Paseando por Cambados. Anthercas

"Si tiene palomar, capilla y ciprés, pazo es"
Las villas de Fefiñáns, Cambados y San Tomé do Marse se unieron en el s. XIX, dando origen al ayuntamiento de Cambados, conocido ahora como la "Capital del Vino Albariño"(cada primer fin de semana de agosto tiene lugar La Fiesta del Vino Albariño).

El conjunto arquitectónico de la Plaza de Fefiñáns, constituido por el Pazo de Fefiñáns, el arco-puente, la atalaya Torre del Homenaje (s. XVI), y la iglesia de San Benito, es uno de los más bellos de Galicia. Antiguamente era conocida como la plaza del mercado. Cambados está declarada Bien de Interés Cultural.

Salimos desde la PO-550 (Av. De Vilariño), pasado el Mercadona de Cambados tomando la Rúa San Francisco. Rodeamos el antiguo Convento de San Francisco y su crucero, el convento fue franciscano hasta el año 1835, con la desamortización se convirtió en cuartel del primer batallón del Salnés, y posteriormente en escuela y cárcel. Finalmente fue demolido, las piedras se utilizaron para pavimentar el paseo de A Calzada. El templo de estilo gótico marinero, presenta algunos rasgos renacentistas, sustituyó a la antigua iglesia parroquial de Santa Mariña.

Giramos para la izquierda al Pazo De Ulloa, conocido como “La Casa de los Pazos” o “Pazo Quintanilla”, construido por Dña. María Sanchez de Ulloa, sufrió varias reformas de los distintos propietarios como la Casa de Alba o el Marqués de Riestra. Su escudo de armas se halla ladeado de la fachada.

Damos la vuelta por la Avenida Pastora, y desde la Praza de Alfredo Brañas (antigua Plaza de la Constitución con palmeras centenarias, una hermosa fuente de piedra y una casa señorial), torcemos a la izquierda por Rúa Nova, donde se encuentra Casa Fariña, perteneciente a un antiguo procurador, con el escudo de armas de los fundadores: los Figueroa, Valladares y Sotomayor.

Rodeamos la Capela do Hospital, pasamos delante del Mercado de Abastos en la Av. Galicia, torcemos por las calles Muelle, Curros y Caracol a la Plaza Ramón Cabanillas, con la estatua en bronce del escultor Francisco Leiro, dedicada a Baco (dios del vino en la mitología romana).

Continuamos por el Paseo de A Calzada del año 1852 (los árboles se plantaron en el 1855). En su inicio se encuentra el Ayuntamiento y el inmortalizado D. Ramón Cabanillas, al final, la escultura en bronce del escultor Francisco Asorey y el Parador Nacional de Turismo del Abariño (antiguo Pazo de Bazán), mandado construir por D. Pedro Bazán párroco de Cambados en el s. XVII, restaurado en el XVIII, adquirido y remodelado en la década de los 60 por el Ministerio de Información y Turismo.

Desde la Rúa Principe accedemos a la Plaza de As Rodas, antiguamente Plaza Diaria al poderse adquirir productos frescos, como pescado y verduras diariamente, ahora lugar de tapeo a base albariño y buenas raciones.

Entramos por la estrecha Rúa Novedades, pasando el portal de la casa natal del poeta Ramón de Cabanillas, aclamado como Poeta da Raza, utilizó sus poemas al servicio del galleguismo.

Nos salimos por la izquierda dando un rodeo para ver un hórreo gallego, construcción destinada a secar, curar y guardar cereales antes de desgranarlos y molerlos. Consta de una cámara de almacenaje estrecha y ventilada, aislada del suelo para evitar humedad y animales.

Llegamos al Pazo de Fefiñáns, comenzó a construirse en el s.XVI por mandato de Juan Sarmiento y Valladares, señor de Fefiñáns (consejero de Felipe II) y transferido por vínculos matrimoniales a los condes de Figueroa. Influido por la arquitectura renacentista italiana, posee una gran torre almenada y un arco-puente de traza barroca, único que se conserva de los cuatro que antiguamente existían en la plaza.
En 1843, se toma la decisión de tirar esos arcos, porque se decía que interrumpían el paso del mercado semanal que allí se celebraba. En los bajos del palacio se sitúan dos bodegas de vino albariño.

En un extremo de la Plaza de Fefiñanes vemos la Iglesia de San Benito, antiguo templo románico remodelado a comienzos del s. XV, reedificado en el s. XVII por orden de D. Gonzalo de Valladares, tiene dos campanarios barrocos aunque su interior sea gótico. En el interior, dos guerreros con maza y escudo en granito conocidas como los Balboas, escoltan los enterramientos de sus señores, y protegen simbólicamente la plaza y la iglesia.

Volvemos por la Rúa Real plagada de restaurantes y vinotecas, vemos la Casa Museo de Cabanillas ya en la Av. de Madrid donde acaba el recorrido propuesto.

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