Paseo por el pueblo abandonado de Escó (Zaragoza)

Escó es un pueblo deshabitado de la provincia de Zaragoza, colindante con el pantano de Yesa y en las proximidades de Sigüés.

En la década de los 60 la mayor parte del término fue expropiado (junto con los otros poblados de Ruesta y Tiermas) para la construcción del citado embalse de Yesa, con lo que el pueblo inició su deterioro y abandono.

Actualmente se encuentra despoblado, y apenas permanecen activas algunas naves ganaderas de pastores de otros pueblos cercanos. Se conservan los muros de la gran mayoría de las antiguas viviendas, aunque los tejados han desaparecido casi por completo. Se distinguían en Escó dos barrios: Barrio Alto y Barrio Bajo, y tenía tres calles: Calle Alta, Calle Baja y Calle Media.

La Iglesia de San Miguel es un edificio románico de cronología tardía, posiblemente del siglo XII. En el siglo XVII, se añadieron la capilla de Nuestra Señora del Rosario y la sacristía. Así mismo, unos años más tarde, se construyó la capilla de San Juan Bautista, formando la planta de cruz de latina que actualmente tiene este templo. El pavimento de la nave, en la actualidad levantado resultado del expolio y el abandono todavía conserva, aunque rotas, parte de las losas de piedra que lo componían.

Gran parte de la información ha sido obtenida desde la ASOCIACIÓN PRO RECONSTRUCCIÓN DE ESCÓ: www.deesco.org/

En la parte alta del pueblo existe la posibilidad de ascender a una pequeña y sencilla elevación que ofrece unas vistas de buena parte del embalse de Yesa, de la Sierra de Leyre y de las ruinas de lo que queda en pie de Escó.