Nacimiento del río Pitarque (Ojal de los Planos y Ojal de Malburgo)

Dejamos el coche a las afueras de Pitarque, en una pequeña explanada junto a la carretera. Desde aquí caminamos durante un par de minutos hasta llegar al pueblo, donde nos encontramos con las primeras indicaciones de la ruta.

Tomando de referencia el restaurante del pueblo, descendemos por sus calles, hasta que llegamos a un puente, donde el camino se bifurca en dos, nosotros giramos hacia la derecha, y continuamos en ligera subida, por un amplio camino de tierra, que nos va alejando de Pitarque.

Tras afrontar un suave descenso, alcanzamos la Ermita de la Virgen de la Peña, que se justo a al lado del camino, y que a pesar de que se encuentra cerrada, podemos ver su interior por un pequeño ventanuco situado en la puerta principal.

Después de la pausa, proseguimos nuestro camino, siguiendo las marcas rojas y blancas del GR.8 y del PR-TE67, que nos debe llevar hasta el nacimiento del río Pitarque. Cuando alcanzamos un cruce de caminos, abandonamos el GR.8 y continuamos rectos por el PR-TE67.

A los pocos metros de abandonar el GR.8 llegamos a una bonita cascada que lleva un buen caudal, y la cual salvamos por una pasarela de madera, que nos permite no embarrarnos las botas, aunque no podemos evitar mojarnos la cara.

Nada más pasarla, llegamos a las ruinas de la Central Hidroeléctrica, donde se ha habilitado una pequeña zona recreativa, con mesas y bancos para poder hacer un descanso y echar un bocado. Como es pronto, proseguimos la marcha siempre en ligera subida, como es época de deshielo, y ha llovido en los últimos días, los barrancos que alimentan el río Pitarque llevan agua, y a nuestro paso vamos disfrutando de pequeñas cascadas.

Junto al camino, nos detenemos un momento para visitar un abrigo en la roca, donde se forman travertinos, que es un roca porosa de baja densidad que provocada por la precipitación de carbonatos que van disueltos en las aguas.

A medida que nos adentramos en la hoz, el río se encuentra más cercano, y podemos disfrutar de él, nos desviamos unos metros del camino principal, para visitar una pequeña cueva de pequeñas dimensiones y que puede servir de abrigo en caso de lluvia.

Tras visitarla, regresamos al camino, ascendemos unos metros más, hasta que llegamos a un tramo equipado con barandilla, donde comenzamos a descender, hasta prácticamente llegar a las aguas del río Pitarque, a cuyo cauce accedemos saliéndonos del camino principal, durante unos metros.

La cercanía del río se nota, y atravesamos un largo tramo con el suelo mojado, debido a las filtraciones, y a los múltiples arroyos que descargan sobre este. Cerca de nuestro objetivo, tenemos la opción de ir a visitar el Ojal de los Planos, así que aquí abandonamos el camino principal, y giramos a la derecha para comenzar a subir, por un tramo acondicionado con escalones, con el que alcanzamos la margen izquierda del río Pitarque.

Por terreno llano, y cerca del cauce del río, avanzamos unos metros, subimos por un tramo acondicionado con una grapa y un escalón metálico, hasta que alcanzamos el inicio de un estrecha y larga repisa, equipada con cadena, por la que con precaución avanzamos hasta el Ojal de los Planos, que es una pequeña oquedad en la roca, desde donde se intuye una caída de agua.

Una vez visitado, regresamos por el mismo recorrido, hasta el camino principal, avanzamos por él unos metros, y cruzamos un amplio puente, por el que salvamos las aguas del río Pitarque.

Por suelo de roca, y avanzamos lentamente junto al cauce del río Pitarque, pasamos un pequeño tramo equipado con cadena y tres escalones metálicos, y llegamos hasta la base de la Chimenea, que aun a pesar de que el río baja con muchísima agua, apenas cae agua por ella.

Para acceder al nacimiento del río, en la chimenea hay una serie de pequeñas grapas, que no ofrecen mucha seguridad, como hay que mojarse, los demás deciden quedarse en este punto, y yo aprovechando que nos cubre mucho, y las botas son de Goretex, vadeo el río, buscando las zonas que menos profundidad, y apoyando el pie en las piedras, para evitar mojarme los pies.

Tras superar este primer vadeo, alcanzo la base de la presa, que salvo por un pequeño paso equipado con cadena y cuatro peldaños metálicos, nada más pasarlo, realizo un segundo vadeo, para llegar a una pequeña isla de tierra, donde camino unos metros para realizar un tercer y último vadeo, por el que llego a un pequeño resalte equipado con cadena y algunas grapas.

Nada más superarlo, avanzo unos metros hasta una pequeña cornisa acondicionada con barandilla, donde puedo disfrutar del salto de agua, que provoca el nacimiento del río Pitarque.

Una vez visto, retrocedo hasta el inicio de la barandilla, giro a la izquierda, y asciendo unos metros por un paso equipado con varios tramos de cadena y peldaños metálicos, por el que llego a la parte alta del mirador, y al Ojal de Malburgo, que es la surgencia, donde nace el río Pitarque.

En caso de bajar poco agua, se puede continuar pasando al otro lado del río, y suir a Peñarrubia por el paso de la escala, como hoy no es el caso, tras unos minutos realizando varias fotografías, y disfrutando del entorno, regreso hasta la chimenea, donde me esperan los demás, y junto al río aprovechamos para tomar un refrigerio, y echar un trago.

Después regresamos por el mismo camino que está mañana, pero disfrutando las diferentes vistas que nos ofrece el regreso. Una vez en Pitarque, nos acercamos hasta el restaurante del pueblo, y comemos el menú del día, y de allí, vuelta a Zaragoza.

P.D. Recorrido calificado como moderado si se realiza con niños, por el tema que hay que superar varios tramos equipados.