La Senda del Pino Enroscao (Sierra del Brezo XI)

La ruta empieza del aparcamiento que está al final del Poblado de Compuerto. Este es un conjunto de edificios que fueron las viviendas de los obreros que construyeron el pantano de compuerto que fue terminado en 1960, quedando en desuso dichos edificios poco después. Los obreros subían cada mañana a una mina de piedra situada, tras una fuerte subida, en la falda del Peña Mayor de Velilla. La piedra, desde la mina, se cargaba en tirolinas que descendían hasta la obra de embalse del Pantano de Compuerto, un par de kilómetros a través de un magnífico bosque de pinos autóctonos. Se hicieron sitiales para la tirolina cada cierta distancia. Varios de ellos aún se conservan en ruinas y se pueden ver si paseas por medio del pinar. Uno está parcialmente reconstruído como mirador y allí descansamos del paseo.
El poblado, más tarde, fue comprado por Caja España, ahora Unicaja, y allí se desarrollaron campamentos y colonias de verano en los barracones. Yo asistí cada verano desde 3º de EGB hasta 6º de EGB. Además había familias que también podían ir a pasar una temporada a unas casitas.
Ahora ya no se hacen campamentos, se usa menos. Se ha abierto un hotel restaurante usando una de sus naves, completamente remodelada. Allí ahora hay un tipo de gente que nunca se vio antes. Cuando paseo por "la campa" aun me acuerdo de las colonias, de las escuadras y de las marchas que hacíamos.

Nuestra ruta empieza al pie de un cartel que la señala. Ya estuvimos aquí en otra ocasión con los niños y yo muchas muchas otras. Como el aparcamiento estaba lleno, dejamos el coche justo antes de salir del poblado y empezamos al ruta en otro lado, no hay pérdida y enlazamos con el camino rápidamente.
La primera parte me gusta especialmente, son varios tramos rectos sin apenas desnivel en medio del Pinar de Velilla, antiguo vestigio de los enormes pinares que poblaron la zona de siempre. Él es el último reducto de aquellos. En estos caminos encontramos casitas de duendes, son muy pequeñas y una de ellas tiene una ventanita con rejas. No encontramos puerta y suponemos que se abrirán con una canción o con un hechizo. El camino gira casi 360º grados para seguir son su suave ascensión. No hay perdida puesto que está balizado. En un momento dado hay una valla que no hay que atravesar si se está haciendo la senda del Pinar de Velilla o la senda del Pino Enroscao, que es la que hacemos hoy nosotros, aunque ambas son casi iguales. Esa valla es la que atravieso yo cada año cuando paso por la mina camino de lo que me deparen los caminos que llegan a Valcobero campo a través, o a Cristo Sierra, así como a las magníficas cumbres del Peña Mayor de Velilla y de Guardo, así como la Peña y el Pico del Fraile.
Antes de llegar al nuevo cruce nos encontramos con una cabaña de cazadores de más de dos metros de altura hecha con ramas de pino. Éstas aún están verdes con lo que es una construcción muy reciente. Está bien hecha y es amplia por dentro para el niño mayor de 5 años y la niña de 3, aunque algo más angosta para nosotros.
De allí proseguimos hasta el cruce que nos indica la dirección del Mirador del Pinar de Velilla, construido aprovechando un gran pedestal que se uso para la tirolina que llevaba la piedra de la mina hasta el pantano. Desde el mirador se puede observa todo el pinar y la mina contra el cielo en la falda de la montaña, justo donde acaban los pinos.
Desde ese punto seguimos el sendero bajando hacia el Arroyo del Pinar. Si hubiéramos continuado rectos hubiéramos llegado a otro mirador, el del embalse de Compuerto.
Para cruzar el arroyo hay un puente, casi recién reparado parece. El año pasado cuando estuvimos por aquí el puente estaba roto a causa de una riada. En ese punto empieza una subida acusada que los niños aguantaron bien y cruzando otra vez el arroyo llegamos donde está el "El Pino Enroscao". Un peculiar árbol que, como dice su nombre, está completamente enroscado sobre sí mismo todo lo alto que es. Llama mucho la atención por su forma y por su altura, pero desgraciadamente se ha secado.
Después solo nos queda volver y bajar todo recto por un camino muy cómodo y cuesta abajo hasta el aparcamiento de donde salía la ruta y de allí al coche.
Una ruta que es un paseo singular por uno de los sitios más preciosos de la montaña palentina, completamente recomendable en cualquier época del año.