San Feliu de Codinas, Sant Miquel del Fai, Ermita de San Martí

Sant Miguel de Fay, es un espacio natural, dentro del municipio de Bigas, aunque se accede por la ctra BV-1485; desde el pueblo de San Felíu de Codinas.
El Monasterio se encuentra situado en un entorno natural, enmarcado por los precipicios de los Riscos de Bertí, en el Prelitoral Catalán y donde el río Tenés ha moldeado formaciones en el terreno calcáreo.

El cenobio benedictino de Sant Miquel del Fai, es una iglesia rupestre del siglo XII, siendo la más grande y mejor conservada de Cataluña. Fundado por Gombau de Besora, señor del castillo de Caldas de Montbui, en el 997; al comprar las tierras a Ramón Borrell. Habiendo datos de estar habitado por frailes; desde el 1006.
El propio Gombau y los condes de Barcelona, aportaron importantes bienes para su mantenimiento y en 1042, Gombau agrego el convento, al de San Víctor de Marsella; para garantizar la continuidad de convento.

Desde el aparcamiento, se cruza el Arroyo Rossinyol y por un estrecho pasillo se tiene acceso al valle. En el primer desvío, se gira a derecha y se entra en la Plaza de la Abadía, viendo la fachada y sus ventanales góticos. A continuación se llega a la capilla.

Con una portada románica, de un arco de medio punto, sobre un par de columnas rematadas con capiteles. Del altar apenas quedan algunos restos y en el suelo están sepultados los antiguos abades. En las capillas laterales hay dos tumbas, atribuibles a Guillem -conde de Osona, que fue monje en Sant Miguel; y Andrés de Arbizu -monje navarro- que ayudo con sus bienes al cenobio.

Continuar viendo el Salto del Rossinyol y dejando el desvío a la Cueva de San Miquel (1,10km); la más conocida, para el regreso; se pasa por la Plaza del Reposo,. Lugar donde meditar unos minutos y descubrir el Lago de las Monjas; escondido entre las piedras.

Se prosigue por un túnel prácticamente, bajo el Salto del Tenes, el momento más especial; viendo la caída de agua y el valle a los pies. Al otro lado del pasadizo, se pasa bajo otro arco y se enlaza con el Camino de la Ermita.
También se ignora el ramal al área de picnic (1,64km) y se termina en la Ermita de Sant Martí (1,74km) y la Cueva de les Tosques.

De regreso, se puede hacer una parada en el área con mesas y obtener una panorámica
de asentamiento monacal.
Llegado al desvío de la Cueva de San Miquel, seguirlo para entrar y nos envolverse del frescor, admirando la belleza de: las estalactitas y estalagmitas; y alguna columna que se ha formado al unirse ambas.

De nuevo en el primer desvío, se puede andar un poco por el Camino de Riells, para lograr otra perspectiva del lugar.
Ruta realizada el 09-05-2016 y que he creído interesante recordarla.

El espacio natural, ha sido comprado por la Diputación de Barcelona, en Junio de 2017 y permanecerá cerrado por obras de mejora, hasta el verano de 2018; según lo anunciado.