Las Dos Hermanas de Codés

Cuenta una vieja leyenda que: vivían en Azuelo dos huérfanas muy pobres esclavizadas por su nueva madrastra. Era tan mala su existencia que un día aprovecharon un descuido de su déspota carcelera y se fugaron de su casa, para refugiarse en el monte a los pies de Codés. Se echó la noche y viendo la madrastra que las dos muchachas no volvían, roja de ira les echó una maldición: << ¡Ojalá se vuelvan piedras!>>. Nunca jamás se volvió a ver a las dos desdichadas hermanas. Pero la mañana siguiente de su desaparición alguien que las buscaba descubrió cerca del camino de Genevilla dos enormes rocas, una grande y otra más pequeña que hasta ese día nadie había reparado en ellas.

Parte este paseo desde el lavadero de la Calzada, muy próximo al monasterio benedictino del que solo queda la preciosa iglesia románica de San Jorge en la localidad navarra de Azuelo.
Las Dos Hermanas de Codés en TRACKSRIOJA

Una remozada pista (Camino del monte y más adelante de Genevilla) va ascendiendo con dirección NW pasando junto a una caseta de aguas(pista transitada por vehículos). Seguimos el pista de grava y tras una curva apreciamos unas choperas y alamedas, que contrastan en este otoño entre la masa verde de encinas, boj y coscoja en el lado del monte y los amarronados campos de cultivo recién labrados del valle.
Tras dejar a nuestra derecha la Fuente de las Arcas acometemos una rampa hormigonada y un poco más adelante nos salimos de la pista principal para tomar una pista de tierra que asciende hacia la derecha (N).
Siguiendo rectos entre la tupida vegetación mediterránea llegaremos hasta un cruce donde se ubica una fuente. Subimos por el ramal que asciende por la izquierda (más adelante volveremos por la pista de la derecha).Este camino nos emboca directamente en el Valle de los Penitentes.



Caminaremos ahora entre enormes monolitos de conglomerado y arenisca que construyen un “pasillo mágico” con la vista al frente de la imponente mole caliza de Joar/Ioar/Codés (con sus antenas) y escoltados a nuestra derecha -y yo diría con la atenta mirada-, de dos enormes piedras las Dos Hermanas de Codés.

No es la intención de esta ruta ir más allá y acometer una impresionante y costosa ascensión sino más bien todo lo contrario, embriagarnos por este pintoresco y sugerente lugar. Así pues,decidimos regresar y por un sendero hacia el W nos encaminamos a la Choza de los Pastores (refugio abierto) y su fuente de Santa Engracia que encontramos ocupado por una cuadrilla,–recalcar que hay que cuidarlo-. Por cierto, hay un monolito aislado que parece guardar este refugio, algunos dicen: que es el abad de Otiñano que fue convertido en piedra por otro personaje enigmático y cercano a estos lares, Joanes el “brujo de Bargota”.

Volvemos al Valle de los Penitentes y tomamos la pista alta que se dirige con sentido E .Esta pista de tierra nos conduce hacia la base de las moles de las Dos Hermanas, y si quisiéramos aventurarnos más,tras transformarse la pista más adelante en un sendero precioso al pie de los monolitos llegaríamos al Santuario de Nª Sª de Codés.
Nosotros tomamos un atajo que en fuerte bajada (S) nos conduce hacia la pista inferior que nos llevará W a la fuente del cruce mencionado anteriormente.

Desde este punto regresamos hasta la pista principal y nos encaminamos hacia la derecha (W), al rato llegaremos a un bucólico lugar, una fuente con abrevadero y una mesa bajo la sombra de una soberbia encina la Fuente de San Martín.

Después de reponernos con unas buenas viandas(la duración de la ruta con niños puede variar mucho) , decidimos regresar a Azuelo y trasladarnos en coche pasando por Torralba del Rio y así visitar el santuario de la Virgen Nª Sª de Codés, con bar-restaurante y hospedería ,bonito lugar de devoción entre los fieles navarros, alaveses y riojanos.