Santa Gadea del Cid

En la comarca burgalesa del Valle del Ebro, refugiado entre las paredes de la muralla y custodiado por los restos de su castillo, se localiza Santa Gadea del Cid.

Este pueblo repleto de historia ostenta el honor de haber sido nombrado el pueblo más bello de Castilla y León en 2022, fue declarado Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico en 1973 y Pueblo Mágico en 2020.

Junto al cementerio, alejada del núcleo urbano, está la ermita de Nuestra Señora de las Eras. Llegamos hasta ella en coche y dejamos para el final el resto de los puntos de interés que haremos andando.

Hacemos en coche la distancia que nos separa de la Puerta de Encima de la Villa donde lo estacionamos.
Empezamos a callejear por Santa Gadea del Cid y en un instante nos trasladamos al pasado medieval que en su día vio crecer la villa. Paseamos entre muchas edificaciones que han sido restauradas pero que han sabido mantener la línea de las construcciones más antiguas de mampostería, ladrillo y adobe con tejas rojas intercaladas.

Entramos por una de las dos puertas que fueron complemento defensivo de Santa Gadea del Cid, la puerta de Encima de la Villa. Se cree que pudo haber formado parte de la antigua muralla de trazado triangular y que probablemente partía del castillo. En la actualidad solo se conservan algunos lienzos que conforman los muros de algunas viviendas.

Nada más atravesar el Arco de Encima de la Villa, a nuestra derecha vemos una ruinosa puerta que forma parte de lo que fue la antigua cárcel.

En la Plaza de la Fuente está el Ayuntamiento, un edificio de mediados del siglo XIX que comparte protagonismo con la fuente que preside el lugar.

Otra plaza bonita del pueblo es la plaza de la Iglesia rodeada de casas porticadas sustentadas sobre grandes vigas de madera. Aquí se celebraban los antiguos mercados medievales.

En el centro de la plaza se encuentra la iglesia gótica de San Pedro Apóstol que fue levantada en el siglo XIII sobre la base de un templo románico.

Pasamos ahora junto al mural 3D de Babieca, del artista miranjés Esteban Espinosa. Junto al famoso caballo del Cid Campeador podemos realizarnos fotografías jugando con la perspectiva y simulando que vamos a lomos del legendario corcel.

Un poco más adelante, en un promontorio rocoso que domina el paso sobre el río Ebro, asoman los restos del castillo de los Padilla, levantado en el siglo XV sobre una fortaleza anterior.

En el mismo corazón de Santa Gadea, en la Calle Real, vemos una de las muchas ermitas que hubo en el lugar. Los vecinos del pueblos colaboraron en la restauración de este templo que se erigió para conmemorar las apariciones de la Virgen del Espino.

Llegamos a otra de las puertas que formó parte de las antiguas murallas que protegían la villa, la puerta de Abajo o de las Eras, por la que saldremos de casco urbano.

Concluimos el paseo por Santa Gadea del Cid regresando a la Puerta de Encima de la Villa pero unos metros antes comprobamos en el panel de piedra si hemos visto todos los rincones importantes del lugar.