L'Escala abierta al mar

La Escala ciudad abierta al mar, cuna de los primeros pueblos griegos que desde Focea, fundaron no lejos de ella una importante colonia, mas tarde fueron los romanos y en la edad media durante mucho tiempo fue Sant Martí la capital del condado. Su nombre proviene del latín y significa puerto o muelle refugio de embarcaciones, sus aguas alimentan a unas playas alineadas al norte, rodeadas de rocas con filos cortantes, erosionadas por la tramontana, y cuando esta ruge, en días de tempestad, entra con furia calando en lo más profundo de sus calles, días desoladores, días de espera. Pero este pueblo marinero tiene otro tipo de oferta, menos conocida, de igual belleza que también puede atraer al viajero, pasear por sus calles nos instruye de su historia reciente, tan rica de cultura y acontecimientos como las que trajeron aquellos viajeros de otros horizontes, sus calles nos hablan de sus costumbres, de sus gentes, de lo verdaderamente importante de los pueblos, su litoral es simplemente el negocio del turismo.
Comenzamos la ruta en el Museu de l'Anxova i la Sal, edificio del 1913 antiguo matadero, nos sumerge en las labores tradicionales de los pescadores de tiempos remotos, herramientas y utensilios para faenar en el mar y enseres de la industria de la salazón de anchoas. Proyectan un interesante documental. A pocos metros se encuentra la Font i Safareig del Pedró, a causa de la dificultad de atravesar la colina del Pedro con canalizaciones de agua, se construye en 1796, una fuente y un pequeño lavadero a la entrada del pueblo, el lavadero grande data del 1887. Lampadòfor, monumento de la llama olímpica de los juegos de Barcelona, obra de Rosa Serra 1992.Torre del Pedró, de defensa y vigilancia contra la pirateria, 1543. Ahora bajamos por la costa hasta la Casa Gavia, casa mirando al mar, pertenece a la familia Folch y Torres esta inspirada en un barco, actualmente se utiliza como escuela de pintura y dibujo. La Carave-la C/ Maxima nº1, antigua fábrica de salazones y conservas de Juhe Bruguera. L’Alfoli de la Sal, C/ Alfoli nº6, construido en 1697, fue el almacén de la sal, monopolio del rey Felipe V, los barcos cargados de sal de varios lugares del pais, descargaban y se almacenaba en el Alfoli, se obligaba a todos los municipios a comprar una cantidad de sal dependiendo de sus rentas, manteniendo este negocio real. También era la aduana y se sazonaban las anchoas. Casa Maranges, C/ Maranges 1, casa pairal de la saga de los Maranges, reformada en 1831. Plaza del Avi Xaxu, dedicada a Josep Vicens i Juli (1840-1956) Avi Xaxu compositor de sardanas. Casa Sola, C/ Enric Serra 36, construida en 1890, fue escuela y taller de motores de barcas. Casa Albert, C/Enric Serra 37, casa donde nació y murió, Caterina Albert i Paradis, (1869-1966) Gran escritora, adelantada a la época que le toco vivir, escribió La Infanticida, novela escandalosa por su temática y mas sabiendo que fue escrita por una mujer, desde entonces firmo bajo el seudónimo de Victor Catala, su mayor éxito fue Solitud 1905, (Soledad) , drama rural que narra la historia de Mila, una mujer insatisfecha con su matrimonio, marido perezoso y de poca personalidad, que tiene que hacer frente a la soledad de la montaña, encontrando en un pastor el cariño anhelado. Iglesia de Sant Pere, destruida por un rayo en 1700 de carácter gótico se reconstruyo por 1761. Casa marinera de Cinto Xua, en C/ de la Torre 35, casa antigua marinera , visita guiada, desde el Museo de la Anchova y la Sal. Casa de la Punxa, C/ Del Puerto 2, antigua fábrica de hielo, edificio de estilo historicista, detalle torre circular , que le da el nombre su tejadillo cónico. Pilons de amarre, construcciones de piedras, donde se amarraban las grandes embarcaciones de cabotaje ( navegación sin dejar de ver la costa). Monumento a la Gente del Mar , obra de Josep M. Simón , 1979. Monumento a la Mujer del Pescador, imagen de una madre con dos niños abrazados a sus faldas, esperando que el mar hable. Andando por el paseo marítimo en dirección a Riels vemos los monumentos a la Sardana, a La Cobla y la Roca del Frare, espolón de piedra que se desprendió de su base. Y llegamos al objetivo cumbre de esta salida el Cementerio Marinero, para poder acceder se tiene que pedir las llaves en la policía local , su comisaria esta junto a la pared sur del cementerio, una vez abierto el candado, te llenas de fascinación y respeto , veo unos bloques de nichos encalados , la mayoría anónimos, sin lapida, de la gente pobre del mar, desde 1970 no está en funcionamiento, este recinto sagrado es único en toda la Costa Brava, en el centro hay un patio, con una gran cruz, y varios hipogeos, en la pared norte, con una lapida de mármol blanco descansa Caterina Albert la escritora de Soledad, una celebridad de la Escala, cerca de la salida, veo un anexo con unos pocos nichos, son, de los no católicos , quizás algún republicano, cierro la puerta de hierro gimiendo sus goznes, un enorme escalofrío me recorre toda la espalda, y recuerdo las fotografías que vi en el museo, de aquellos marinos de piel rugosa y quemada, hombres de barba ruda , pipa y sombrero, peleando sobre su barca para ganarse el sueldo. Cruzando la playa Riels nos adentramos en el puerto de la Clota, por detrás de él siguiendo el GR-92 visitamos los cuatro bunkers de la línea L-6 que el gobierno franquista instalo por miedo al enemigo, el enemigo lo teníamos dentro, y ahí están como maharajas en primera línea de mar , la ruta la termino frente al restaurante Los Pescadores, si tenéis gana.
Hemos caminado juntos Rut, Mónica, Mari Carmen, Josep y Julián SENDA AMIGA