indicado y sin apenas desnivel, llegamos pronto al primer punto de referencia que es el área tumular de Les Huelgues de San Pablo. Su nombre se debe a las características del terreno, con corrientes subterráneas que originan pequeños humedales. Consta de dos túmulos, que se presentan visibles manteniendo buena parte de su arquitectura original.

Estudiada la zona por primera vez en 1.801, por el ilustrado candasín Carlos González Posada, lo que consideró como sepulcros del Monte Areo, no fueron tratados en profundidad hasta la década de 1.990 por un equipo de Arqueología de la Universidad de Oviedo, dirigido por Miguel Ángel de Blas Cortina, identificando mas de 30 espacios diseminados por toda la planicie del monte. No obstante, lo mas sustantivo se concentra en las áreas de Les Huelgues de San Pablo y El Cierru los Llanos.

Siguiendo el camino que discurre por la espina dorsal del monte, vamos ascendiendo hasta la zona cimera para continuar por un desvío a la derecha, que nos lleva hasta el vértice geodésico del Alto Areo, que con sus 265 metros es además la máxima altitud de Carreño. Un imperceptible sendero sale por la derecha del camino, para conducirnos hasta su emplazamiento entre la maleza, por lo que no es posible disfrutar de ninguna panorámica, como es habitual cuando llegamos a cualquiera de estos vértices. Un jito de piedras junto a su base, esconde un recipiente plástico para alojar las tarjetas de cumbre.

De vuelta al camino, continuamos por la amplia planicie que en su día fue considerada idónea para instalar en ella el aeropuerto de Asturias, para desviarnos luego hacia el norte en busca del Cierru Los Llanos, que encontramos a la orilla izquierda del camino. Su dolmen con una losa de 1.500 kgs. es lo mas atractivo del área tumular y de todo el monte en general.

Siguiendo el camino y a unos 300 metros se encuentra el mirador de la Peña L'Carru, zona que fue cantera de donde se extraían las pesadas lascas, con las que formaban los dólmenes y túmulos funerarios del monte. Es posible, ver una de esas rocas haciendo de puente sobre un pequeño arroyo, junto al aparcamiento del mirador. Aunque la arboleda dificulta la visión hacia el norte, aun es posible observar parte de los espléndidos valles de Carreño, en su recorrido hasta el Cabo de Peñas.

Desde el mirador, retrocedemos hacia nuestro punto de partida, por el camino que discurre junto a unos invernaderos, coincidiendo durante algún tramo con el camino de Santiago, en lo que fue la Vía Marítima de Agripa, calzada romana que unía por el norte Aquitania (Francia) con Finisterre (Galicia). También discurre por la planicie, el sendero de gran recorrido GR-100 de la Ruta de la Plata.