Senda del pinar de Navarredonda PR-AV 19

En el aparcamiento del Parador Nacional de Gredos se encuentra un panel que nos informa del recorrido el cual se inicia atravesando una valla que delimita el aparcamiento. En el panel informativo de la ruta incluso indica que es posible descargar una aplicación en el móvil para que el recorrido sea más ameno. Una vez atravesamos las valla que delimita el aparcamiento con el pinar por un paso habilitado para tal fin (es justo junto al panel informativo, no tiene pérdida) la ruta comienza con un suave descenso siguiendo siempre las flechas y postes indicativos bajaremos en zig-zag por la ladera atravesando el espeso pinar albar. Estas especies son las que mejor soportan las duras condiciones climáticas de Gredos: grandes nevadas y heladas invernales, así como, las sequías estivales. Hay ubicados bancos de piedra con la inscripción PNG (Parador Nacional de Gredos) a lo largo del recorrido entre los árboles centenarios, para descansar.
Llegaremos así a una pequeña vaguada, en el paraje denominado La Ladera, donde se encuentra el manantial de la Fuente del Rey. Un poco más abajo dejaremos a la izquierda una pradera denominada Prado de Navahondilla donde las vistas en el horizonte del macizo de Gredos son espectaculares. Más adelante se encuentra el lugar llamado Peña Histórica, con una cruz sobre un bolo de granito. Aquí y tras pasar por el Refugio de Peña Histórica, cogeremos una pista forestal hacia la derecha (coincide con GR10), en dirección hacia Navarredonda.
Continuamos por la pista unos 500 metros pasando por la Fuente de la Ladera, para 50 metros más adelante, torcer a la derecha (dejamos las rojas y blancas del GR) e iniciar el camino de regreso a nuestro punto de partida. Ascendemos ahora por una senda más estrecha, para pasar junto a un pequeño muro de piedra, en el paraje denominado Cepeda el Serrano y enseguida vislumbrar la parte trasera del Parador Nacional, llegando así al final de la ruta. En lugar de cerrar la circular nos dirigimos a visitar este impresionante edificio entrando por el jardín de su parte posterior.

Recuerda que las montañas no son propiedad de nadie y son para el disfrute de todos. Por ello, respétalas, y sobre todo, no te confíes. Toma siempre todas las precauciones. Esto es sólo una ayuda para caminar en libertad. Pero en la naturaleza solo somos invitados. Así que, deja que tu intuición y sentido de la orientación trabajen un poco también y , por favor, respeta la montaña.
A disfrutar de la ruta!