Sant Antoni de Calonge, Barri l'Illa, Iglesia Sant Martí Calonge, Castillo, Celler Mas Molla

Este corto recorrido realizado íntegramente en la villa medieval perteneciente a la comarca del Baix Empordà, situada en una colina a unos 4 km tierra adentro de la bahía de Sant Antoni, algunas torres y paredes del castillo de Calonge datan del siglo XIII.
La existencia de numerosos dólmenes y menhires, demuestran la preferencia que tuvieron las culturas prehistóricas por estos lugares, este poblado tiene un origen no posterior al siglo IV a. C.
La civilización romana escogió este mismo paraje para hacer una villa de veraneo. Los descubrimientos indican que en los siglos II y IV después de Cristo había en Calonge una importante fundición y, probablemente, también una factoría comercial de importación.
En el siglo VIII se comenzó a construir el castillo de Calonge, una de las fortalezas más grandes del Bajo Ampurdán, situado en el núcleo antiguo del municipio. El castillo fue fundado por los condes de Gerona con la finalidad de vigilar las razias sarracenas. Durante el siglo XII se construyó otra de las edificaciones significativas de Calonge: el monasterio de Santa Maria del Mar o del Collet.
El siglo XIII es la época de máximo esplendor del castillo. Una muestra de esta importancia fue la concesión por parte del rey para crear un mercado semanal a Calonge. En la actualidad, el castillo es mitad palacio y mitad fortaleza, está abierto al público.
La Iglesia de Sant Martí ha sido declarada patrimonio cultural y se encuentra a un paso de la Plaza Mayor.
Al transitar por la villa nos llama la atención la gran cantidad de librerías existente, que obedece a un proyecto municipal.
Celler de Mas Molla
Entre paisajes del verdor de las viñas, frutales, huertas, sembrados con márgenes de hinojos y olivos moviéndose al son de la tramontana y seducidos por la personalidad de Lluís, el sucesor de generaciones de payeses, al que la subida de combustibles no le afecta demasiado pues no sale de su entorno y vende su producto directamente de payès a usuario, la ley de agricultura familiar tradicional, basada en la cosecha propia y la venta directa en el manso o en el mercado, que proviene de antiguas leyes de payés, eso si el vino no puede etiquetarse, es el romántico rechazo a la industrialización, economía sostenible en estado puro.
El edificio cuenta con unas bodegas subterráneas, con cientos de barricas de roble, centenarias, desde 1338 generación tras generación de la familia Molla han cultivado sus viñedos y frutales en el regazo de las Gavarres y aún hoy en día ofrecemos durante todo el año vino de payes y en verano fruta de secano.
Aquí no hay reservas o crianzas, el vino puede ser 'polsegós' según el polvo que acumule y cuesta 1 € por año de crianza, también es curioso que se refiera al vino como rojo (roig) o blanco y no con negro, según las zonas en que se cultive.
Al lado del edificio, se construyó hace 2 generaciones de una torre de agua y mediante un molino, se utilizaba para el riego.
Economía sostenible en estado puro.