Medinaceli
near Medinaceli, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Ruta circular desde Medinaceli pasando por:
- Arco Romano (0.3 km)
- Iglesia del Beato Julián (0.8 km)
- Mosaico romano (1.7 km)
- Castillo medinaceli (1.9 km)
Nos disponemos a viajar en el tiempo y pasear a través de una historia entre calles pasadizo, casas solariegas y cortavientos que nos llevan a ver murallas, un arco romano, palacios, ermitas...
La vieja Roma imperial nos saluda desde lo alto del impresionante Arco de Triunfo, probablemente el único con triple arcada que se conserva en toda España, del siglo I.
Frente a este, al otro lado de la carretera pasamos junto a una escultura con forma de pebetero. Se trata de un guiño al paso de la antorcha olímpica por Medinacelli con ocasión de los Juegos de la XIX Olimpiada, celebrados e Ciudad de México entre el 12 y el 27 de octubre de 1968.
Para poder ver la silueta de Medinacelli desde otra perspectiva, nos dirigimos ahora al centro de la ladera de acceso a la villa donde sobre una peña se levantó un monumento al Sagrado Corazón de unos 7 metros de altura.
Podemos llegar hasta la misma base por unos escalones y desde allí contemplar la amplia panorámica del paisaje que presenta este privilegiado entorno y, en lo alto del promontorio, la silueta del castillo con sus banderas ondeando al viento.
Por la calle Portillo llegamos hasta la Plaza de la Iglesia donde se encuentra la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. A finales del siglo XV había en el lugar más de una docena de iglesia románicas hasta que el duque de Medinacelli solicitó al Vaticano aglutinar las parroquias en una sola. Dicho y hecho, la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción se convirtió en el gran centro de la villa, al tiempo que derribaban las pequeñas iglesias.
Atravesamos ahora un arco que nos llevarás hasta un pequeño y coqueto rincón. es la Plaza de la Torre.
Continuamos por la Plaza Lamberto Martínez Asenjo admirando las bonitas casas de piedra, ejemplo de urbanismo tradicional.
Llegamos a la calle San Gil donde se encuentra el Rollo de Justicia de Medinaceli. Es de factor acuadrada tanto en la basa como en el fuste y el capitel sobre el que descansa una piedra piramidal.
Es el turno ahora de la Puerta Árabe. A pesar de su nombre, el origen de esta puerta no es árabe. Sus cimientos son romanos y se cree que en lugar del arco apuntado de tipo gótico mudéjar que contemplamos en la actualidad, puedo tener uno de medio punto o de herradura.
Sobre las ruinas de la casa donde nació, en 1553, Julián de San Agustín, conocido también como Fray Julián de Alcalá, se construyó en su memoria la ermita de San Julián de Medinaceli que dejamos a nuestra izquierda.
Medinaceli cuenta con varios miradores desde los que podremos contemplar la hermosa panorámica que se abre ante nosotros del Valle de Arbujuelo. Una de estas atalayas es el Mirador de la Pepa, próximo a la ermita del Beato Julián de San Agustín.
Unos metros más adelante, se abre ante nosotros la Plaza Mayor. En el mismo espacio de esta amplia plaza castellana que siglos atrás ocupara el Foro Romano, destacan por su equilibrio y grandeza arquitectónica, la Casa de Concejo, Alhóndiga y el Palacio de los Duques de Medinaceli.
Saliendo de la Plaza Mayor, en la Calle Román pasamos por delante de la Casa Palaciega El Cuartel, un edificio de finales del siglo XV y que en la actualidad es un hotel.
Nuestro siguiente punto es el Beaterio de San Román donde algunos historiadores ubican la mezquita de Medina Salín. Hay quien piensa que se trata de una sinagoga dado que se ubica en el barrio judío. Lo que sí se sabe con certeza es que este edificio acogió una comunidad de monjas adineradas con flexibles normas de vida en comunidad.
Fuera del perímetro amurallado, en la zona norte de Medinaceli, está el nevero que posiblemente date de la época árabe y que servía para almacenar y conservar la nieve en invierno para poder ser utilizada posteriormente.
Es el turno ahora del único de los conventos de Medinaceli que aún se mantiene activo, el Convento de Santa Isabel. Aunque existe poca documentación sobre él, se sabe que un incendio en el siglo XVI provocó la desaparición del coro y del archivo que fueron restaurados después.
Llegamos por fin a uno de los extremos del cerro sobre los que se asienta la villa. Está atardeciendo y los colores que nos regala la puesta de sol son indescriptibles.
Esta muralla levantada en sus inicios por los romanos, fue aprovechada siglos más tarde por los árabes ya que el enclave siguió gozando de gran importancia en época musulmana. Fueron estos quienes reforzaron los muros, levantaron una alcazaba y defendieron la zona con uñas y dientes dada la privilegiada situación en la frontera entre uno y otro bando.
Paseando por esta especie de sendero que nos llevará hasta el castillo nos encontramos con diversos paneles que ofrecen información al respecto. Deducimos al leerlos que nos encontramos en el mismo espacio que en su día ocupó una de las seis puertas abiertas en la muralla medieval, era la denominada Puerta de Coz.
Sobre los restos de fortalezas anteriores, se levantó en el siglo XIV un castillo de traza sólida y austera que sirvió de residencia a los condes de Medinacelli antes de ser duques y trasladarse al Palacio Ducal.
Por último, nos asomamos al mirador próximo al castillo para contemplar la puesta de sol sobre e valle de Arbujuelo, citado en el Cantar de Mío Cid y lugar de intercambio de culturas entre las dos mesetas y el valle del Ebro.
Nos vamos ya de Mecinaceli pero hacemos una última parada a la salida par ver más de cerca esta bonita ermita que se sitúa justo en la intersección de las carreteras SO-130 y SO-132.
- Arco Romano (0.3 km)
- Iglesia del Beato Julián (0.8 km)
- Mosaico romano (1.7 km)
- Castillo medinaceli (1.9 km)
Nos disponemos a viajar en el tiempo y pasear a través de una historia entre calles pasadizo, casas solariegas y cortavientos que nos llevan a ver murallas, un arco romano, palacios, ermitas...
La vieja Roma imperial nos saluda desde lo alto del impresionante Arco de Triunfo, probablemente el único con triple arcada que se conserva en toda España, del siglo I.
Frente a este, al otro lado de la carretera pasamos junto a una escultura con forma de pebetero. Se trata de un guiño al paso de la antorcha olímpica por Medinacelli con ocasión de los Juegos de la XIX Olimpiada, celebrados e Ciudad de México entre el 12 y el 27 de octubre de 1968.
Para poder ver la silueta de Medinacelli desde otra perspectiva, nos dirigimos ahora al centro de la ladera de acceso a la villa donde sobre una peña se levantó un monumento al Sagrado Corazón de unos 7 metros de altura.
Podemos llegar hasta la misma base por unos escalones y desde allí contemplar la amplia panorámica del paisaje que presenta este privilegiado entorno y, en lo alto del promontorio, la silueta del castillo con sus banderas ondeando al viento.
Por la calle Portillo llegamos hasta la Plaza de la Iglesia donde se encuentra la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. A finales del siglo XV había en el lugar más de una docena de iglesia románicas hasta que el duque de Medinacelli solicitó al Vaticano aglutinar las parroquias en una sola. Dicho y hecho, la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción se convirtió en el gran centro de la villa, al tiempo que derribaban las pequeñas iglesias.
Atravesamos ahora un arco que nos llevarás hasta un pequeño y coqueto rincón. es la Plaza de la Torre.
Continuamos por la Plaza Lamberto Martínez Asenjo admirando las bonitas casas de piedra, ejemplo de urbanismo tradicional.
Llegamos a la calle San Gil donde se encuentra el Rollo de Justicia de Medinaceli. Es de factor acuadrada tanto en la basa como en el fuste y el capitel sobre el que descansa una piedra piramidal.
Es el turno ahora de la Puerta Árabe. A pesar de su nombre, el origen de esta puerta no es árabe. Sus cimientos son romanos y se cree que en lugar del arco apuntado de tipo gótico mudéjar que contemplamos en la actualidad, puedo tener uno de medio punto o de herradura.
Sobre las ruinas de la casa donde nació, en 1553, Julián de San Agustín, conocido también como Fray Julián de Alcalá, se construyó en su memoria la ermita de San Julián de Medinaceli que dejamos a nuestra izquierda.
Medinaceli cuenta con varios miradores desde los que podremos contemplar la hermosa panorámica que se abre ante nosotros del Valle de Arbujuelo. Una de estas atalayas es el Mirador de la Pepa, próximo a la ermita del Beato Julián de San Agustín.
Unos metros más adelante, se abre ante nosotros la Plaza Mayor. En el mismo espacio de esta amplia plaza castellana que siglos atrás ocupara el Foro Romano, destacan por su equilibrio y grandeza arquitectónica, la Casa de Concejo, Alhóndiga y el Palacio de los Duques de Medinaceli.
Saliendo de la Plaza Mayor, en la Calle Román pasamos por delante de la Casa Palaciega El Cuartel, un edificio de finales del siglo XV y que en la actualidad es un hotel.
Nuestro siguiente punto es el Beaterio de San Román donde algunos historiadores ubican la mezquita de Medina Salín. Hay quien piensa que se trata de una sinagoga dado que se ubica en el barrio judío. Lo que sí se sabe con certeza es que este edificio acogió una comunidad de monjas adineradas con flexibles normas de vida en comunidad.
Fuera del perímetro amurallado, en la zona norte de Medinaceli, está el nevero que posiblemente date de la época árabe y que servía para almacenar y conservar la nieve en invierno para poder ser utilizada posteriormente.
Es el turno ahora del único de los conventos de Medinaceli que aún se mantiene activo, el Convento de Santa Isabel. Aunque existe poca documentación sobre él, se sabe que un incendio en el siglo XVI provocó la desaparición del coro y del archivo que fueron restaurados después.
Llegamos por fin a uno de los extremos del cerro sobre los que se asienta la villa. Está atardeciendo y los colores que nos regala la puesta de sol son indescriptibles.
Esta muralla levantada en sus inicios por los romanos, fue aprovechada siglos más tarde por los árabes ya que el enclave siguió gozando de gran importancia en época musulmana. Fueron estos quienes reforzaron los muros, levantaron una alcazaba y defendieron la zona con uñas y dientes dada la privilegiada situación en la frontera entre uno y otro bando.
Paseando por esta especie de sendero que nos llevará hasta el castillo nos encontramos con diversos paneles que ofrecen información al respecto. Deducimos al leerlos que nos encontramos en el mismo espacio que en su día ocupó una de las seis puertas abiertas en la muralla medieval, era la denominada Puerta de Coz.
Sobre los restos de fortalezas anteriores, se levantó en el siglo XIV un castillo de traza sólida y austera que sirvió de residencia a los condes de Medinacelli antes de ser duques y trasladarse al Palacio Ducal.
Por último, nos asomamos al mirador próximo al castillo para contemplar la puesta de sol sobre e valle de Arbujuelo, citado en el Cantar de Mío Cid y lugar de intercambio de culturas entre las dos mesetas y el valle del Ebro.
Nos vamos ya de Mecinaceli pero hacemos una última parada a la salida par ver más de cerca esta bonita ermita que se sitúa justo en la intersección de las carreteras SO-130 y SO-132.
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