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Historia de El Picazo y su gente

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Trail stats

Distance
1.94 mi
Elevation gain
23 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
23 ft
Max elevation
2,310 ft
TrailRank 
47
Min elevation
2,282 ft
Trail type
Loop
Coordinates
105
Uploaded
June 23, 2020
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near El Picazo, Castilla-La Mancha (España)

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Itinerary description

El Picazo fue fundado por el pueblo celtibérico de los Olcades en el cerro de Santa Quiteria, a unos seis kilómetros de su ubicación actual, esta localización inicial explicaría el significado de su nombre “cumbre aguda de una montaña”.
Durante la romanización, en el siglo II a. C., la población se trasladó hasta las orillas del río Júcar, a lo largo de una vía romana secundaria. En los siglos siguientes estuvo fuertemente influenciado por el pueblo árabe que ayudó a desarrollar su ya importante huerta.
La historia del municipio está fuertemente vinculada con Alarcón. Esta localidad conocida como “La Fortaleza” dependió de los árabes hasta 1184, cuando fue conquistada por Hernán de Cevallos. En el siguiente siglo se añadieron territorios hasta que en 1256 Alfonso X le concedió fuero propio.
Su vecino más ilustre, es sin duda, Don Juan Manuel, que lo anexó al señorío de Villena a principios del siglo XIV. Después de una serie de disputas con Castilla, Alarcón y sus villas, entre ellas El Picazo pasan a manos de Don Diego López Pacheco a finales del siglo XV.
En los siglos siguientes, Alarcón entra en una grave decadencia, muchos nobles, interesados en invertir en actividades agrícolas, convierten las aldeas del marquesado en su residencia habitual. El Picazo aparece como lugar por primera vez en 1599, superando en el siglo siguiente la población de Alarcón del que aún dependía.
La agricultura del municipio gana mucha importancia, en el siglo XVIII se exportaba vino a Madrid y azafrán a Sevilla y Cádiz, que, posteriormente, era enviado a América. Es ya en el siglo XIX, concretamente en 1874, cuando El Picazo se independiza definitivamente de Alarcón.
Unas décadas después, a principios del siglo XX, se produce una gran modernización del municipio, con la instalación de una central hidroeléctrica y la aparición de los vehículos a motor y de lujo.
En el año 1946, con la construcción de una nueva central, el municipio alcanza su mayor desarrollo, la población crece exponencialmente superando los 2.000 habitantes en menos de 10 años. Sin embargo, desde la finalización de esta obra en 1955, la población no ha parado de disminuir, la falta de trabajo dio lugar a un importante éxodo rural. Así, en la actualidad, El Picazo forma parte de la llamada España vaciada y cuenta con menos de 700 vecinos.

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PictographReligious site Altitude 2,306 ft
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Iglesia de la Inmaculada Concepción

La Iglesia de la Inmaculada Concepción es el edificio más antiguo del municipio, fue construido a principios del siglo XVI como un inmueble de una sola nave con planta rectangular, ábside hexagonal y cubierta de madera. Tiene adosada una torre de tres niveles diferenciados por cornisas, en el más alto podemos observar la campana. En los siglos posteriores se añadieron cuatro capillas, tres de ellas en honor a las familias nobles del municipio: los Carrillo, los Montoya y los Portillo y la última en honor a la patrona la Virgen del Rosario. Además, se añadió la sacristía y un coro alto. Cabe destacar, que hasta el siglo XIX, el edificio también se utilizó como cementerio. El suelo se dividía en cuadrados que eran comprados por las familias para enterrar a todos sus miembros, una vez que estaban llenos, los restos más antiguos se trasladaban al Osario. Ya a mediados del siglo XX, con la realización de unas obras de mantenimiento se descubrieron numerosos restos que se trasladaron al cementerio municipal. En su interior, destacamos la portada Norte construida en 1691 y, de principios del siglo XXI, las pinturas murales de Alfonso Ruiz, en la que se representan los vecinos del municipio en escenas bíblicas. Si dirigen su mirada a la parte inferior del coro podrán observar un retrato de los pintores y el párroco que impulsó esta iniciativa. (Fuente: Picazo. Un lugar en la tierra de Alarcón - Benedicto Collado Fernández. Informante: Joaquín Saiz Escudero. Fotografías: Benedicto Collado Fernández y Mario Temprado)

PictographBridge Altitude 2,289 ft
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Puente Viejo

Los vecinos del municipio, ayudados por habitantes de Villanueva de la Jara y Rubielos, iniciaron su construcción del puente en 1808. En un principio, constaba de pilares de madera y piedra, que aún se conservan, y una plataforma de madera. Se tenían que realizar reparaciones continuas, ya que el caudal del río no estaba regulado por el pantano, lo que provocó numerosas riadas a lo largo de los años. La infraestructura se consideraba propiedad de los vecinos, circunstancia que continua en la actualidad y, por lo tanto, el cobro de peajes se subastaba entre los mismos. Este servicio, que estaba exento para los vecinos de las localidades que ayudaron a construirlo, permaneció hasta 1933. Tras la riada de 1916, se decide unir los pilares originales con unos arcos de mampostería y la colocación de barandillas de hierro, elevando, de esta manera, su altura y quitando definitivamente la plataforma de madera. Años después se utilizó como conexión entre los municipios de San Clemente y Motilla. En la actualidad, mantiene su uso, aunque el tráfico se ha reducido enormemente. (Fuente: Picazo. Un lugar en tierra de Alarcón - Benedicto Collado Fernández. Fotografías: Mario Temprado y Benedicto Collado)

PictographRiver Altitude 2,293 ft
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Paisaje de 'La Pradera'

El paisaje de La Pradera se localiza en un remanso del río Júcar, entre los molinos harineros del Concejo de Alarcón, el Concejo de Villanueva de la Jara y el Puente Viejo. Antiguamente, se conocía a esta zona como El Cascajar, lugar donde iban las mujeres a lavar al río, utilizando la gran cantidad de juncos que crecían en la zona para secar la ropa. Posteriormente, empezó a conocerse como La Pradera, debido a un pequeño bar, construido a finales de los años 70 cuyo nombre se inspiró en la famosa serie de televisión La Casa de la Pradera. Este paraje ha sufrido muchos cambios, en primer lugar, solo se conserva una pequeña parte de la presa. El bar fue reformado y se convirtió en un restaurante de gran tamaño. En la zona del cascajar, los niños del colegio plantaron chopos, cambiando por completo la vegetación original. Con la construcción de la piscina municipal se redujo el número de bañistas, en la actualidad, es zona peligrosa y el baño está prohibido. Desde aquí puede dirigirse a la chopera, donde existe una pequeña zona de picnic y visitar el Rincón del Molino, espacio que ha ganado gran popularidad, y en el que podrá realizar un pequeño paseo a las orillas del Júcar. (Informantes: Mª Ángeles Saiz Escudero y Joaquín Saiz Escudero. Fotografías: Benedicto Collado)

PictographMonument Altitude 2,285 ft
Photo ofMolino harinero del Concejo de Alarcón Photo ofMolino harinero del Concejo de Alarcón Photo ofMolino harinero del Concejo de Alarcón

Molino harinero del Concejo de Alarcón

Ya existía constancia del edificio original del molino harinero en el siglo XII, aunque, se cree que es de origen árabe. El edificio actual fue construido por el Concejo de Alarcón a finales del siglo XVI o principios del XVII. Su explitación era subastada entre los vecinos, sin embargo, la familia Villanueva mantuvo su concesión hasta la desamortización. A principios del siglo XX perdió su uso original y pasó a formar parte de la central hidroeléctrica como alojamiento de su encargado. Se aprovechó la existencia de pequeñas presas en los molinos harineros a ambos lados del río para construir un azud de mayor tamaño. En la actualidad se conserva un pequeño tramo de esta infraestructura, en la que destacan las compuertas, formadas por dos arcos, utilizadas para regular el nivel del agua. Cuando la central dejó de funcionar, después de la construcción de la nueva central en 1946, el edificio quedó abandonado y la presa se perdió rápidamente, ya que se trataba de una red de palos de madera entrelazados, cubiertos por argamasa. Se trataba de una infraestructura única en el Júcar. En el año 2013 el Ayuntamiento compró a la empresa Iberdrola el edificio, y, años después, se realizaron trabajos de restauración, centrándose en la techumbre de madera que se encontraba muy deteriorada. (Fuente: Picazo. Un lugar en tierra de Alarcón - Benedicto Collado Fernández. Informante: Joaquín Saiz Escudero. Fotografías: Benedicto Collado Fernández)

PictographMonument Altitude 2,289 ft
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Casa-Palacio de Don Mateo Jerónimo Villanueva

La Casa-Palacio de Don Mateo Jerónimo Villanueva fue construida a finales del siglo XVI o principios del XVII, aunque su denominación se debe al propietario que aparece en el catastro de Ensenada en 1752. Don Mateo Jerónimo Villanueva reformó la vivienda y añadió el escudo de su familia, que se conserva prácticamente intacto en la actualidad. En ese momento contaba con un corral, horno, caballerizas y una bodega. Además, en el extremo derecho, se construyó un oratorio dedicado a San Mateo que en la actualidad da nombre a la calle en la que se encuentra el edificio. La vivienda fue propiedad de la familia hasta que se trasladó a Belmonte. Consta que, al menos desde mediados del siglo XIX, la casa pertenecía a la familia Baíllo, nobles con una gran cantidad de propiedades por todo el municipio. A finales de este siglo, la propiedad se divide en dos, pasando una de las partes al patrimonio de los Marqueses de Melgarejo. Es un edificio de planta rectangular con dos niveles y un patio de forma irregular. En la fachada de mampostería podemos observar una gran portada de estilo barroco. La puerta, adintelada con sillares, tiene a ambos lados columnas de estilo dórico. En la parte superior se abre una ventana decorada con los mismos elementos, situándose encima el escudo de la familia Villanueva construido en granito y flanqueado por la imagen de dos perros que se encuentran en muy mal estado de conservación. Encontramos cuatro ventanas de gran tamaño a ambos lados de estos elementos, sus jambas y dinteles están construidos con sillares. Además, todas tienen pequeñas cornisas en su parte superior y están protegidas por rejas de hierro forjado. En el extremo derecho de la fachada principal, encontramos un pequeño edificio, que correspondería al oratorio. Tiene un estilo más sencillo, en el que solo destaca la decoración de los sillares que forman las jambas de la puerta. En su interior podrán observar una gran escalera en la que destaca el trabajo en madera. En la planta baja, detrás de dicha escalera podrán acceder al patio de la casa-palacio, además, en la parte derecha de la entrada encontrarán un amplio salón en el que está instalado el “Bar el Hogar”. (Fuente: Picazo. Un lugar en tierra de Alarcón - Benedicto Collado Fernández. Informante: Joaquín Saiz Escudero. Fotografías: Mario Temprado y Benedicto Collado)

PictographMonument Altitude 2,293 ft
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Casa-Palacio de los Montoya Lorca

El edificio pertenecía a Don Diego de Lorca Figueroa, que fue alcaide de Alarcón en el siglo XVII. A finales de este siglo, sus descendientes se trasladaron a Albacete y vendieron la casa a Don Juan Francisco Villanueva y Montoya, el cual la amplió y reformó. En 1900 se dividió entre los herederos de Doña Juana de Montoya, que era la propietaria en ese momento. Posteriormente, se instaló un molino harinero en la parte que corresponde, en la actualidad, a la fachada principal. Está elaborada con mampostería y con sillares en los extremos, y una portada de estilo barroco en el centro. Las jambas y dinteles de la puerta y las ventanas están formados por sillares y los centrales enmarcados por columnas dóricas, mientras que las ventanas de los laterales están protegidas por rejas de hierro forjado. En la parte superior del edificio encontramos el escudo de la familia Montoya Lorca, encuadrado por dos leones. (Fuente: Picazo. Un lugar en tierra de Alarcón - Benedicto Collado Fernández. Informante: Joaquín Saiz Escudero. Fotográfias: Mario Temprado y Benedicto Collado)

PictographMonument Altitude 2,304 ft
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Casa-Palacio de los Ruiz de Monsalve

La casa fue propiedad de la familia Ruiz de Monsalve, proveniente de Alarcón y de Mahora, que se instaló en El Picazo, junto a otras familias nobles. Estas se interesaron por la producción agrícola, fomentando cultivos como los cereales, el azafrán, la viña y el olivo y, ayudando, así, al gran desarrollo que sufrió el municipio en el siglo XVII. La vivienda se encuentra en la Plaza Mayor, a la derecha del antiguo mesón, construido en el siglo XIII y que funcionó hasta 1960. Aunque, en la actualidad, se ha transformado totalmente y quedan muy pocos restos del edificio antiguo. Uno de los habitantes más destacados de la casa-palacio, fue Don Domingo Ruiz Monsalve, que fue alcalde del municipio en varias ocasiones durante la segunda mitad del siglo XVIII. Se trata de un edificio con dos pisos de gran tamaño, casi 1000 m2. En la fachada principal construida con mampostería, encontramos tres ventanas de gran tamaño, dos en el segundo nivel, que dan acceso a pequeños balcones, y una en la parte inferior a la derecha de la puerta principal. Las jambas y dinteles de estos elementos están constituidas por sillares: los de las ventanas adornados con motivos geométricos, y el dintel de la puerta con motivos naturales. En el extremo izquierdo encontramos una puerta de grandes dimensiones colmada por un arco de medio punto que da acceso a un extenso patio. Si miran en la parte superior del edificio podrán observar el escudo de la familia Ruiz de Monsalve, que se encuentra aún en muy buen estado. (Fuente: Picazo. Un lugar en tierra de Alarcón. Informante: Joaquín Saiz Escudero. Fotografías: Mario Temprado y Benedicto Collado)

PictographWaypoint Altitude 2,287 ft
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Paisaje tradicional de la huerta

El paisaje tradicional de la huerta se componía de pequeñas plantaciones de hortalizas siempre acompañadas por una pequeña casa y un corral para el criado de gallinas y cerdos, además de una cuadra para los animales de carga. Estos terrenos se extendían por la Vega Alta, donde se encuentra, y la Vega Baja del río Júcar. Era la actividad principal del municipio, los productos se utilizaban para el consumo familiar y los excedentes se vendían en pueblos como Alarcón, Tébar, La Atalaya, El Cañavate, etc. El transporte solía hacerse con un burro que podía cargar o no de un carro. El sistema de regadío se componía de un pozo con noria, movido por una mula o burro. El agua se distribuía mediante una balsa y un sistema de canales y regueros. Normalmente toda la familia trabaja en la huerta, que podía ser heredadas o arrendadas de otros propietarios. También era muy común la existencia de jornaleros. Estas familias se trasladaban a vivir a la pequeña casa los meses de verano, época en la que había más trabajo. Además, muchos tenían plantaciones de olivos, almendros y viñas. En estos terrenos solían construirse hornillos o refugios para que los agricultores pudieran resguardarse en caso de que el tiempo fuese desfavorable. Debido al éxodo rural, muchos de los propietarios se marcharon y vendieron sus tierras, de esta forma, en la actualidad, predominan las grandes plantaciones y la producción extensiva. Se ha extendido el uso de maquinaria agrícola y el riego con motor y mediante goteo, utilizando agua del río o pozos. Además, muchas de las casas que utilizaban los hortelanos en verano se han perdido. (Informantes: Mª Ángeles Saiz Escudero y Joaquín Saiz Escudero. Fotografías: Benedicto Collado y Mario Temprado)

PictographWaypoint Altitude 2,303 ft
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Paisaje de 'La Obra'

Se denomina camino de “La Obra” a la continuación de la Calle Alarcón hasta el tramo del transvase Tajo-Segura que pasa por la localidad. En sus orígenes se trataba de una vía romana secundaria que conectaba los municipios de El Picazo y Alarcón y se unía a una vía principal que llegaba hasta Cartago Nova. El paisaje actual y su nombre surge a partir de 1946, cuando se inició la construcción de una nueva central hidroeléctrica en el municipio y un túnel para conectarla con el embalse de Alarcón y el contraembalse de Castillejos. Se trataba de una obra de enorme importancia y tamaño para la época. Este camino era el que utilizaban los trabajadores para llegar a su puesto de trabajo. La población pasó de alrededor de 1.600 vecinos a casi 2.200 en solo veinte años, desarrollándose, así, un barrio cerca de la central, ahora totalmente desaparecido. En éste residían en su mayoría los ingenieros que dirigían el proyecto, se construyeron numerosas casas e instalaciones en la zona, que en muchas ocasiones eran mejores que las que tenían los vecinos del pueblo. Incluso se desarrollaron plantaciones y cultivos, trabajados por los propios vecinos, para suministrar productos a estos obreros. Pueden visitar este paraje siguiendo este mismo camino durante un kilómetro y medio, donde, además, podrán descubrir otros lugares destacados como el Peñón de la Encantá o el Rincón del Pescador y conocer otros elementos de nuestro patrimonio inmaterial. Por otra parte, en la actualidad el camino forma parte del Sendero de Gran Recorrido GR64, que une la localidad con Alarcón y que pueden realizar a pie o en bicicleta. El sendero recorre 16 kilómetros a lo largo del río Júcar. Podrán disfrutar de bellas vistas e importantes restos de época romana como el puente de El Picazo. (Fuente: Picazo. Un lugar en tierra de Alarcón. Informante: Joaquín Saiz Escudero.)

PictographMonument Altitude 2,302 ft
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La extractora

La extractora se construyó en el molino de aceite de Pedro Lafuente en el tercer cuarto del siglo XX. En ella trabajaban seis personas en turnos de 12 horas, uno por el día y otro por la noche. Se trataba de un manijero o encargado de las llaves y dos obreros para carga y descarga del calderín. Las cuatro almazaras del municipio y otras de localidades cercanas como Sisante o Tébar llevaban el orujo o chispe a la extractora donde utilizando agua caliente y sulfuro extraían un aceite muy puro que era utilizado para hacer grasa. El chispe que es el hueso de la aceituna hecho trozos muy pequeños era utilizado para las chimeneas y calefactores. Todo este proceso se llevaba a cabo mediante un sistema de llaves, que controlaban el fuego y la cantidad de agua y de sulfuro. La chimenea fue construida con ladrillos fabricados por uno de los tejares del pueblo, se construyó desde el interior gracias a una estructura de escalones de hierro que aún se conserva. Su gran altura se debe a los gases tóxicos que emitía el proceso de extracción del aceite. En relación a esta actividad debemos explicar las cuevas del vino, en la actualidad prácticamente desaparecidas. Los molinos del municipio vertían en ellas los posos y mediante una red de tuberías construidas con tejas estas sustancias llegaban a la rambla y finalmente se vertían en el río. Se cuenta que las personas más pobres del municipio con la ayuda de cucharas cogían el aceite que flotaba en el agua y lo utilizaban para cocinar o hacer jabones. (Informantes: Joaquín Saiz Escudero (2020), Ángel Sevilla Ayuso (2020) y Benedicto Collado (2020))

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