Els Ports - Gúbies del Parrissal

Entretenida, espectacular e imprescindible ruta si vais por la zona del Matarranya.
Ruta sin posibilidad de perdida, con la única variación que dependiendo del agua que lleve el río Matarraña y lo que os queráis mojar los pies, tendréis que ir por las sendas laterales al río, en mayor o menor medida.
La ruta es fácil por caminos, sendas y pasarelas sobre el río. El primer kilómetro es perfecto para familias y niños, con pinturas rupestres incluidas.

La ruta arranca del aparcamiento donde desemboca el camino hacia el Parrissal que encontraréis indicado desde la entrada de Beceite. Desde este punto se sigue la pista hacia el Pla de la Mina (en el camino encontraréis al abrigo de una pared de roca las pinturas rupestres de estilo levantino de la Fenellassa y la cueva de la Dona), para entrar poco después en el desfiladero del Matarraña, que remontaréis aprovechando las pasarelas, troncos e hitos que iréis encontrando, hasta llegar al tramo en que el curso del río se estrecha -congostos que en la zona del Port se llaman gúbies-


Beceite. Se sale del pueblo por una pista asfaltada con indicaciones hacia el Parrissal que remonta el valle del río Matarraña en dirección sur. Se comparte señalización con el GR 8 hasta el barranco de Los Rodeos.

Área de ocio del Parrissal. La pista asfaltada se termina y se continúa por otra de tierra, con algún túnel horadado en la roca, que poco después se convierte en un sendero que se adentra dirección mediodía, por algunas pasarelas de madera sobre el agua, río Matarraña arriba. Hay que tener cuidado, ya que hay algunas que resbalan y otras que se encuentran en un estado precario. El camino va saltando a ambos lados del río por tramos a veces pedregosos y algunas veces perdedores: se debe tender a seguir el curso del río (SE. Al encontrar unos bloques de piedra de grandes dimensiones, el trayecto se hace difícil de seguir: se supera el paso por la izquierda.

Se llega ante la entrada del estrecho paso de las gúbies del Parrissal. Hay dos opciones, dependiendo del caudal del río: si éste es bajo, se puede seguir por el barranco y atravesar el desfiladero por dentro, pudiendo contemplar así las altas paredes desde la base; en caso contrario, se toma el camino del Paso del Romeret que asciende a la izquierda del estrecho subiendo unos 100 metros de desnivel. Luego se flanquea por un tramo en el que se puede contemplar desde arriba el impresionante paraje que conforman las gúbies del Parrissal y se desciende, con la ayuda de escalones y cadenas, por un camino con mucha pendiente hasta volver al lecho del Matarraña, que sigue remontando hacia el sureste hasta su nacimiento, en el estrecho del Puente de la Guimerans.