'Oromaneando'. Alcalá de Guadaíra. Sevilla

“Oromaneando” no es más que un agradable y plácido paseo por el corazón del parque y pinares de Oromana en la localidad de Alcalá de Guadaira a 15 kms. de la ciudad de Sevilla. No es la archiconocida ruta de los molinos harineros en las riberas del río Guadaíra donde los protagonistas son, naturalmente, los molinos y las orillas del Guadaíra. En esta ocasión, el centro de atención es el parque de Oromana y todo lo que podemos ver en su interior y en su perímetro.
El parque de Oromana se ubica en la zona más elevada del encajonamiento del río Guadaira en su margen izquierda, y es uno de los símbolos paisajísticos de la ciudad de Alcalá. Está compuesto por un extenso pinar (de pino piñonero) y la ribera izquierda del río Guadaira integrada en el parque, con una exuberante vegetación de ribera (acebuches, lentiscos, retamas, almezes, palmitos, encinas, eucaliptos, pinos… y otras especies propias del clima mediterráneo), una amplia red de caminos, senderos, parques infantiles y merenderos, los molinos harineros de dicha orilla y los de la margen opuesta, la ermita de San Roque y el hotel Oromana (corazón geográfico e histórico del parque)
* El itinerario se inicia y finaliza en el mismo HOTEL OROMANA. Edificio de estilo regionalista, construido por el arquitecto sevillano Juan de Talavera a finales de los años veinte del siglo pasado, con motivo de la exposición Iberoamericana de Sevilla. Su arquitectura recuerda a las típicas haciendas o cortijos andaluces. Desde este punto podemos obtener hermosas vistas panorámicas del río Guadaíra, de los molinos de San Juan y Benarosa, parte de la localidad de Alcalá, la hacienda Oromana, a lo lejos, también, podremos apreciar el castillo de Marchenilla y, sobre todo, la exuberante vegetación que envuelve el cauce del río y su entorno.
* Bajando por el arcén de la carretera de acceso al hotel, encontramos la puerta de entrada al parque para encaminarnos por tupidos senderos, siempre en bajada, hasta la misma orilla del río en busca del MOLINO DE LAS ACEÑAS en el extremo sur-este del parque y de la ruta. La primera noticia sobre este molino puede remontarse hasta los repartos de tierras realizados en 1253 por Alfonso X. En estos documentos se menciona un molino al que llamaban “Reha Luet". Junto con el molino del Algarrobo, el de La Aceña es posiblemente uno de los que mantienen más elementos bajomedievales.
* Aunque este molino nos puede facilitar el paso a la otra orilla mediante su represa, nosotros no lo haremos y desandaremos el camino hasta llegar a un cruce y tomaremos el de la derecha, el más cercano al río (Foto 10). En pocos metros empezaremos a ver, en la otra orilla dos molinos, el molino de Benarosa y el de San Juan y, también, la base de las escalinatas que comunican los senderos en cotas más altas (Fotos 11 y 13).
El MOLINO DE BENAROSA es uno de los pocos que conserva una toponimia de origen andalusí (Banu Arusa). Remonta su origen al menos hasta la época almohade, puesto que es ya nombrado en el repartimiento de Sevilla del año 1252. Este molino pertenece al grupo de molinos de río, lo que quiere decir que la energía que movía el mecanismo del molino venía directamente de sus aguas. Se compone de una torre y dos naves de planta rectangular con tejado a dos aguas, adosadas a la primera y dispuestas perpendicularmente una respecto a la otra. La nave que enlaza con el azud incluye, en el sótano, canales o entradas de aguas para otros tantos rodeznos, mientras que en la planta baja se situaban las piedras de moler trigo. Cerca del molino, se sitúa la casa del molinero, un edificio sencillo de planta rectangular de dos alturas con tejado a dos aguas, usado como vivienda y almacén hasta el final del ciclo molinero de Alcalá, a mediados del siglo XX.
El MOLINO DE SAN JUAN es también un molino de río que conserva en el exterior una cubierta a cuatro aguas y una gran sala de molienda. Una importante presa hace posible que el agua del río se encamine hacia sus tres bocas, que llegan hasta las piedras de moler. Sobre la corriente se sitúa la nave de las piedras, cubierta con bóveda de medio cañón y bajo la que se localizan los cubos, en número de cuatro. El gran azud que conecta con la orilla izquierda del Guadaíra fue ampliamente reconstruido en 1998. El edificio actual resulta de las transformaciones del molino medieval original entre los siglos XVII y XX, por lo que poco queda del original. Como en el caso del molino de Benarosa, la casa del molinero se sitúa cercana al mismo. Es de planta rectangular y se usaba como almacén y vivienda hasta mediados del siglo XX cuando los molinos cayeron en desuso.
* Siguiendo este mismo sendero llegamos a la zona del molino de Oromana: merendero, mirador, el propio molino y la casa del guarda. El MOLINO DE OROMANA data del siglo XVII y actualmente está habilitado como MIRADOR de los molinos antes mencionados. Se trataba de un molino de arroyo, movido por el agua de un manantial que brotaba de la ladera izquierda colindante al río. Solo se conserva la atarjea que conducía el agua hasta el mecanismo de molienda sobre un gran arco de medio punto y lo que fue su torre se ha transformado hoy en día en el mirador. La CASA DEL GUARDA se encuentra a pocos metros y actualmente funciona como bar.
* Manteniendo el mismo camino, llegamos a la PASARELA PEATONAL DE SAN JUAN que comunica ambas orillas. Tras un meandro de 90º se nos aparece el MOLINO DEL ALGARROBO. Este molino también es de la tipología de río. El edificio que podemos ver actualmente tiene una gran torre de planta cuadrada con una azotea almenada. En la parte delantera tiene un porche que se utilizaba como zona de carga y descarga del grano y la harina. En la parte trasera de la torre, sobre el curso fluvial, se sitúan dos salas de molienda sucesivas, con un total de tres piedras. El azud conectaba el molino con la orilla derecha del Guadaíra, represando a la vez las aguas para producir la fuerza hidráulica. No hay documentación que pueda asegurar que el origen de este molino sea islámico, pues los elementos más antiguos conservados corresponden a la torre, que por su tipología constructiva se fecha en el siglo XIV siendo similar a otras torres de las inmediaciones. Ya durante la Edad Moderna se construyeron las salas de molienda, que sustituyen a las originales bajomedievales, arruinadas probablemente tras alguna crecida del río. Como detalle singular destaca la decoración de incisiones y espigados que todavía puede verse en la fachada oriental de la sala de molienda principal. Por último, el porche responde a la tipología de construcciones del siglo XIX, siendo así uno de los últimos añadidos a este edificio.
* Tras 500 metros por el mismo sendero junto al río, llegamos al último molino de la zona Oromana (hay varios más, pero ya río abajo alejándose del parque), es trata de el MOLINO DE LA TAPADA. Es un molino de arroyo. El agua que movía su mecanismo procedía de la llamada Fuente del Piojo de debajo del cero conocido como "El Calvario", en el que se encuentra la ermita de San Roque a la que llegaremos en breve. Respecto a la denominación de "La Tapada", viene de una leyenda popular sobre la presencia en una cueva de las inmediaciones donde vivía una mujer penitente. Las primeras noticias de este molino datan del siglo XVI. El molino se compone de dos plantas y una azotea transitable. En la planta inferior se situaban las piedras de molienda y en la planta superior se utilizaría como almacén y ocasional vivienda del molinero. La zona exterior orientada al río se hallaba protegida con un murete que aislaba parcialmente la entrada en época de crecida. La historia de este molino se encuentra novelada en la obra del conocido escritor alcalareño Gutiérrez de Alba, "La Tapada".
* Nuestro siguiente objetivo es la ermita de San Roque, situada en lo alto del cerro El Calvario (la cota más alta del parque). Luego toca subir (es la única parte de la ruta que requiere un “mínimo esfuerzo”). La ERMITA DE SAN ROQUE se construyó en 1570, recibiendo el nombre de San Roque, santo protector contra las epidemias de la peste, enfermedad que amenazaba a la población en aquellos momentos. Se trata de una iglesia de una sola nave, que en otro tiempo debió de tener crucero. Fue reformada a finales del siglo XIX. Esta ermita adquiere especial protagonismo en la madrugada de cada Viernes Santo, durante la Semana Santa, pues es tradición secular la subida de la imagen de Jesús Nazareno al Monte El Calvario, tras la representación del Prendimiento al amanecer. En la ermita se guarda una talla de Nuestra Señora de Belén que data de 1570. La ermita se encuentra ya en pleno pinar de Oromana. Desde este lugar podremos disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad, del parque de San Francisco, del Castillo de Alcalá, del río…
* Nos toca ahora atravesar el PINAR DE OROMANA. Entre un mar de pinos piñoneros destacan algunos de gran porte, como uno que hay cerca de la ermita, el mayor del parque con 29 metros de altura y un perímetro en la base de 4,15 m. Durante todo el año, especialmente en otoño y primavera, se puede disfrutar de gran diversidad de especies de plantas: liliáceas, iridáceas, borragináceas, escrofulariáceas, leguminosas, cruciferáceas, compuestas, gramíneas, umbelíferas, malváceas, plantagináceas, ranunculáceas, papaveráceas… Estos pinos nos acompañarán hasta el final de nuestra ruta, de vuelta al hotel Oromana. Aunque antes de llegar, giraremos a la derecha para volver a nuestro final de ruta bordeando el hotel por su parte inferior no sin antes pasar por la zona alta de los BOURDER (zona de escalada) y volver a contemplar desde lo alto el meandro del río en los que se encuentran los molinos de San Juan y Benarosa.
* Antes de poner fin a la ruta solicité premiso en la recepción del hotel y lo estuve visitando, sobre todo en la zona de la terraza del restaurante, donde volver a ver una magnífica panorámica cenital de nuestro paseo.