Los Cancajos-Santa Cruz de la Palma.

Después de llegar al hotel en nuestro primer día en la Isla Bonita y para estirar las piernas después del viaje, nos decidimos a dar un paseo desde Los Cancajos hasta la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma.
La ciudad fue fundada por Alonso Fernández de Lugo, el tres de mayo de 1.493, un poco después del descubrimiento de América; su puerto era el último en la ruta hacia el continente americano.
Desde el hotel salimos hacia la derecha por la LP-201, y en el siguiente cruce vamos también a la derecha por el paseo del litoral, que coincide un tramo con el PR-LP 18.1, pasaremos por la playa de los Cancajos, viendo la punta de la Caleta Grande y también a esta, sorprendiéndonos con el color negro de la arena volcánica y por los pequeños acantilados que la configuran, en los que hay un par de recovecos a modo de piscinas naturales.
Subimos desde la playa al paseo por unas escaleras y en lugar de ir a la derecha hacia el Fuerte y los Cuarteles, hemos continuado, teniendo que buscar una salida a nuestra derecha, lo que nos ha hecho pasar por una plantación de plátanos ecológicos donde hemos visto un impresionante Drago.
Al llegar a la altura de los cuarteles vamos a la izquierda y continuamos en dirección al puerto, a nuestra izquierda queda la central térmica, pasaremos por la playa de los Guinchos y la de Bajamar, dirigiéndonos ya hacia el casco urbano propiamente dicho.
Entramos en este por la calle O’Daly o calle Real, cuyo nombre se debe a un comerciante de origen irlandés llamado Dionisio O’Daly que emigró a la isla en el siglo XVIII , siendo este irlandés conjuntamente con burgueses como Anselmo Pérez de Brito, los que hicieron caer el régimen de los Regidores Perpetuos , consiguiendo así que la elección de los miembros del ayuntamiento fuese por votación popular y democrática, y no de forma hereditaria.
En esta calle encontramos una serie de edificios como la casa Sotomayor, la Salazar, la plaza de España en la que se ubica el ayuntamiento, las Casas de Monterde, Lorenzo, Massieu y la iglesia del Salvador.
La iglesia tiene una fachada de piedra volcánica y su puerta simboliza la unión de esta isla con la de Cuba. Seguimos por esta calle y saliendo a la derecha veremos unos balcones típicos muy coloridos, volvemos a la calle y nuestra siguiente parada es el castillo de Santa Catalina.
Desde el castillo os acercamos a la Alameda donde hay una pérgola, la estatua del Enano de la Palma, el museo naval en una réplica de la nao Santa María, y la Cruz del Tercero. Pasaremos de allí a la plaza de San Francisco y callejeando por arriba llegamos al teatro Chico; por la parte de atrás de la iglesia del Salvador, accedemos de nuevo a la calle Real, dirigiéndonos desde allí a la parada del autobús que nos devuelve al hotel.