LOS CAHORROS, VUELTA POR ALTURAS DEL SUR (CASTILLEJO)
near Monachil, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta archiconocida en el término municipal de Monachil y a unos 15km de Granada.
Dejamos el coche en el pueblo con problemas puesto que el día elegido para la excursión familiar hay un rally. Por este motivo, el parking público y gratuito del pueblo está a ocupado con las casetas de los equipos y el parking de subida en la carretera al Purche lleno de coches. Pese a ello, el track comienza en este último punto.
Iniciamos la caminata seis adultos y seis niños de entre 8 y 11 años. A los más pequeños hay que tenerlos controlados permanentemente y ayudarlos en algunos puntos una vez llegados a los Cahorros (desfiladero) propiamente dichos. Nada del otro mundo, pero aquí queda el aviso a navegantes.
El primer tramo es por una pista con relativo tráfico de vehículos puesto que hay un par de terrazas/bares con aparcamiento que la gente aprovecha para recortar metros, si bien deben hacer alguna consumición tal y como reza en los carteles en los mismos.
Paseamos entre huertas y acequias, pero la sombra escasea.
Al llegar al punto "Pasarela 0" la ruta se bifurca, permitiendo subir a la parte final de la ruta (valle abierto cerca de la central eléctrica de la Vega) evitando el curso del río. Esta variante, en subida y con mucho calor, es poco recomendable a estas horas así que ascendemos siguiendo el río.
Nos metemos en manteca entre pasarelas, acequias, vallas de madera, cascadas, escaladores y muchos senderistas. Progresamos entre sombras y con el sonido del río Monachil en todo momento.
Tras cruzar la pasarela larga llegamos a los desfiladeros de los Cahorros. Las vistas son espectaculares, puesto que las paredes son verticales y parecen hechas por el hombre.
Desde aquí hasta el punto "ensanchamiento" en que se sale a la parte más abierto del barranco la progresión es lenta y cuidadosa. La vereda progresa por el lado derecho del cauce del río a metro / metro y medio de altura. Los salientes de las paredes nos obligan en muchas ocasiones a andar a gatas a los más altos o a agacharse a los niños.
Hay incluso varios puntos con agarraderos metálicos para pasar los voladizas que presentan las paredes.
Hay tramos en los que se puede caminar por el cauce del río, pero eso depende de la estación del año por motivos lógicos de nivel de caudal y temperatura.
Llegamos así a la cueva de las Palomas, que es un tramo en el que la vereda pasa a discurrir bajo las piedras durante unos 200m. Los niños alucinan y los padres... pues también.
Al poco salimos al valle y aprovechamos para comer en una zona de sombra y con un ensanchamiento de la ribera.
Desde aquí tenemos tres posibilidades para regresar al pueblo
- deshacer lo andado por los Cahorros,
- regresar por la parte norte (los Hundideros),
- regresar por la parte sur (altos del Castillejo).
Las dos últimas opciones suponen evitar los tajos por las partes altas y sufrir los rayos del sol puesto que no hay sombras que nos protejan.
Finalmente las familias deciden volver por los Cahorros, pero servidor elige la variante sur que ya conocía de haberla hecho con la bici.
Sigo unos cuantos metros dirección central de la Vega para, siguiendo una vereda con mucha pendiente, subir a media ladera este para encontrarme con la senda que me llevará a los altos del Contadero.
El firme es pedregoso y zigzagueante, pero la senda está perfectamente definida y no hay problema de despistes.
Tras llegar al desvío que sube a Fuente Fría / Cerro de Huenes, el recorrido comienza a bajar levemente hacia el cortijo desde el que comienza el salto de agua de la central de Monachil. Está al pie de un collado muy característico.
Rodeo el cortijo buscando una acequia que me lleva a una zona de cerezos que están en su punto de recolección. Muy ricas, poco más puedo decir.
Al llegar al cortijo, me desvío por una vereda que discurre por la parte alta del barranco del Encantado y me lleva a la pista clausurada por orden judicial que sale del Hotel de la Almunia. Los últimos metros de descenso son complicados, pero nada que no pueda solucionarse pegando el culo al suelo.
En la central eléctrica lleno la cantimplora con unas aguas fresquísimas. Desde aquí retomo una senda recién acondicionada que me lleva al "puente 0" y a cerrar el bucle para regresar al pueblo de Monachil.
Ojo con los críos. Ruta especialmente apta en días calurosos para poder refrescarse en cada punto en que se tiene acceso al río, que son muchos.
¡Nos vemos en el campo!
Dejamos el coche en el pueblo con problemas puesto que el día elegido para la excursión familiar hay un rally. Por este motivo, el parking público y gratuito del pueblo está a ocupado con las casetas de los equipos y el parking de subida en la carretera al Purche lleno de coches. Pese a ello, el track comienza en este último punto.
Iniciamos la caminata seis adultos y seis niños de entre 8 y 11 años. A los más pequeños hay que tenerlos controlados permanentemente y ayudarlos en algunos puntos una vez llegados a los Cahorros (desfiladero) propiamente dichos. Nada del otro mundo, pero aquí queda el aviso a navegantes.
El primer tramo es por una pista con relativo tráfico de vehículos puesto que hay un par de terrazas/bares con aparcamiento que la gente aprovecha para recortar metros, si bien deben hacer alguna consumición tal y como reza en los carteles en los mismos.
Paseamos entre huertas y acequias, pero la sombra escasea.
Al llegar al punto "Pasarela 0" la ruta se bifurca, permitiendo subir a la parte final de la ruta (valle abierto cerca de la central eléctrica de la Vega) evitando el curso del río. Esta variante, en subida y con mucho calor, es poco recomendable a estas horas así que ascendemos siguiendo el río.
Nos metemos en manteca entre pasarelas, acequias, vallas de madera, cascadas, escaladores y muchos senderistas. Progresamos entre sombras y con el sonido del río Monachil en todo momento.
Tras cruzar la pasarela larga llegamos a los desfiladeros de los Cahorros. Las vistas son espectaculares, puesto que las paredes son verticales y parecen hechas por el hombre.
Desde aquí hasta el punto "ensanchamiento" en que se sale a la parte más abierto del barranco la progresión es lenta y cuidadosa. La vereda progresa por el lado derecho del cauce del río a metro / metro y medio de altura. Los salientes de las paredes nos obligan en muchas ocasiones a andar a gatas a los más altos o a agacharse a los niños.
Hay incluso varios puntos con agarraderos metálicos para pasar los voladizas que presentan las paredes.
Hay tramos en los que se puede caminar por el cauce del río, pero eso depende de la estación del año por motivos lógicos de nivel de caudal y temperatura.
Llegamos así a la cueva de las Palomas, que es un tramo en el que la vereda pasa a discurrir bajo las piedras durante unos 200m. Los niños alucinan y los padres... pues también.
Al poco salimos al valle y aprovechamos para comer en una zona de sombra y con un ensanchamiento de la ribera.
Desde aquí tenemos tres posibilidades para regresar al pueblo
- deshacer lo andado por los Cahorros,
- regresar por la parte norte (los Hundideros),
- regresar por la parte sur (altos del Castillejo).
Las dos últimas opciones suponen evitar los tajos por las partes altas y sufrir los rayos del sol puesto que no hay sombras que nos protejan.
Finalmente las familias deciden volver por los Cahorros, pero servidor elige la variante sur que ya conocía de haberla hecho con la bici.
Sigo unos cuantos metros dirección central de la Vega para, siguiendo una vereda con mucha pendiente, subir a media ladera este para encontrarme con la senda que me llevará a los altos del Contadero.
El firme es pedregoso y zigzagueante, pero la senda está perfectamente definida y no hay problema de despistes.
Tras llegar al desvío que sube a Fuente Fría / Cerro de Huenes, el recorrido comienza a bajar levemente hacia el cortijo desde el que comienza el salto de agua de la central de Monachil. Está al pie de un collado muy característico.
Rodeo el cortijo buscando una acequia que me lleva a una zona de cerezos que están en su punto de recolección. Muy ricas, poco más puedo decir.
Al llegar al cortijo, me desvío por una vereda que discurre por la parte alta del barranco del Encantado y me lleva a la pista clausurada por orden judicial que sale del Hotel de la Almunia. Los últimos metros de descenso son complicados, pero nada que no pueda solucionarse pegando el culo al suelo.
En la central eléctrica lleno la cantimplora con unas aguas fresquísimas. Desde aquí retomo una senda recién acondicionada que me lleva al "puente 0" y a cerrar el bucle para regresar al pueblo de Monachil.
Ojo con los críos. Ruta especialmente apta en días calurosos para poder refrescarse en cada punto en que se tiene acceso al río, que son muchos.
¡Nos vemos en el campo!
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