Galacho de Juslibol y Castillo de Miranda

El Galacho de Juslibol es un paraje creado por un antiguo meandro del río Ebro. En 1961 hubo una crecida tan grande que cambió el cauce del río, de esta manera surgió una zona de humedales, que se inunda con cada crecida del Ebro.

Para recorrer este paraje deberemos cruzar el barrio de Juslibol y continuar hacia el Oeste por la ancha pista hasta la zona de aparcamiento donde una barrera corta el paso y tendremos que dejar el coche.

Desde aquí pasaremos por una antigua explotación y seguimos por la pista acompañados por los farallones de yeso con sus paredes desquebrajadas y bloques en precario equilibrio.

Al poco rato llegamos al parque que precede al Galacho de Juslibol, aquí encontramos una amplia zona con columpios y merenderos rodeados de un agradable arbolado donde podemos buscar un resguardo a la sombra.

Desde el centro de visitantes del Galacho de Juslibol sale el camino hacia el mirador del escarpe.

Dejando a la izquierda el centro de visitantes vemos el camino que ha sido acondicionado con unas escaleras que nos llevarán a la parte superior.

Al llegar a la parte superior del farallón podemos disfrutar de la vista panorámica que nos ofrece el espacio natural.

Una vez en la parte alta tenemos que seguir el camino siempre dejando el farallón a nuestra izquierda, para volver a la parte baja abandonamos el camino cuando tengamos a la vista el castillo de Miranda, bajando hacia la derecha por el sendero más pequeño que cruza por debajo de la linea de la luz.

Ahora toca bajar a la parte más baja para cruzar el barranco, desde este punto podemos volver al centro de visitantes o podemos hacer una visita de ida y vuelta al Castillo de Miranda por el sendero que vemos mientras bajamos.

El Castillo de Miranda data de la época medieval, aunque restos arqueológicos encontrados en los alrededores evidencian la ocupación de esta zona desde la edad del hierro, se cree que aquí estaba la populosa ciudad íbera de Salduie que entró en decadencia ante el auge de la gran Caesar Augusta. Tras la ocupación musulmana, Pedro I reconquistó la zona para el reino de Aragón en el 1101, es en esta época cuando la ermita de origen andalusí recibe el actual nombre de Castillo de Miranda.

Las epidemias del Siglo XIV trajeron de nuevo la decadencia y el abandono definitivo del Castillo.

Si hemos visitado el Castillo de Miranda tenemos que volver al barranco desde donde iniciamos la subida, desde aquí tenemos que seguir por el camino que se introduce en la densa vegetación.

Tras atravesar esa parte frondosa del camino llegamos a un puente por donde cruzar el cauce.

El estrecho sendero continua para convertirse en una pista mas ancha, por la que continuamos dejando el Galacho a nuestra izquierda.

Llegamos a un cruce de caminos donde tomaremos el camino de la izquierda para regresar de vuelta.

El camino discurre ahora a través de las lagunas del Galacho, el sendero más ancho nos lleva de regreso de la manera más directa al centro de visitantes.

Si seguimos alguno de los caminos secundarios de ida y vuelta, como el del mirador del Ebro, llegaremos a tener una vista sobre el río desde su orilla.

El camino de vuelta nos ofrece algunos lugares que bien merecen pararse un rato y disfrutar de las vistas.