Por Segovia: Acueducto, Alcázar, Catedral y mucho más...

Seguro que cuando decimos Segovia a todos nos viene a la mente la impresionante estructura de su acueducto, El Acueducto de Segovia Y por supuesto también su alcázar, El Alcázar de Segovia.

Ellos serán protagonistas principales en la visita que realizamos a esta ciudad castellanoleonesa.

Pero Segovia es eso y mucho más. En el inicio nos encontramos con La Puerta de Madrid que es en realidad Un Arco Triunfal que conmemora la conquista de Madrid a manos de capitanes segovianos en épocas de Alfonso VI.

Callejeando vamos encontrando una serie de edificios religiosos como La Ermita del Cristo de La Cruz, o Cristo del Mercado, como reza en su placa identificatoria. Coincide en el trazado de La Vía Pecuaria El Cordel de Santillana de la cual encontramos una placa en su memoria. (Una vía pecuaria o "cabañera" es un camino de trashumancia que une lugares tradicionales de pastoreo de España para que los pastores y ganaderos puedan llevar el ganado caprino, ovino y bovino a los mejores pastos).

También La Iglesia de Santa Eulalia. Esta última del S. XII con elementos románicos y una preciosa y elegante torre. La encontraréis en La Plaza de Santa Eulalia.

Nuestro caminar va dirigido hacia La Plaza del Azoguejo en donde nos espera la maravilla del Acueducto de Segovia. Se encuentra en pleno corazón de la ciudad y parece que todas las calles confluyen en su dirección. Es un legado del paso de los romanos por La Península Ibérica y, como su nombre indica, fue construido para conducir el agua hasta la ciudad.

Una vez allí, fijaos en los miles de sillares que lo componen, y eso que gran parte se encuentra soterrada. (Callejeando por Segovia encontraréis en el suelo unos símbolos dorados con forma de acueducto, que señalizan por donde va soterrado el acueducto).

Podéis ascender por el terreno lateral al acueducto y observarlo casi a vista de pájaro.
Al otro lado del acueducto La Loba Capitolina amamanta tranquilamente a Rómulo y Remo.

Sigue el visitante su periplo encontrando varios miradores desde donde otear la ciudad. El primero, El Mirador de La Canaleja, nos permite además observar la curiosa manera árabe de colocar las tejas, todavía vigente hoy en día.

Allí mismo nos observa la curiosa fachada de La Casa de Los Picos, antiguamente era llamada "La Casa del Judío", y cuando la veáis enseguida sabréis porque se llama "de los picos".

Por cierto que enfrente se emplaza otro edificio muy curioso con caras en su fachada.

En seguida arribamos a La Plaza de Medina del Campo con un monumento a Juan Bravo, uno de los cabecillas de Los Comuneros contra El Emperador Carlos V. Destaca también La Iglesia de San Martín.

Es monumento nacional. De origen mozárabe, con trazos románicos y otros estilos, posee una galería porticada que la rodea casi completamente. Fijaos en su fachada: los pilares son figuras humanas estilizadas que representan a los apóstoles o figuras del Antiguo Testamento.

En la misma plaza una fuente con niños agarrando un enorme pez y leones manando agua dotan de encanto a la plaza y hacen la delicia de todo el que por allí pasa.

Continuamos el paseo y llegamos al Postigo de La Luna, una puerta abierta en la muralla que nos conduce al Paseo Del Salón.

Algo más adelante encontramos El Postigo del Sol, adosado a la hoy Iglesia del Corpus Christi, antiguamente Sinagoga Mayor, a través del cual se accedía a La Antigua Judería de Segovia.

Pues resulta que sí, existe La Muralla de Segovia, es medieval, muy reformada a lo largo de los años y seguramente construida sobre otra que sería de origen romano.Se puede caminar sobre ella constituyendo un verdadero balcón sobre la ciudad ofreciéndonos diversas y variadas perspectivas.

Y, cómo no, del Alcázar de Segovia, antigua residencia real. Cuando se ve la fantástica figura del Alcázar nos viene a la mente el mundo de Disney, pues fue su fuente de inspiración. Impresionante su Torreón de entrada.

Se puede visitar accediendo por un puente levadizo de madera, sobre un profundo foso. ¡No dudéis en subir a sus más altas torres!

Siguiendo nuestro paseo obtendremos diferentes miradas sobre la ciudad y alrededores en otros miradores y jardines, como El Mirador de Fronkes, verdaderos viveros de imágenes para el recuerdo.

Segovia cuenta con un amplio patrimonio religioso con iglesias que son verdaderas joyas arquitectónicas: La Iglesia de san Esteban, La Iglesia de La trinidad, La de San Juan de Los Caballeros.…

En casi todas vamos a encontrar preciosas arcadas que servían para guarecer de las inclemencias del clima segoviano, a los parroquianos en su asistenta al culto así como en sus tertulias.

Llegados a La Catedral llega también otro de los momentos cumbres de la visita. Conocida como “La dama de Las catedrales”, de estilo gótico tardío, está dedicada a La Asunción y a San Frutos, patrón de la ciudad.

Nos encontramos también en plena Plaza Mayor, verdadero corazón de la ciudad. Por cierto que en este emplazamiento se encontraba la iglesia de San Miguel en donde Isabel La católica fue proclamada reina. Ahora está algo más retirada en una esquina de la plaza.

La arquitectura civil también está muy bien representada con distintas casas señoriales y torres como La Torre de Arias Dávila con un balcón almenado ya que servía de defensa y atalaya, La Casa del Conde de Cheste, La Casa de Las cadenas,...
Fijaos también en el esgrafiado, forma de decorar las paredes de las casas de origen mudéjar con repetición de motivos geométrico, florales, etc...

Como valor literario y emotivo para mí, no puedo dejar pasar La Casa Museo de Antonio Machado. En ella residió cuando en Noviembre de 1919 llegó a Segovia destinado a La Cátedra de francés del Instituto.

Sin duda, todo ello, algo valioso, que tenemos que preservar para generaciones venideras.