Paseo por Páganos- Viñedos y arroyos.

Disfruta del camino,
cada paso es una maravilla,
y sueña con el paisaje que te encuentras,
sin prisa, con calma y mucha observación.
Disfruta con tus pisadas.

PASEO INVERNAL ENTRE VIÑEDOS DE PÁGANOS (ÁLAVA)
Voy a repetir el recorrido nocturno que hice el 7 de diciembre del 21, pero hoy con un sol fresquito (2ºC). Es la mañana del 14 de Enero de 2020.
Parto desde la nueva plaza rotonda de entrada al pueblo con su triple farola. Contemplo el escudo de la casona del corregidor Ortiz de Zárate, en cuyo escudo aparece la leyenda "LA VIDA ES ANSÍ". Frase que inspiró a Pío Baroja para titular su novela.
Me dirijo hacia El Crucero y giro a izquierda para en el restaurante Oribe girar a derecha. Me enfrento a un triple cruce. Tomo el de la derecha y luego volveré por el que está junto a el. Esta era la antigua entrada al pueblo. Avanzo y dejo a mi izquierda una gran bodega. Alcanzo la otra entrada al pueblo y voy hacia el norte contemplando la rocosa sierra de Cantabria (Toloño). Estoy en la zona conocida por Linares. Y al tropezar con los olivos de García de Olano giro a izquierda por el nuevo camino de Sotobín.

Los niños del pueblo cantaban antiguamente: "Páganos tiene tres cosas que no las tiene Madrid: Fuentetejas, Pontudela y El Camino Sotobin"

Empiezo a subir lentamente para ver a mi derecha las tiernas encinas de Zazuar. Sigo avanzando y al frente contemplo la torre circular de la bodega Eguren Hugarte, que domina la zona de Sotobin.
Un pequeño descenso y curva para volver a subir por estos caminos de parcelaria.
Contemplo grandes balsas en las viñas y la figura encorvada de los podadores, con su tijera mochilera y clavando sus botas en el fino barro de sus viñas. La primera semana del año ha sido muy pródiga en lluvias y por eso en las hondonadas se contempla el agua que la tierra no ha podido tragar y el sol no tiene fuerza para evaporar.
Estoy ya en la parte trasera de la bodega de Eguren con su puerta bien cerrada.
Desciendo un poco y alcanzo el denominado "Paso de la Madera". El arroyo Riojanda (pronunciado Rojanda) cruza bajo el camino. La vegetación del cauce apenas permite ver el caudal que lleva.

Me informa la hija mayor de Argomaniz: que su madre y otras mujeres venían a este Paso de la Madera a lavar la ropa y la desinfectaban con ceniza, no había lejía, y la extendían sobre la hierba para su secado. Hoy en día por más que miro el arroyo ,me parece casi imposible realizar esa labor aquí. Y con mal criterio histórico, se destruyó el gran lavadero cubierto de doble pila que existía en este pequeño pueblo. Gracias Esperanza por la información

Prosigo mi camino:desciendo y asciendo en el vaivén del camino. Entronco con el asfalto que viene de la carretera principal A-124. Un poco de llaneo y entro entre dos viñas para comprobar el tipo de plantación: a mi derecha tipo tradicional de cepa en vaso y a mi izquierda una joven viña en tipo emparrada- espaldera.
Salgo al camino y veo a mi izquierda un pequeño poste con su código QR. Son las rutas de ensueño que ha diseñado el pueblo de Leza.
Aquí giro a izquierda. No llego a las casas del pueblo de Leza. Asi que desciendo por el gran camino y pronto entro en un bosquete relicto, que hace muchos años ocupaba gran extensión, pero hoy ocupada por los viñedos actuales. Es un bosquete de "Quejigos" (Quercus faginea) o robles carrasqueños. Parecido a la encina pero de hojas caducas.
Disfruto de su sombra y en un santiamén lo cruzo entero. Salgo ante la planicie de extensiones vinícolas. Vides a diestro y siniestro.
Pronto ante un nuevo postecillo de"rutas de ensueño de Leza" debo girar bruscamente a izquierda 180º. Es el denominado camino de Leza a Páganos.
Desciendo y en la curva a derecha un gran chopo (Populus alba) o álamo se yergue tieso hacia el cielo junto el arroyo Rojanda.Y ahora vuelvo a cruzar el arroyo Rojanda, pero no la misma agua que he sobrepasado en el Paso de la Madera. Ya que el discurrir del agua hace que cada segundo sea agua distinta.

Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río porque las aguas son siempre diferentes y, una vez que vuelvo a meterme en el río, es imposible que me toquen las mismas aguas que antes, ya que las aguas fluyen sin retorno.

Un poco de filosofía no viene mal al caminante. Tras contemplar el agua del arroyo realizo la curva completa. Avanzo unos pasos y veo podadores entre las viñas. Y paso bajo unas grandes encinas que cubren el camino formando un gran arco triunfal.
Avanzo en mi paseo contemplativo y admiro una gran panorámica y muy distinta del pueblo de Páganos. Es dirección CarraLaguardia. Hacia el Este.
El ocre arcilloso de los campos inunda mis ojos. Y pronto cruzo otro arroyo que viene de Pontudela , llena la poza de Eguren y sigue su lento caminar hacia el Ebro. Cruza La Paul y se unirá al Rojanda.
Ya en la última curva junto al cartel de saneamiento y el desvío a El Pago. La cuesta se empina para entrar en el pueblo por este denominado Camino a Leza.
Alcanzo la plaza de La Fuente con sus plátanos de sombra. Avanzo por la plaza Fuero Vasco para acercarme a ver la portada de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción.
Rodeo la iglesia y pasando ante el cementerio y el campo de futbito llego a la vieja fuente de piedra, recolocada donde estuvo antiguamente el Lavadero, que desapareció bajo la piqueta de los humanos.
Fin de este paseo cómodo y entretenido.