Mello desde Montellano (16-08-2020)

Sencilla excursión con un primer y corto tramo lineal, común a ida y vuelta, seguido de un recorrido en bucle, en sentido contrario al de las agujas del reloj. Bajo bosque, sobre todo de eucaliptos, discurre buena parte de la ruta, aunque también se cruzan pinares y se ven robles americanos y algunas hayas. La cima de Mello, muga entre Bizkaia y Cantabria, no ofrece en la actualidad buenas vistas sobre el entorno, debido a la presencia de pinares en las cercanías de la misma. Sin embargo, a pocos metros de ella, tras cruzar una hilera de pinos, se tiene una espléndida vista hacia el noroeste, sobre el mar y la zona de Otañes, Santullán y valle de Sámano.

Multitud de pistas surcan las laderas de esta montaña, por lo que las opciones de llegar a la cumbre son varias. A la ida hemos seguido la opción que creemos más corta o directa, aunque también de mayor pendiente, pasando previamente por la cota secundaria de Llangón. La ruta de subida está bien señalizada con hitos en la práctica totalidad de los cruces y bifurcaciones. Para la vuelta hemos tomado la clara pista que transita por la vertiente suroeste del macizo y comunica Montellano con el puerto de las Muñecas.

Dada la corta longitud del trayecto (6,4 Km.) y el desnivel a salvar (unos 440 metros), pensamos que esta ruta puede ser adecuada para hacerla en plan familiar. En este caso, en el descenso de la cumbre de Mello al collado con Tojo, en lugar de bajar directamente como hemos hecho nosotros, recomendamos evitar este tramo de acusada pendiente y regresar al collado Llangón por el mismo camino de la ida. En el collado tomaríamos luego la ancha pista que por la derecha se dirige al puerto de las Muñecas con las marcas rojas y blancas del “GR-123. Vuelta a Bizkaia”.

Iniciamos la marcha en Montellano, en la misma entrada a este apartado barrio de Galdames. Hay varias plazas de aparcamiento en batería, quedando la iglesia de Santa María detrás de nosotros, algo más arriba a la derecha. Subimos por la carretera a la parte alta del barrio, donde el vial va girando a la derecha (N) hasta llegar a la última casa, cambiando el firme de asfalto a hormigón. Un poco más arriba llegamos al edificio del Consorcio de Aguas y 3 minutos después (fuerte repecho) nos encontramos con la primera bifurcación, que resolvemos por la derecha. La pista cambia el suelo de cemento por otro de tierra y aparecen ya los eucaliptos.

Sin variar de rumbo (N), el camino nos conduce en otros 7 minutos al punto desde el cual nuestra ruta va a describir un bucle, como hemos indicado al principio. Llevamos andando unos 20 minutos. En este lugar el camino se divide en tres ramales. Dejando el de la izquierda (principal) para la vuelta, tomamos la pista del centro (E), señalizada con un hito. La seguimos solo 4 minutos, hasta un desvío a la izquierda (NE) que nos sube a un cercano cruce en un rellano semidespejado, junto a una plantación de eucaliptos.

Atendiendo a los hitos que jalonan la ruta, proseguimos en fuerte ascenso por el camino del medio (NW, luego N). En continua subida, nos vamos encontrando con sucesivos cruces (otros 3) en los que los hitos nos indican tomar siempre el camino del centro, manteniendo una orientación general norte. Así llegamos a una buena pista bajo pinar que seguimos a la derecha, llegando en un par de minutos a una zona de hayas con una senda de desvío a la izquierda, marcada por un hito.

Si no se desea subir a la cima de Llangón, la mejor opción es continuar por la pista, que bordea la cumbre y accede al collado homónimo, al norte de la misma. Nosotros, sin embargo, hemos tomado la senda de desvío, que afronta un tramo de acusada pendiente por un bosque de pinos (izquierda) y roble americano (derecha), hasta salir a una nueva pista que, de frente y sin apenas desnivel (NW), nos conduce en línea recta a la cima de Llangón. Visibilidad nula por el bosque que la cubre.

Un corto y empinado tramo de descenso (NW, luego N) por la vertiente opuesta nos sitúa en 3 minutos en el collado Llangón, verdadera encrucijada de caminos, donde se levanta una torre eléctrica de alta tensión. A pocos metros accedemos a un poste de señales. Éste nos indica que las anchas pistas de la derecha e izquierda se dirigen, con las marcas rojas y blancas del “GR-123. Vuelta a Bizkaia”, a Muskiz y al puerto de las Muñecas (Ilsogana), respectivamente.

Nuestra ruta, no obstante, prosigue de frente (NW), también por ancha pista y sin apenas desnivel. Unos dos minutos después, al final de la recta, el camino se divide en tres ramales. Aunque cualquiera de ellos sirve para ir a la cima, desechamos el principal (derecha) que da algo más de rodeo y tomamos el que está más a la izquierda, que mantiene la dirección que llevábamos (NW) y nos conduce sin pérdida a la cumbre de Mello (626 metros de altitud). Aunque está despejada, los pinos que se encuentran en las cercanías nos impiden disfrutar de unas buenas vistas del entorno.

Descendemos de la cima por la vertiente contraria a la de subida, manteniendo el rumbo (NW), hasta cruzar un bosquete de pinos y salir a una extensa campa, desde la que tenemos unas espléndidas vistas sobre la zona de Cantabria lindante con Bizkaia (Otañes, Santullán, Sámano…) y sobre los montes del interior (Alen, sierra de Ordunte…). Girando en la campa a la izquierda (SW), pasamos junto a otra torre del tendido eléctrico de alta tensión, iniciando un poco más adelante un largo y pronunciado descenso (SSW) que nos conduce al collado entre Mello y la modesta cima de Tojo. Tanto en mitad del descenso como en el mismo collado se levantan sendas torres eléctricas.

Aunque nuestra intención inicial era subir a la cima de Tojo, dado el poco desnivel a salvar, desechamos esta opción al ver bastante sucia la senda que asciende a la cumbre, tomando otra senda a su izquierda con tendencia descendente (SE), que enseguida desemboca en la ancha pista que baja del collado Llangón con las balizas del GR-123. Seguimos por la pista a la derecha, en suave descenso (S), hasta llegar cinco minutos después a una bifurcación en la que debemos abandonar el camino que sigue de frente hacia el puerto de las Muñecas (y con él las marcas del GR), para girar bruscamente a la izquierda (E).

El nuevo camino tiene una buena traza y va perdiendo altura mientras recorre la ladera suroeste del macizo de Mello. Tras doblar un recodo, la pista se orienta al SSE, discurriendo en gran parte bajo bosque, aunque en algún tramo nos ofrece vistas sobre el valle de Sopuerta. En la bajada, cuando llevamos andando por la pista algo más de un cuarto de hora, encontramos una bifurcación. En ella continuamos de frente, si bien pensamos que el ramal que asciende por la izquierda, contactará en algún punto con la ruta que hemos utilizado en la subida. En otros 6 ó 7 minutos desde dicha bifurcación completamos el recorrido en bucle, retornando luego al punto de partida por el camino ya conocido.

Tiempos netos de marcha a ritmo tranquilo (sin contar paradas): de Montellano (entrada al barrio) a la cima de Llangón: 1 hora. De la cima de Llangón a la cima de Mello: 15 minutos. Vuelta de la cima de Mello a Montellano por la vertiente suroeste del macizo: 1 hora. En total, 2 horas 15 minutos.

Desnivel total aproximado: unos 440 metros.