Lerma monumental

Lerma es una villa situada sobre un pequeño promontorio, lugar estratégico a orillas del río Arlanza, que ha sido un cruce de caminos a lo largo de la historia.
Es a partir del siglo X cuando los reinos cristianos del Norte desplazan la frontera musulmana hacia el Sur y se establecen repoblando Lerma y sus alrededores.
El duque de Lerma ocupa un lugar destacado en la historia de esta villa pues tras el traslado de la corte de España a Valladolid en 1601, trató de crear una corte propia en Lerma.
La villa tuvo a principios del siglo XVII un gran desarrollo patrimonial coincidiendo con la época en la que el Duque de Lerma fue valido del rey Felipe III.
Entonces llegaban a Lerma artistas y personajes relevantes, celebrándose banquetes y fiestas en honor de los Reyes de España.
Se decía por entonces: “Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado”, en alusión al duque quien obtuvo gran riqueza y para evitar ser condenado por la justicia se hizo cardenal.
No obstante, el duque fue el principal impulsor de la villa, pues la cuidó y levantó un buen número de edificios, llegando a tener hasta seis monasterios
La Villa Ducal se ha hecho hoy día muy popular por contar con tres conventos de monjas de clausura que hospedan a más de un centenar de religiosas. Uno de ellos es la sede del Iesu Communio (Comunión de Jesús) recientemente fundado y con un carisma diferenciado de otras órdenes, y con mucho éxito para atraer infinidad de vocaciones de jóvenes con estudios superiores.
El eje central de Lerma parte de su enorme plaza Mayor que en su origen era totalmente porticada, en la que se lidiaban toros, y ahora es una de las plazas más grandes de España.
Ahí está el edificio del antiguo palacio Ducal, construido en 1617 en estilo herreriano, en el lugar que ocupaba el antiguo castillo medieval.
Con sus cuatro torres y una imagen que en cierto modo recuerda al monasterio del Escorial, el edificio era un palacio real que fue cedido al duque de Lerma por su amigo de infancia, el citado rey Felipe III.
Tras su restauración, el palacio Ducal es ahora la sede del parador nacional de Lerma,
En una plaza contigua está el Convento de San Blas habitado por monjas dominicas.
El recorrido desde el palacio Ducal hasta la Colegiata De San Pedro, también de principios del siglo XVII, lo hacían los reyes y el Duque de Lerma a través de un túnel: el pasadizo ducal. Así podían asistir a los oficios religiosos de la colegiata sin necesidad de salir a la calle.
Destacar también el monasterio de la Ascensión del Señor, donde residen monjas franciscanas clarisas.
Otro lugar a señalar es la plaza de Santa Clara, con el mirador de los Arcos, desde donde hay una espectacular panorámica de la vega del río Arlanza.